Enlaces accesibilidad
Argentina

El principal imputado por el atentado fallido contra la expresidenta Cristina Fernández admite su culpabilidad

  • Fernando Sabag Montiel, de 37 años, ha confesado haber apretado el gatillo "una vez" la noche del 1 de septiembre de 2022
  • En caso de lograr su objetivo, "iba a haber desestabilización" y "una guerra civil", ha asegurado

Por
La expresidenta de Argentina Cristina Fernández en una imagen de archivo
La expresidenta de Argentina Cristina Fernández en una imagen de archivo EFE/Luciano González

El ciudadano brasileño Fernando Sabag Montiel, principal imputado por el atentado fallido contra la expresidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015), ha admitido este miércoles haber querido matarla por ser “una corrupta”, según ha dicho durante la declaración indagatoria en el inicio del juicio oral.

Sabag Montiel, de 37 años, ha confesado haber apretado el gatillo "una vez" frente al rostro de la exmandataria la noche del 1 de septiembre de 2022, un hecho que provocó una gran conmoción política y social y que movilizó a amplios sectores del país contra los discursos de odio y la violencia política.

"Fundamento mi acto de que lo hice porque es ladrona”, ha aseverado Montiel, quien ha agregado que su pareja, Brenda Uliarte, imputada como coautora, y Nicolás Carrizo, acusado como coautor y partícipe necesario, se autoincriminaron porque supuestamente estaban “financiados”.

Sabag Montiel ha hecho referencia a la supuesta hipótesis de que el intento de magnicidio estaba financiado por terceros, si bien la Fiscalía ha indicado que no se han podido comprobar supuestos vínculos en el crimen con movimientos de ultraderecha y centroderecha de Argentina.

"Desestabilización" y "una guerra civil"

El procesado como autor material del hecho ha reafirmado que “(intentar) matar a Cristina (Fernández)” fue “un acto de justicia y no un acto" en el que trató de favorecerse económicamente.

También ha manifestado ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6 de Buenos Aires que, en caso de lograr su objetivo, "iba a haber desestabilización” y "una guerra civil".

Según las pericias realizadas en la pistola modelo Bersa Thunder, la utilizada por Montiel, el proyectil no salió de la recámara porque el arma no fue amartillada.

El imputado ha dicho que no volvió a intentarlo porque fue interceptado por seguidores de Fernández, en alusión al grupo de adherentes que durante varios días hacían guardia frente a su residencia en ese entonces para darle muestras de apoyo. Fernández acababa de ser acusada de corrupción.

“No le volví a dar recarga al arma porque fui interceptado. No tuve momento de salida o escape del plan. Estaba a treinta centímetros de ella”, ha añadido.

Admite haber planificado y organizado el atentado

Las declaraciones de Montiel están en línea con algunos de los testimonios leídos durante la audiencia y que fueron recabados en la investigación junto a material audiovisual captado por la prensa local y varios transeúntes, presentes el día del ataque, y serán expuestos cada miércoles hasta contar con los 277 testigos presentados por la Fiscalía.

De acuerdo a la investigación judicial, tanto Montiel, como Uliarte y Carrizo vendían algodón de azúcar en las inmediaciones del departamento de Fernández con la intención de familiarizarse con el lugar, sus movimientos y de la custodia de la entonces vicepresidenta (2019-2023).

Sin embargo, Sabag Montiel ha admitido haber planificado y organizado el atentado, mientras que el rol de Uliarte era solo de "acompañante" y con Carrizo solo tenían una "relación laboral".

En el teléfono celular de ese último se encontraron conversaciones vinculadas con la agresión en las que los acusados hablaban de su 'modus operandi' y que Montiel consideró "fabricadas": "A Carrizo jamas le conté lo que iba a hacer para preservarme a mí mismo".

"Yo se que ellos recibieron dinero para grabar la premeditación de dos o tres personas. Hicieron contrainteligencia para embarrar la cancha", ha dicho. También ha señalado que, tras ser detenido por la Policía, su teléfono fue destruido y reemplazado por otro.

El juicio proseguirá el próximo miércoles con las indagatorias de Uliarte y Carrizo con los primeros testigos del caso.