Sunak y Starmer centran un nuevo debate electoral en Reino Unido en los impuestos y en reducir la inmigración
- El debate será el último encuentro entre ambos líderes antes de las elecciones
- La reforma fiscal, la inmigración y las apuestas entre los candidatos han ocupado el centro del debate
El primer ministro británico, Rishi Sunak, y el líder del partido laborista, Keir Starmer, se han enfrentado en un cara a cara final antes de las próximas elecciones legislativas en Reino Unido el próximo 4 de julio. El debate, que ha sido televisado en la cadena de televisión BBC, ha sido moderado por la presentadora del programa Today, Mishal Husain, quien ya participó en dos debates anteriores. Los dos candidatos se han enfrentado con claras diferencias, ante un Sunak en caída libre en las encuestas y con la formación de Starmer al alza tras 14 años en la oposición.
Entre las principales cuestiones que han surgido a lo largo del debate, la reforma fiscal, la inmigración y los escándalos de las apuestas entre los candidatos han ocupado el centro del debate.
Previo a la celebración, el Partido Laborista ha señalado que "el pueblo británico será testigo de la elección en estos comicios: cinco años más de caos con los conservadores de Rishi Sunak o un cambio con Keir Starmer y los laboristas".
Por su parte, portavoces del Partido Conservador han revelado ante la BBC que "Starmer tiene la oportunidad de anunciar alto y claro al público británico cuáles son sus intenciones: cuando el dinero de las familias trabajadoras y los jubilados de todo el Reino Unido está en juego, lo que el público merece es certeza y transparencia".
Hasta el lugar, varios manifestantes se han desplazado para mostrar su descontento con Sunak y Starmer, cuyo ruido ha podido escucharse desde el plató, provocando la disculpa de Husain.
El escándalo de las apuestas
Tanto el primer ministro británico como el líder laborista han estado envueltos en una serie de polémicas relacionadas con candidatos y parlamentarios de sus respectivas formaciones que apostaron sobre los resultados políticos del país. La cuestión ha entrado inevitablemente en el debate, y ha provocado un cruce de acusaciones en cuanto a la transparencia de ambos líderes.
En su momento, el diario The Sun reveló que el diputado conservador, Philip Davies, hizo una apuesta por valor de 8.000 libras a que perdería su distrito electoral en Shipley. Por su parte, Starmer repudió a un candidato laborista que apostó a que perdería en su circunscripción.
El primer ministro británico ha defendido su pronta respuesta al organizar una investigación interna inmediata y que, cuando obtuvo los resultados, tomó medidas. "La confianza también consiste en hacer lo que uno dice", ha incidido Sunak.
Por otro lado, Starmer ha hablado sobre la necesidad de "dirigir desde el frente" ante lo que considera "un fracaso de liderazgo". "La política se ha centrado demasiado en que la gente piense en sí misma y no en el servicio público", ha incidido. Asimismo, ha recordado el caso del Partygate y cómo el líder laborista suspendió a un candidato “en cuestión de minutos” cuando se dio cuenta de que la Comisión de Juego lo estaba investigando.
El dilema de reducir el gasto social o aumentar los impuestos
El primer ministro británico ha defendido su ley de bienestar social y la necesidad de evitar gravar a los británicos. "Bajo el Partido Laborista, todas las pensiones estatales estarán sujetas a impuestos", ha establecido Sunak, quien rápidamente ha sido atajado por su opositor, que ha tildado sus palabras de "falsedades".
"La postura de Sunak sobre el bienestar social está fuera de toda realidad", ha reconocido Starmer. "Nuestro partido [Laborista] tiene un plan para que la gente vuelva a trabajar con cambios en los centros de empleo y un mayor apoyo". Asimismo, y referente a la cuestión sanitaria, ha señalado que abordar las listas de espera del sistema sanitario es crucial para que más personas vuelvan a trabajar. En la actualidad, Reino Unido concentra un retraso de hasta nueve millones de intervenciones en un país en el que viven 67 millones de personas.
En otro cruce de acusaciones, Sunak ha atacado la gestión municipal laborista en los ayuntamientos bajo su cargo, que señala están en situación de "quiebra". En especial, ha hecho referencia al Ayuntamiento de Nottingham, que ha estado dirigido por el Partido Laborista desde 1991 y se declaró en quiebra en 2023. "La economía se está recuperando", ha indicado, "si ponemos en riesgo todo ese progreso, las finanzas familiares se verán afectadas: no las entregue al Partido Laborista".
Asimismo, Sunak ha justificado la frustración del electorado británico, pero ha pedido "terminar el trabajo que comencé, reducir sus impuestos, proteger su pensión y asegurar nuestras fronteras". Bajo su ley de bienestar social, comenta, "habrá un recorte de impuestos para los pensionistas, el impuesto del timbre y el seguro nacional para los autónomos".
Por su parte, Starmer ha señalado su negativa a las reformas fiscales de Sunak, que ha tildado de electoralistas y, en cambio, ha defendido fomentar el Estado de bienestar. En contra, el mandatario británico, quien ha exclamado que la medida obligará a aumentar los impuestos. "La elección es sencilla, impuestos más altos para un 'mayor bienestar social' con el Partido Laborista, o lo contrario con los conservadores", ha afirmado.
La inmigración, conflicto de enfoques
La inmigración también se ha convertido en un tema fundamental para ambas formaciones, cuya campaña ha virado, en el bando conservador, en mantener el polémico "plan Ruanda" y reducir el número de visados expedidos por el país. Por la parte laborista, y pese a admitir que el número de migrantes es "alto", Starmer ha apostado por revocar las medidas conservadoras.
Sobre la llegada de pequeñas embarcaciones de personas migrantes a través del canal de la Mancha, Sunak se ha limitado a señalar que "tiene un plan [en relación con las deportaciones a Ruanda]" y "el laborista, no". "Al ritmo que propones, ese plan de deportaciones durará 300 años", ha señalado irónicamente Starmer.
En sus palabras, y de ser elegido, el líder laborista pretende elaborar serie de medidas que reduzcan significativamente el número de mafias que organizan los viajes de personas migrantes que atraviesan el canal rumbo a Reino Unido.
De igual forma, el primer ministro británico ha abordado a Starmer al preguntarle si, de negociar un nuevo acuerdo de libre circulación con la UE, aceptará una mayor migración al Reino Unido. El líder laborista ha señalado que "no lo hará", dado que "la migración neta ya está en un nivel récord bajo tu Gobierno".
"No entreguemos nuestras fronteras al Partido Laborista", se ha limitado a responder Sunak, quien a su vez ha indicado que bajo su mandato las cifras de inmigración bajaron en el último año. Además, ha prometido que continuará adelante con los vuelos a Ruanda a partir de julio en caso de salir electo.