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En libertad con cargos por homicidio imprudente el dueño del Medusa Beach Club, el local que se derrumbó en Palma

  • Había sido detenido este miércoles una vez concluida la investigación
  • El colapso causó cuatro muertos y catorce personas resultaron heridas

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Detenido por cuatro homicidios por imprudencia el empresario del local que se derrumbó en Palma
Imagen del derrumbe del Medusa Beach POLICÍA NACIONAL

El responsable de la empresa que explotaba el bar de la Playa de Palma donde murieron cuatro personas el pasado 23 de mayo, al derrumbarse parcialmente, ha sido puesto en libertad con cargos por la Policía Nacional por su presunta implicación en la comisión por omisión de cuatro homicidios por imprudencia grave y seis delitos de lesiones graves.

El arresto se había producido una vez ha concluido la investigación de lo ocurrido, que ha determinado que la terraza del Medusa Beach Club que colapsó parcialmente había sido reformada para la explotación del negocio para la que no se disponía de licencia, no fue reforzada y recibió una sobrecarga de peso que provocó su hundimiento, ha informado la Policía Nacional.

El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Palma en funciones de guardia ha dejado en libertad al propietario y el Juez le ha retirado el pasaporte y le ha impuesto comparecencias periódicas y la prohibición de salida del país, tal y como ha solicitado la Fiscalía.

Los hechos ocurrieron el pasado 23 de mayo, sobre las 20:20 horas, en un local de ocio de primera línea de la Playa de Palma, cuando una parte de la terraza donde se encontraban clientes y trabajadores se desplomó. Como consecuencia del derrumbe fallecieron cuatro personas y otras catorce sufrieron lesiones de diferente consideración.

La investigación por parte del Grupo de Homicidios de la Policía, junto con los informes técnicos del Ayuntamiento de Palma, determinó que había colapsado parte de una cubierta que se unió a la terraza del local para la explotación del negocio para la que no se disponía de licencia o permiso.

La estructura no había sido reforzada para dicho uso y como consecuencia de las modificaciones había recibido una sobrecarga de peso. Ese peso añadido a la estructura, junto con el de las personas que ocupaban ese espacio en el momento del siniestro, provocó el colapso de la estructura y su hundimiento.