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El presidente del Parlament balear pide disculpas por "perder los estribos" al romper la foto de una víctima del franquismo

  • Horas antes, Le Senne se había declarado en un comunicado víctima de una campaña de "acoso, insultos y amenazas"
  •  La oposición pide un pleno extraordinario para cesar al presidente del Parlament balear

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El presidente Parlament balear, Gabriel Le Senne durante una sesion plenaria de la cámara autonómica
El presidente Parlament balear, Gabriel Le Senne durante una sesion plenaria de la cámara autonómica Europa Press / Isaac Buj

El presidente del Parlament balear, Gabriel Le Senne (Vox), ha pedido disculpas por romper la fotografía de una republicana asesinada por el franquismo durante el pleno que tuvo lugar este martes en la cámara autonómica.

Le Senn reconoce que perdió los estribos cuando las diputadas socialistas Mercedes Garrido y Pilar Costa, vicepresidenta y secretaria segundas del Parlament, le ignoraron cuando les ordenó que retiraran la imagen. "Lo que me sacó de mis casillas fue que no siguieran mis instrucciones", ha señalado el presidente ante las cámaras de TVE.

Le Senn ha asegurado que "desconocía lo que estaba quitando" y que no rompió nada "a propósito", por lo que descarta que pueda existir un delito de odio en sus actos. Su única intención, añade, era retirar el cartel de la mesa.

Horas antes, Le Senn había emitido un comunicado en el que justificaba su actuación argumentando que las imágenes eran "claramente partidistas", al mismo tiempo que se declaraba víctima de un "acoso, insultos y amenazas".

En ese comunicado, advertía de que las diputadas socialistas habían ignorado unas instrucciones basadas en la obligatoria neutralidad de los miembros de la Mesa y hacía un llamamiento a "evitar más exageraciones y relatos incompletos de lo que ocurrió".

El retrato que Le Senne rompió pertenecía a Aurora Picornell, militante del Partido Comunista en Mallorca y reconocida por su labor feminista y sindicalista. Picornell fue detenida, torturada y fusilada tras la sublevación militar en julio de 1936.

El presidente del Parlament explicaba que, ante la exhibición de fotos de víctimas del franquismo de sus compañeras de la Mesa, había decidido primero "dejar pasar la infracción", pero admite que cambió de actitud porque "crecían las quejas por parte de numerosos diputados de distintos grupos por la falta de respeto".

El incidente, por el que los partidos de la izquierda reclaman la dimisión de Le Senne, se produjo durante el debate de la derogación de la Ley de Memoria y Reconocimiento Democráticos, propuesta por Vox y tomada en consideración con el respaldo del PP. 

El Govern considera "poco afortunado" el comportamiento de Le Senne

El portavoz del Govern balear y conseller de Economía, Hacienda e Innovación, Antoni Costa, ha calificado este miércoles como "poco afortunado" el comportamiento del presidente del Parlament aunque no cree que merezca una dimisión. 

Así respondió Costa a los medios tras presentar el Análisis de coyuntura Económica del primer trimestre en les Illes: "El comportamiento no fue todo lo afortunado que debería haber sido. Y me quedo aquí. Si no se hubiese producido determinado comportamiento, habría sido bastante mejor", ha afirmado el portavoz del Ejecutivo, añadiendo que tendrá que ser el propio Le Senne quien dé las explicaciones pertinentes. 

El portavoz del ejecutivo autonómico ha aprovechado la ocasión para hacer un llamamiento a "rebajar la tensión" que a veces, dice, se alcanza en los debates parlamentarios.  

La oposición pide un pleno extraordinario para cesar al presidente

Todos los diputados de la oposición en el Parlament balear han solicitado la convocatoria de un pleno extraordinario para destituir Le Senne por su actuación la cual reconocen como "arbitraria" contra las dos diputadas socialistas.

PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca y Unidas Podemos han pedido a la Mesa del Parlament que inicie el trámite de "remoción" del presidente, que culminaría con la votación en pleno de la expulsión del cargo del presidente del Parlament, que requeriría el apoyo de tres quintas partes de los diputados.

Los partidos opositores consideran que la destitución está justificada por "negligencia notoria y grave en el ejercicio de las funciones tribuidas a la presidencia del Parlament".