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Cataluña activa la cuenta atrás con un pleno sin candidato: president antes del 26 de agosto o elecciones en octubre

  • El Parlament celebra un acto equivalente a una investidura fallida para activar el reloj con fecha límite: 26 de agosto
  • Es el plazo que tienen los grupos parlamentarios para armar una mayoría que permita investir a Illa o a Puigdemont

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Salvador Illa se reúne con el presidente del Parlament, Josep Rull
Salvador Illa se reúne con el presidente del Parlament, Josep Rull EFE/ Quique García

El pleno que se celebra este miércoles en el Parlament tenía como objetivo investir a un nuevo president en Cataluña, pero ante la decisión de los posibles candidatos- Salvador Illa (PSC) y Carles Puigdemont (Junts)- de no presentarse aún y pedir más tiempo para negociar con los grupos parlamentarios, en su lugar se celebrará una sesión plenaria que solo servirá para poner en funcionamiento el reloj: se activará la cuenta atrás de dos meses hasta el lunes 26 de agosto a partir del cual los escenarios se reducen a dos: o hay nuevo presidente en Cataluña o repetición de elecciones el domingo 13 de octubre. Así, el pleno de este miércoles es el equivalente al de una investidura fallida.

"Ningún candidato ha mostrado su voluntad de someterse a la investidura". Son palabras del presidente del Parlament, Josep Rull (Junts), que ya mantuvo la primera ronda de contactos con los grupos parlamentarios para constatar que aún es pronto y nadie tiene atada una mayoría que posibilite las votos necesarios para ser presidente de la Generalitat y tome el relevo de Pere Aragonès.

Ahora, el papel de ERC es clave porque de sus votos depende que el vencedor de las elecciones, Salvador Illa, pueda convertirse en presidente de Cataluña, 14 años después del último socialista que ocupó el cargo, José Montilla. Los republicanos son determinantes para hacer presidente a Illa o dar aire a Puigdemont en una combinación más compleja. De momento y en la única votación llevada a cabo en esta nueva legislatura, los independentistas han unido sus votos para hacer a Rull presidente del Parlament. Todo ello, en medio de una profunda crisis de ERC sobre su liderazgo tras el duro revés de las elecciones del 12 de mayo.

Rull firmará la resolución para activar la cuenta atrás este miércoles y en el pleno, que arrancará a las 11:00 horas, los grupos parlamentarios podrán intervenir, de mayor a menor, por un máximo de cinco minutos cada uno. Ya en este pleno podrían apuntar hacia donde van sus intenciones e incluso las condiciones que plantean para dar su apoyo a uno u otro candidato.

Verano de negociación con fecha límite y la financiación singular en el centro

Aunque los grupos ya han avanzado conversaciones y han apelado a la discreción, ahora ya con una fecha límite marcada en el calendario se intensificarán los contactos. El líder del PSC, Salvador Illa, que ha ganado las dos últimas citas con las urnas en Cataluña- en 2021 y 2024- se ha mostrado "tranquilo" ante las negociaciones para el futuro Govern de Cataluña revindicando la cultura "del pacto y el acuerdo".

Los socialistas reclaman "respetar la voluntad de los catalanes" expresada el 12M y no "bloquear y liar" ni "hacer perder el tiempo a Cataluña" y eso pasa, a su juicio, por permitir que Illa sea el president reivindicando de nuevo la "mayoría progresista" del Parlament.

PSC, ERC y Comuns suman 68 diputados en el Parlament, una mayoría absoluta para hacer presidente al socialista en una primera votación. Alejada toda posibilidad de tripartito de izquierdas, las opciones pasan por que los republicanos den su apoyo al socialista tras una negociación que no se prevé fácil.

La financiación singular para Cataluña apunta a convertirse en la protagonista de dichas conversaciones entre PSC y ERC con Marta Rovira, secretaria general de los republicanos, pilotando el equipo negociador. En este sentido, la portavoz de ERC, Raquel Sans, lanzó recientemente un aviso a Illa: "Si su propuesta no es buena, nuestra militancia no la aceptará". Quiere ERC que el PSOE concrete su propuesta sobre financiación para Cataluña si quiere que las negociaciones entre ambas formaciones avancen.

ERC aboga por un modelo de "financiación singular" con el que Cataluña tenga "plena soberanía fiscal", lo que sería una suerte de concierto económico fuera del régimen común, a semejanza de los que ya existen en el País Vasco o Navarra.

Pero los republicanos recuerdan que la financiación es solo una de las cuatro carpetas que ERC plantea en las negociaciones para la investidura: a ella se suman dar nuevos pasos en la resolución del conflicto político catalán, fortalecer los servicios públicos y reforzar la salud de la cultura catalana desde el Govern.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ve "factible" la puesta en marcha de una financiación singular en Cataluña que sea "compatible" con la financiación multilateral del resto de las comunidades y considera que el futuro en esta comunidad y "en buena medida" de España depende de un acuerdo entre el PSC y ERC. El PP se opone frontalmente a esta financiación y habla de "corrupción política". Es un modelo de financiación que tampoco convence a algunos barones socialistas y a alguno de los socios del Gobierno en el Congreso.

Puigdemont no tira la toalla con opciones remotas

Puigdemont, que insiste en verse con opciones para una investidura por mayoría simple, habla de "chantaje" de Sánchez a ERC al ligar una financiación singular para Cataluña a la investidura de Salvador Illa como president, extremo que niega el presidente del Gobierno que afirma que la financiación singular estaba ya en el acuerdo de su investidura con los republicanos.

El expresident y líder de Junts afirma desde que se celebraron las elecciones que hay una mayoría independentista de 59 diputados (Junts, ERC y la CUP) que es más amplia que la suma PSC-Comuns (48) y presiona a ERC para que no dé su apoyo al PSC sacándoles directamente de esa terna posible de partidos de izquierda que daría una mayoría clara a Illa. Los comicios catalanes certificaron la pérdida de la mayoría absoluta del independentismo que bajó de los 74 a los 59 diputados.

Durante la campaña, Puigdemont se comprometió a volver a Cataluña para el primer debate de investidura, aunque él no sea el candidato. Todo apunta a que ese pleno será en agosto, apurando los plazos, pero la vuelta del expresident no está clara con la amnistía ya en vigor, pero con la decisión del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena de mantener vigente la orden de detención nacional.

Lo cierto es que las opciones de Puigdemont de ser investido solo son posibles si además del apoyo de ERC consiguiera una abstención por parte del PSC e Illa lo ha descartado por completo y solo contempla que la resolución de las elecciones pase por su propia investidura.

De esta manera, la investidura de Puigdemont es un escenario casi inverosímil y en Junts son conscientes de que una presidencia de Illa con el apoyo de ERC les permitiría marcar un perfil más propio y atacar a los republicanos, debilitados electoralmente, por ese flanco.

ERC ya ha atacado a Junts diciendo: "Algunos ya piensan en cómo ir a unas elecciones y nosotros pensamos en cómo evitarlas". Ven "inviable" un nuevo mandato de Puigdemont y afirman que "saben sumar" y que ERC negociaría una eventual investidura de Puigdemont "en un segundo estadio", una vez que Junts se hubiera asegurado la improbable abstención del PSC.

Puigdemont usa la baza de la presión al PSOE consciente de que la mayoría parlamentaria de Pedro Sánchez es endeble y Junts ocupa un papel esencial. Su secretario general, Jordi Turull, aseguró este mismo martes que el PSC deberá hacer "una reflexión sobre si es el responsable de ir a nuevas elecciones". "Junts no quiere ir a elecciones y no quiere que Illa sea el presidente de la Generalitat. La decisión de si se van a nuevas elecciones y hay bloqueo si logramos un acuerdo con ERC será de Salvador Illa", ha apuntado.

De momento y tras el pleno de este miércoles los grupos parlamentarios deben apretar el acelerador porque la cuenta atrás hacia las urnas habrá comenzado.