'Invasión', el amor en medio de una invasión alienígena

David Martín-Porras adapta al cine la exitosa obra de teatro de Guillem Clua
Protagonizada por María Adánez, Claudia salas y Álvaro Rico, llega a los cines este 28 de junio

28.06.2024 09:09 horas

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JESÚS JIMÉNEZ (@VINETABOCADILLO)

Tras el éxito en los teatros de Invasión, una obra sobre la guerra que Guillem Clua escribió especialmente para ser contada por y para jóvenes, nos llega la versión cinematográfica, adaptada por el propio Guillem, dirigida por David Martín-Porras (La piel en llamas) y protagonizada por María Adánez, Claudia Salas, Álvaro Rico, Fran Berenguer, Nourdin Batán, Sofía Oria, Andrés Gertrúdix, Marga Arnau y Carlos Fuentes. Una interesante película sobre tres historias de amor, en medio de una invasión extraterrestre, que llega a los cines este viernes, 28 de junio.

Hemos hablado con el director, David Martin-Porras, que nos ha confesado que: "Cuando leí la obra de teatro me voló la cabeza. Recuerdo que estaba en Guatemala, dando una clase de cine ahí en la universidad y me la envió Eduardo Campoy, el productor, que había quedado muy contento con La piel en llamas, que fue la primera película que hicimos sobre otra obra de teatro de Guillem Clua. De hecho, quedó tan contento que le pidió más obras y esta fue la que le envió".

La obra original la escribió Guillem, en 2007, para 'La joven compañía' y se estrenó en el teatro Conde duque de Madrid. "Me encantó -añade el director- porque hablaba del presente, de la guerra de Afganistán, de la experiencia de su abuela en la Guerra Civil, que los aliens era un cómic... Y es un canto al amor como única salida a todo conflicto, una invitación a mirar al otro de igual a igual y confiar en él mostrando nuestras debilidades".

"Como director era un reto muy emocionante cómo plasmar todas esas cosas en imágenes -añade-. Y mantener el suspense, porque escondemos una información importante hasta el final, en un giro un poco a lo Shyamalan... era muy complicado que todo encajara sin hacer trampas ni engañar al espectador. Pero me encantan los retos".

"A un nivel más personal -confiesa el realizador-, la historia de Iker, uno de los protagonistas, es mi propia historia. No he sido un soldado que ha salido del armario en pleno combate, pero me he criado en Salamanca en los años 80 y 90, he ido al Colegio de los Maristas y la educación sexual que he tenido como gay, con 14 años, es como de denuncia. Yo tardé muchos años en aceptarme, hasta los 30, por lo que entiendo al personaje de Iker perfectamente".

"La historia de Iker -concluye David-, la de todas las historias de amor, tiene mucho que ver con eso. Porque yo creo que si tu no te aceptas a ti mismo no te puedes enamorar y difícilmente se enamorarán de ti. Hasta que no te aceptas y dejas de estar amargado no puedes amar a otros. Por eso esas historias de amor de la película me parecen tan universales.

El amor como solución a los conflictos

Invasión cuenta la historia de una irrupción extraterrestre que tiene sometida al planeta Tierra, durante la cual dos prisioneros de bandos contrarios encerrados en una celda, tres soldados del ejército español refugiados en una fábrica y un matrimonio de científicos a solas con un extraterrestre preso deberán aprender a confiar en el enemigo para poder sobrevivir la noche más larga de sus vidas. Y terminarán descubriendo que el amor quizá sea lo único que puede salvarlos.

Una historia que es intemporal, a pesar de haberse inspirado en la guerra de Afganistán. "Por desgracia es completamente actual -asegura David-, con los conflictos en Gaza y en Ucrania. Si te das cuenta el mensaje de la película, que el amor es la salida a cualquier conflicto, es verdad. Porque nunca conseguiremos la Paz imponiéndosela al otro, sino aceptándolo como es. Es la única solución".

"Mira lo difícil que fue la Transición Española, que Carrillo y Fraga se sentasen en la misma mesa -añade el director-. Pero lo hicieron. Ojalá pudieran hacer lo mismo en estos dos grandes conflictos. Pero quizá la guerra sea más fácil o más lucrativa".

"Un personaje que a mí me gusta mucho -puntualiza-, es el de María Adánez, que, en la historia, es una intérprete de farsi que ha muerto en Afganistán. Pero Iker, en su cómic, la recrea como una especie de guerrera que lucha contra los alienígenas, pero que también estudia su lenguaje para intentar comunicarse con ellos. Es un personaje que tiene muchas similitudes con el de Amy Adams en La llegada (Denis Villeneuve, 2016) y que refuerza esa idea de que, sin diálogo, no hay salida posible".

La película, al igual que la obra de teatro, también intenta acercar el drama de esas guerras que a los jóvenes les puede parecer algo muy lejano. "Por suerte yo tampoco sé lo que es -confiesa David-. El otro día leí un titular en un periódico sobre que Europa quiere ir preparando mentalmente a su población de que, es posible, que entremos en guerra en la próxima década. Por desgracia la guerra sigue siendo el principal medio de comunicación entre naciones, entre pueblos o entre regiones. Lo de sentarse a hablar en una mesa de diálogo es algo todavía minoritario, aunque lo damos por hecho porque vivimos en una parte del mundo privilegiada en ese sentido. Pero desgraciadamente, en el resto del mundo no es así".

Carlos Giménez dibuja el cómic que aparece en la película

La película tiene influencias de clásicos de la ciencia ficción como la mencionada La llegada o La Cosa (John Carpenter, 1982), pero no son las únicas: "El cómic es un elemento fundamental en esta película -confiesa David-, porque el protagonista está dibujando un cómic, que descubrimos que son las otras dos historias que queremos contar. Además, como es una película de bajo presupuesto, el lenguaje de cómic nos ha permitido contar una historia muy grande, nada menos que una invasión alienígena, con muy pocos recursos".

"Para otros aspectos -continúa el director-, como la celda donde encierran a los protagonistas en una escena, me inspiré mucho en películas del expresionismo alemán, como Metrópolis o El gabinete del Doctor Caligari, que son muy estilizadas y tienen ese punto artificioso y extraño que viene genial a la historia. Por ejemplo, sorprende lo limpia que está esa celda. Parece un plató, un decorado. Eso está hecho aposta, porque realmente no es real, es una historia ficcionada que sale de la cabeza de Iker y que se inspira en la historia de su abuela en la Guerra civil. Por eso tenemos proyecciones reales de la Guerra Civil en esa celda".

En cuanto al cómic que menciona David, ha sido realizado por el mítico dibujante Carlos Giménez (Paracuellos, Los profesionales) "Tengo que agradecerle que se metiera en este proyecto porque le gustó mucho -nos comenta David-. Estaba en su casa, dibujando tranquilamente sus cómics personales y le hizo gracia. Es experto en cómics de la Guerra Civil y también ha dibujado cómics de Ciencia Ficción (Dani Futuro). Yo quería que en la película hubiera estos referentes nacionales y por eso hemos elegido a Carlos. También tenemos a Estopa para la banda sonora y encontraréis referencias a Lorca".

¿Veremos a los extraterrestres?

Preguntamos a David Martin-Porras hasta qué punto han querido ser fieles a la obra de teatro. "Hemos roto mucho la teatralidad -asegura-, al menos mucho más que en nuestra anterior película, La piel en llamas. Aunque la historia transcurra en tres espacios en los que están confinados los protagonistas, hemos dado a la película un tratamiento diferente, al que contribuyen las interpretaciones de los actores, que rompen con esa teatralidad. Es verdad que el diseño visual es artificioso, como comentaba, pero a los soldados los hemos rodado con mucha cámara al hombro y buscando ese punto de vista de los personajes. Para eso nos hemos inspirado en El hijo de Saúl, que usa esos encuadres muy cerrados, como atrapando dentro a los personajes. Es todo como muy confinado porque, es como un campo de concentración".

En cuanto a los extraterrestres, David nos confiesa: "No se ven. Sabía que si se veían no íbamos a cumplir las expectativas. De hecho, en Señales, de Shyamalan, que es otra de las influencias para esta película, a mí me funciona hasta que ves al extraterrestre. En cuanto lo ves pierde todo el misterio. Y era un reto importante. Hay un momento en que el extraterrestre habla a través de uno de los personajes y creo que funciona muy bien, mucho mejor que si hubiéramos mostrado al alien. Eso sí habría sido una gran decepción. En este caso creo que la imaginación es mucho más poderosa que mostrar al extraterrestre".

Invasión llega a los cines este viernes, 28 de junio.

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