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Ladj Ly, el cineasta de la 'banlieue' apunta a la política con 'Los indeseables': "La solución es crear un partido para nuestros intereses"

  • El director de Los miserables estrena en España su nueva película ambientada en los suburbios parisinos

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Ladj Ly, el cineasta de la ‘banlieue’ apunta a la política con ‘Los indeseables’
Imagen de 'Los indeseables', de Ladj Ly Caramel films

Con Los miserables (2019) Ladj Ly propinó un puñetazo cinematográfico en forma de thriller social que era un auténtico llamamiento: o se hacen políticas para solucionar las problemáticas de los suburbios o llegará una revolución. En julio pasado, la policía mató en Nanterre a un joven de 17 años que se saltó un control policial desatando varias jornadas de disturbios y miles de detenidos. Así que Ly no duda: “La situación va a peor y las cosas no cambian, nos damos cuenta de que los políticos nos han fallado y la población ya no confía”.

Ly (Roubaix, 1978) creció en Montfermeil, uno de los suburbios parisinos, y su autoridad –y su compromiso- para retratar la realidad más allá de la almendra central de la capital francesa es incuestionable. En Los indeseables, estrenada el pasado año en el Festival de Toronto, amplía el foco para pasar del diagnóstico al tratamiento con la historia de un alcalde (Alexis Manenti) empeñado en demoler un edificio para rehabilitar un barrio deprimido. Será una joven, Haby (Anta Diaw), la que liderará la acción para crear un nuevo movimiento político.

Los indeseables se inicia con una poderosa secuencia en la que vecinos de un bloque tratan de bajar por las escaleras el cadáver de un hombre fallecido en su domicilio, una metáfora de un estado fallido.  “Era muy importante para mí comenzar con una escena fuerte. Ese féretro que tiene que ser descendido desde un cuarto piso porque el ascensor está averiado dice mucho de sus condicione de vida. Como dice un personaje: ‘Aquí es difícil vivir y también es difícil morir”, dice Ly en una entrevista con RTVE.es en el pasado Festival de San Sebastián.

El nuevo alcalde transita desde un aparente idealismo hasta posiciones similares al de cualquier partido de extrema derecha. “Siempre parto de la realidad y me inspiré en varios alcaldes de muchas ciudades, fundamentalmente de extrema derecha”, explica.

En oposición, Ly no oculta que el personaje de Haby se basa en sus propias experiencias como activista del distrito 93 de París. “He querido hablar de mi historia a través de este personaje comprometido y militante, que es una mujer negra, musulmana, que lleva velo y que va a luchar por los derechos de estos franceses”, dice. “Creo que esa es la solución: organizarnos para crear un partido político que defienda nuestros intereses y luchar para conseguir tomar el poder, tener políticos que representen de verdad a la población”.

Ladj Ly, en el pasado Festival de San Sebsatián.

Ladj Ly, en el pasado Festival de San Sebsatián.

Los miserables se iniciaba con la celebración del Mundial de Francia de 1998. Los jóvenes de los suburbios celebraban el éxito deportivo y se envolvían en la bandera de la república. Un hermano pequeño de esos jóvenes, Kylian Mbappé, se significó en el arranque de la Eurocopa apelando a votar contra los extremos ante las próximas elecciones legislativas. Un gesto poco usual pero valioso: Ly lamentaba en la promoción de Los miserables que “el fútbol es lo único que une a todos los franceses”.

Los miserables fue premiada en Cannes y nominada al Oscar a mejor película internacional. Reconocimientos que han favorecido su continuidad en un cine que considera poco atractivo para los productores. “Está claro que el cine social sigue siendo difícil de financiar. He tenido la suerte de hacer una película con mucha recaudación y hemos subido un escalón en el presupuesto respecto a Los miserables, que estaba hecha cámara en mano, pero cuando llegas con una película de autor comprometida no es fácil”.

Para Ly, el campo de batalla es la lucha por los derechos y contra la desafección política. “La política debería estar al servicio del pueblo, pero tengo la sensación de que hay una brecha enorme con los ciudadanos. Con Los miserables hicimos un llamamiento que se escuchó, pero al final no se hizo nada. Esta es una película comprometida y espero que encontremos todos juntos soluciones”.