Mary Noticias, el primer gran personaje femenino del cómic español
- Guillem Medina repasa su historia en el libro Mary noticias y otras heroínas de los tebeos para niños
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En 1962 la televisión acababa de llegar a España (1956) y casi nadie podía permitirse tener un televisor en casa, porque eran un objeto de lujo. Fue entonces cuando apareció Mary Noticias, un cómic protagonizado por una joven periodista televisiva que se convertiría en la primera gran heroína del cómic español. E incluso traspasaría fronteras, publicándose en Francia. Una creación de Carme Barbarà y Ricardo Acebo (con el pseudónimo de Roy Mark), cuya historia recoge Guillem Medina en el libro Mary Noticias y otras heroínas de los tebeos para niñas (1940-1970).
"Su profesión era la de periodista, pero la mayoría de las veces se metía en tramas tipo James Bond llenas de misterio, acción, escenarios exóticos y secuencias trepidantes -nos comenta Guillem-. El cómic fue muy importante en su momento porque fue el primer personaje de cuadernillo femenino con un protagonismo y una continuidad que hasta el momento ningún otro había conseguido (tenemos a Lilian azafata del aire y poco más). Fue una serie longeva que llegó a publicar 484 números con una aparición semanal.
Un personaje que cautivó a las niñas de la época y que al principio era todo un misterio, como nos comenta Guillem: "La verdad es que de Mary al principio poco se sabía, su profesión y que tenía un novio llamado Maximiliano del Pozo, y por allí siempre aparecía un personaje misterioso, llamado Bruma, que le ayudaba con sus pesquisas. Con el tiempo y debido a las quejas de algunas lectoras (o quizás de las conservadoras madres de algunas de estas lectoras) a Mary se le añadió una madre, un padre y una hermana pequeña, pero no aparecieron en muchas ocasiones realmente".
Una mujer liberada
Guillem destaca que: "Para los estándares de la época Mary era mujer muy liberada: tenía una profesión que le permitía vivir y no depender de ningún hombre, viajaba y conocía mucha gente y sobre todo decidía su destino a cada momento. Aunque poco se vio realmente del periódico o la televisión donde trabajaba, Mary era más de hacer trabajo de campo, investigar, viajar sin parar y hacer de detective, pocas veces se la vio frente a la máquina de escribir".
Los estándares de la época, también hacían obligatorio que Mary tuviese un novio, como nos comenta Guillem, aunque esa relación era casi un trío: "Mary tenía en teoría el novio al que toda chica aspiraba, con un nombre rimbombante (Max), abogado de profesión y con mucho, mucho dinero. Y, a pesar de todo, Mary todavía no había pasado por el altar, sobre todo porque su novio le parecía aburrido y más si lo comparaba con el intrépido Bruma (que, spoiler, era el mismo Max pero disfrazado con gafas negras y una gabardina, vaya que era dificilísimo de descubrir, je, je, je). Mary de hecho, tenía lo mejor de dos hombres, pero todo en uno sin que ella lo supiese. Lo cierto es que Mary a pesar de todo, muchas veces necesitaba la ayuda de Bruma para salir de los aprietos, pero eso no le quita mérito a la chica".
"Las mujeres solo podían dibujar historias femeninas"
Mientras Mary era una mujer liberada, las autoras de la época, como Carme Barberà, no tanto: "La principal diferencia entre las publicaciones masculinas y femeninas es que, si una editorial publicaba cuatro títulos para chicas, había 10 o 12 para chicos. Otro detalle que me parece absurdo es que los editores consideraban que las mujeres solo podían dibujar historias femeninas, mientras que los hombres (como Angel Badia Camps, Antoni Borrell o Antonio Campillo, por ejemplo) dibujaban para hombres y para mujeres. Las mujeres no dibujaban peor (al contrario, muchos tebeos para chicos estaban peor dibujados) y muchas ilustradoras estaban aburridas de los argumentos repetitivos que les tocaban. En general las historias para chicos eran de aventuras mientras que las de chicas eran románticas y más cursis".
"Un elemento básico de los cuadernillos femeninos fue el factor moda -añade Guillem-. Al principio cuando los cuadernillos estaban basados en cuentos de hadas el vestuario era más de época, sobre todo para que se viese la diferencia entre las clases más humildes y las clases altas con vestidos de amplias faldas abullonadas, peinados muy recargados, llenas de joyas, etc. En la segunda etapa, los cuadernillos mostraron historias contemporáneas en escenarios más fácilmente identificables y, lógicamente, las protagonistas siempre vestían a la última. En eso tanto Carme Barbarà como María Pascual fueron grandes expertas, copiando vestidos que veían en las revistas de moda, a veces en publicaciones autóctonas y otras, las que procedían de París o Italia. Muchos de estos cuadernillos además de ofrecer historietas gráficas también tenían otros alicientes: algunos creaban clubs de seguidoras de la publicación, otras inventaron consultorios para las lectoras, también se ofrecieron patrones o diseños de moda (una de las secciones más demandadas era María Pascual aconseja…. publicada en el cuadernillo Susana, con deliciosas ilustraciones de esta artista)".
"Al margen de la moda -añade Guillem-, el cine también fue el gran reclamo para las lectoras: Guendalina ofrecía fichas de las estrellas del momento en su contraportada, también la publicación B.B. (título inspirado en las iniciales de Brigitte Bardot) ofrecía biografías de las estrellas de Hollywood, aunque el ejemplo más rocambolesco era el del cuadernillo Tu romance donde las lectoras protagonizaban el cómic junto al actor que previamente habían elegido (desde Tony Curtis a Paul Newman)".
"Carme Barbarà siempre ha sido un referente"
Para el libro, Guillén ha podido hablar con la propia Carme, que actualmente tiene 90 años: "Carme Barbarà siempre ha sido un referente y una ayuda a la hora, tanto de elaborar este libro como cuando hice Chicas de cómic de la Editorial Glenat. De hecho, gracias a ese libro pude conocer en persona también a María Pascual, Purita Campos o Trini Tinturé entre otras autoras. Hoy precisamente le ha llegado el libro a Carme Barbarà y me ha dicho que le ha encantado, y me consta que se lo está leyendo con avidez. A parte de una gran artista es una gran amiga".
Destacar la gran cantidad de ilustraciones que aparecen en el libro (como en todos los de la línea de Cultura Popular de Diábolo Ediciones). Preguntamos a Guillém si esa labor de documentación ha sido complicada: "A la hora de buscar información sobre algunos autores ha sido terrible porque a pesar de que internet y especialmente la Tebeosfera te proporcionan mucha información, de algunos autores apenas encontrabas nada. En mi libro la segunda parte está dedicada a unas biografías de las autoras y autores que he considerado más significativos, y en algunos casos realmente no encontraba nada. Muchas veces el problema era que estos artistas ya son muy mayores y han muerto, así que solo me quedaba el recurso de intentar hablar con los hijos, en algunos casos lo he conseguido y en otros, por desgracia no".
Mary Noticias acabó en 1971, el año que nació 'Esther y su mundo'
Una curiosidad es que Mary Noticias acabó en 1971, justo el año que comienza a publicarse Esther y su mundo de Pura Campos (aunque en España no llegaría hasta 1974). Guillem nos comenta que: "Son dos personajes que no tienen nada que ver, ni en el formato (unos son cuadernillos apaisados de 12 páginas generalmente mientras que los otros son de formato vertical y contaban con 32 páginas). Tampoco en cuanto a los argumentos ni el público al que iban dirigidas. Los cuadernillos en su primera etapa se dirigían a un público infantil, contaban una historia con inicio y final y generalmente no había continuidad de personajes. Los argumentos eran moralizantes y servían para “llevar a las niñas por el buen camino”.
"En su segunda etapa -añade Guillem-, el público era más juvenil o adulto, chicas emancipadas que buscaban el príncipe azul (que ahora llegaba montado en un Ferrari) y las historias siempre acababan en boda. Estos cuadernillos básicamente ofrecían un comic y poco más. Los tebeos femeninos de los años setenta como Lily de la editorial Bruguera (donde se incluían las aventuras de Esther y su mundo) contaban con otras muchas historietas y personajes, además de consejos de belleza, culinarios, de moda y sobre todo el poster del cantante o actor de moda. En cuanto a los personajes, Mary Noticias era una mujer adulta a la que le pasaban aventuras, Esther en cambio era una adolescente con los típicos problemas sentimentales de esa edad".
Otras heroínas de la época y sus autoras
En el libro Guillem también recoge a otras de las heroínas de las viñetas más destacadas de la época: "En publicaciones totalmente dispares podíamos encontrar a Anita Diminuta en los años 40 que eran aventuras de corte infantil muy fantasiosas, o a finales de la década que aparece Florita una adolescente de clase alta que daba consejos a otras como ella. También la actriz y cantante Marisol llegó a tener un cómic propio, pero eso ya fue en la década de los sesenta. No fue hasta la llegada de Lily en los setenta que aparecieron personajes femeninos de una forma habitual creando una gran conexión con la lectora".
Es sorprendente la cantidad de mujeres dibujantes que llegaron a trabajar en aquellos tebeos: "En la época de máximo auge del cuadernillo, que sería en las décadas de los cincuenta y setenta, llegaron a trabajar unas 150 dibujantes femeninas, todo un logro que, una década más tarde, por desgracia, se redujo considerablemente. Dibujar cuadernillos fue una tarea que muchas de estas mujeres tuvieron que compaginar con cuidar de la casa, de los hijos, etc. Una labor titánica en algunos casos y, al contrario que los dibujantes masculinos, ellas apenas tenían contacto entre ellas, algo que algunas me comentaron que lamentaban pues hubiese sido útil compartir experiencias. Lógicamente, tengo debilidad por las dibujantes que he conocido y que he nombrado anteriormente, pero creo que también se merecen un homenaje todos los que he destacado en la parte final del libro (recordad que son todos los que estan pero no están todos los que son). Hubo muchísimos más, algunos que dibujaron con pseudónimo y otros que participaron en un momento puntual".
En cuanto a sus proyectos, Guillem nos comenta: "Pues de momento no hay ningún libro en perspectiva, pero después de hacer este me ha quedado el gusanillo por darle un repaso a los cuadernillos para chicos. Aquí sí que hay material para un nuevo libro de muchísimas páginas".