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Elecciones en Reino Unido

El 'Brexit', cinco primeros ministros y una sanidad en crisis: el legado de 14 años de gobierno conservador

  • En 2010, David Cameron logró desbancar al Partido Laborista del número 10 de Downing Street
  • Los expertos coinciden en que "todo cambió" tras el referéndum del 'Brexit' en 2016

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Elecciones Reino Unido: El legado de 14 años de gobierno conservador
Los primeros ministros de Reino Unido desde 2010

En los 14 años en los que ha gobernado el Partido Conservador, Reino Unido ha sido escenario del 'Brexit', la pandemia del coronavirus, la guerra en Ucrania, una seria crisis económica y varios escándalos políticos que han dejado a muchos británicos con un maltrecho poder adquisitivo y peores condiciones laborales.

Durante estos años, cinco primeros ministros conservadores han pasado por el número 10 de Downing Street, incluidos tres en solo cuatro meses, y las encuestas pronostican que los laboristas arrebatarán el gobierno a los 'tories'.

Pero las cifras que más resuenan en la campaña son las que afectan directamente al ciudadano medio británico. Actualmente, 4,3 millones de niños viven en una pobreza relativa y la lista de espera del NHS, la sanidad pública británica, es de 7,5 millones de personas solo en Inglaterra. Muchos no dudan en señalar a la salida de la Unión Europea como responsable.

"El 'Brexit' está demostrando ser el desastre económico que muchos temíamos. Los efectos de más de una década de austeridad se están notando muy acuciosamente en servicios públicos básicos como la salud y la educación", señala a RTVE.es el catedrático en Derecho Económico de la Universidad de Bristol, Albert Sánchez Graells. "Políticas fiscales regresivas han exacerbado la desigualdad económica y los escándalos asociados a las fiestas ilegales y la percepción de corrupción en la adjudicación de contratos públicos durante la pandemia, la impunidad con que se ha dejado sin investigar el fraude masivo en los mecanismos de ayuda durante la pandemia y el desprecio y falta de humanidad básica con que se trata a los inmigrantes y los más necesitados han erosionado completamente la confianza en un partido que se tiene por responsable y garante de la ley y el orden", asegura.

El catedrático recalca que "no es un error aislado, sino una sucesión de malas decisiones, excesivo personalismo y desgaste institucional que han llevado a los más bajos niveles de confianza en el sistema político en general y en los 'tories' en particular".

Cinco primeros ministros en 14 años

David Cameron logró en 2010 que el Partido Conservador echara del poder al Partido Laborista, entonces en el Gobierno desde 1997. No obstante, los conservadores para empezar tuvieron que formar un gobierno de coalición —el primero desde 1945— con los centristas Liberales Demócratas.

Cuatro años después, se celebró en Escocia un referéndum que amenazaba con dividir al Reino Unido. El 55% de los escoceses votó en contra de la independencia, una victoria para Cameron y los principales partidos políticos nacionales sobre el Partido Nacional Escocés.

En 2015, Cameron obtuvo una mayoría inesperada y un segundo mandato como primer ministro tras la celebración de unas elecciones que se auguraban reñidas. Aunque estaba a favor de que su país permaneciera en la Unión Europea, Cameron cumplió su promesa de convocar un referéndum sobre la salida del bloque comunitario.

La consulta celebrada el 23 de junio de 2016 causó una conmoción mundial después de que el 52% de los británicos votara a favor del 'Brexit'. El resultado rompió una vinculación con la UE de más de 40 años y llevó a la dimisión de Cameron como primer ministro, dando paso a la etapa más convulsa de estos 14 años de los conservadores en el poder.

"Todo cambió en 2015 con la sorpresa de que los conservadores consiguieran una mayoría y la gran decisión fue convocar un referéndum", afirma el profesor de la Universidad de Leicester, Adam Cygan. "A partir de ahí es cuando podemos identificar que las cosas empiezan a ir mal", opina.

"Fue un error porque Cameron pensó que lo podía ganar. A pesar de que la gente no estaba tan decepcionada con la UE, sí que estaba muy decepcionada con el estado de la política británica. Parte del problema que se encontraron los conservadores fue que desde 2010 hubo un Gobierno que fundamentalmente adoptó una política de austeridad", añade.

Reino Unido ha tenido cinco primeros ministros en tan solo 14 años marcados por el Brexit y la pandemia.

Boris Johnson es el único primer ministro que ha logrado el respaldo de más de la mitad de la población y fue en lo más duro de la pandemia. Liz Truss tiene el récord de mayor desaprobación, con solo el 6% del apoyo de los ciudadanos en el mandato más breve de la historia de Reino Unido.

El Gobierno de David Cameron tuvo su mayor índice de aprobación en 2015, cuando logró su segundo mandato y prometió convocar un referéndum sobre la salida de la Unión Europea. Esa popularidad bajó después de que se celebrara la votación y los británicos decidieran salir del bloque comunitario.

El peor índice de aprobación obtenido por el Gobierno de Theresa May fue en mayo de 2019, con un 9% de popularidad, cuando anunció que dimitiría tras tres años en el cargo, en un período repleto de polémicas y disputas sobre el 'Brexit'.

Aunque el Gobierno de Boris Johnson fue el que hizo realidad la decisión de la salir de la UE, su mayor índice de popularidad lo logró durante la pandemia del coronavirus. Esta aprobación cambió drásticamente unas semanas antes de dejar el cargo, tras una larga lista de escándalos y una revuelta ministerial.

A finales de septiembre y principios de 2022, el índice de aprobación del Ejecutivo de Liz Truss empezó a reducirse drásticamente, coincidiendo con el anuncio de un plan fiscal que hizo que se desplomara el valor de la libra. Fue una de las principales razones por las que dimitió tan solo 44 días después de entrar en Downing Street.

Aunque el índice de aprobación del Gobierno de Rishi Sunak se ha mantenido bastante estable durante sus dos años de mandato, uno de los momentos en los que fue más alto coincidió con el acuerdo alcanzado en febrero de 2023 con la UE sobre normas comerciales para Irlanda del Norte. Después bajó cuando convocó elecciones anticipadas.

Actualmente, siete de cada diez británicos desaprueban la labor del Gobierno.

El Partido Conservador eligió a Theresa May para ocupar el número 10 de Downing Street. Convocó elecciones anticipadas en 2017, en una apuesta arriesgada en la que los conservadores perdieron su mayoría absoluta y tuvieron que formar un Gobierno con el apoyo del Partido Unionista Democrático (PUD), una formación pro-Reino Unido en Irlanda del Norte.

May pasó en el cargo tres años en los que no hubo una semana sin polémicas, disputas y batallas internas por el poder conservador, la mayoría debidas al 'Brexit'. En julio de 2019 dimitió y fue Boris Johnson, uno de los principales rostros de la campaña a favor de la salida de la UE, quien ganó la contienda interna de los conservadores para sucederla.

Johnson convocó elecciones anticipadas e hizo campaña bajo el lema "Hacer el 'Brexit'". Con su victoria llevó a los conservadores a su mayor triunfo electoral desde el de la 'La dama de hierro', Margaret Thatcher, en 1987.

El exalcalde de Londres y exministro de Exteriores logró cerrar un acuerdo para el 'Brexit' y Reino Unido salió del bloque comunitario el 31 de enero de 2020. Además, lideró el país durante la pandemia del coronavirus, pero después de una larga lista de escándalos y una revuelta ministerial terminó forzando su dimisión.

Después de Johnson, llegó en septiembre de 2022 Liz Truss, quien anunció su dimisión tan solo 44 días después de alcanzar al poder y tras plantear un "plan de crecimiento" para reducir los impuestos y la regulación que desplomó el valor de la libra y disparó la prima de riesgo en Reino Unido.

El actual primer ministro, Rishi Sunak, fue el elegido para sucederla. En febrero de 2023 consiguió un acuerdo con la UE sobre normas comerciales para Irlanda del Norte, mejorando los vínculos con Bruselas. Durante su mandato, Sunak ha tratado de dar un impulso a la economía, pero el crecimiento y la productividad siguen estancados, mientras que la carga fiscal está en su nivel más alto en 70 años. Con las elecciones del 4 de julio, estamos posiblemente ante la escena final de este periodo de gobierno de los conservadores.

El 'Brexit', la huella más profunda y "negativa" de los conservadores

El abandono de la UE ha tenido serias consecuencias para la economía de Reino Unido, pero el impacto es más obvio en término de inversión empresarial, en la que se ha registrado un gran déficit en comparación con la tendencia de crecimiento posterior a 2010.

El propio vicegobernador del Banco de Inglaterra, Dave Ramsden, afirmó que los efectos del referéndum de 2016 habían "enfriado" la inversión empresarial en Reino Unido.

En los años inmediatamente posteriores al referéndum del 'Brexit', la inversión empresarial en Reino Unido se mantuvo esencialmente estable, pero con la pandemia del coronavirus sufrió un duro golpe del que se ha ido recuperando poco a poco.

"No hay pruebas de que el 'Brexit' haya hecho nada positivo para la economía británica. No hay nuevos acuerdos comerciales de importancia que puedan igualar los beneficios de estar dentro de la UE y el consenso abrumador entre los economistas académicos y profesionales es que ha deprimido la tasa de crecimiento de Reino Unido", comenta el profesor de Política en la Queen Mary University de Londres, Tim Bale. "En cuanto a la política, ha dado lugar a una polarización bastante venenosa de la que el país aún no se ha recuperado", añade.

En este sentido, Sánchez Graells defiende que el 'Brexit' "ha sido muy negativo para las empresas". "Prolongados periodos de incertidumbre, retrasos en la implementación de nuevos controles y los costes y barreras administrativas derivadas del fin de la libre circulación en el mercado interior han generado una clara pérdida de competitividad y han retrasado significativamente los proyectos de inversión privada", subraya.

Un Reino Unido cada vez más pobre

Cuando David Cameron asumió el cargo de primer ministro en 2010, lo hizo tras una crisis financiera con la promesa de restaurar el crecimiento del país. Desde entonces, el Reino Unido ha tenido una evolución económica sombría en comparación con el período anterior a la crisis de 2008.

Entre 2010 y 2023, el PIB de Reino Unido creció una media del 1,5%, lo que sitúa al país en tercer lugar entre las naciones que forman el G7, por detrás de Estados Unidos y Canadá. A finales de 2023, Reino Unido retrocedió un 0,3% y entró en una recesión técnica, pero en el primer trimestre de 2024 el crecimiento ha sido del 0,6%.

El crecimiento en la década de 2010 se vio impulsado por un auge del empleo, aunque la pandemia, la guerra en Ucrania y el aumento de la inflación han causado una desaceleración del crecimiento económico.

"Obviamente, los acontecimientos externos no han ayudado, sobre todo el COVID y el impacto de Ucrania en los precios de la energía y las tasas de interés", asegura Bale. "Pero Reino Unido se ha recuperado más lentamente de ambas en comparación con la mayoría de las economías europeas y, especialmente, con Estados Unidos", subraya.

El catedrático Sánchez Graells coincide en que "las circunstancias globales no han ayudado" y que el 'Brexit' "ha sido un factor diferencial que ha empeorado la situación de manera significativa".

Actualmente, una quinta parte de los británicos vive por debajo del umbral de la pobreza relativa y, aunque los precios de la vivienda media han bajado ligeramente de su máximo de 2022 de 284.600 libras esterlinas, el coste de las propiedades sigue siendo enorme para la mayoría de los ciudadanos.

"Es evidente que el Reino Unido es más pobre. Nuestro PIB es probablemente un cuatro o un cinco por ciento menor de lo que habría sido estando dentro de la UE como mínimo", indica Cygan. "Ahora exportar a la UE es muy difícil, es caro. Vemos productos que llegan a Reino Unido desde la UE que son más caros, hay estantes vacíos en las tiendas, en algunos casos porque los productos no se mueven con tanta libertad como antes", recalca.

Sin cumplir la promesa de reducir la inmigración

En los 14 años de gobierno conservador, la inmigración ha sido uno de los asuntos que más ha preocupado, con el objetivo planteado por David Cameron y Theresa May de limitar la migración neta a "decenas de miles", la promesa de Johnson de disminuir "las cifras generales" y el compromiso de Sunak de "detener las embarcaciones". Sin embargo, la migración neta actual es más de 2,5 veces mayor que la de 2010 y el doble que la de 2015, cuando los conservadores formaron un gobierno con la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes.

Desde 1994, la migración neta disminuía ligeramente en la mayoría de los años, pero 2021 marcó un cambio en la inmigración. Esta fecha coincide con el fin a la libre circulación entre Reino Unido y la UE, la flexibilización de las restricciones de viaje tras la pandemia y otros acontecimientos como la guerra en Ucrania.

Además, la nacionalidad de aquellos que emigran a Reino Unido ha cambiado, ya que desde mediados de 2012 hasta 2021, la mayoría de las personas procedía de países de la Unión Europea.

Según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONS) de Reino Unido, en diciembre de 2023 el 85% de las personas que llegó al país procedía de países no pertenecientes a la UE, comparado con poco más de la mitad en 2010 y una media de un tercio entre 2013 y 2018.

Una sanidad pública en crisis

Desde que los conservadores apartaron del poder a los laboristas del gobierno, los hospitales y centros de salud públicos han visto cómo se ha recortado su financiación de forma notable. Entre 1997 y 2010, los primeros ministros laboristas Tony Blair y Gordon Brown, aumentaron el gasto del NHS en una media anual del 6%, una cifra que se redujo al 1% durante los primeros cinco años de Cameron en el poder.

Actualmente, los tiempos de espera en las urgencias son cada vez mayores y las listas de espera del NHS en Inglaterra han crecido hasta los casi 7,6 millones de pacientes en abril, casi el triple que los 2,6 millones que esperaban tratamiento cuando Cameron se convirtió en primer ministro en 2010.

"El NHS está en crisis, con largas listas de espera para tratamientos de rutina y largos tiempos de espera en casos de emergencia", comenta Bale. "Es posible que la financiación haya aumentado en términos reales, pero no lo suficientemente rápido como para satisfacer la demanda de una población que envejece y es cada vez más obesa", señala.

Por su parte, Cygan afirma que Reino Unido tiene menos médicos y que "se están yendo al extranjero". "Antes no era un problema, porque venían médicos de la UE. Tenemos una carencia de médicos, tenemos 50.000 plazas de enfermeros que no se han cubierto… No es que falte dinero, es que el sistema no está funcionando bien", añade.