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Cierran los colegios electorales en Irán después de que el Gobierno prolongara la votación seis horas

  • Unos 61 millones de iraníes están llamados a votar en unos comicios sin un claro favorito
  • Las encuestas prevén una segunda vuelta ante la incapacidad de los candidatos de obtener el 50% de los votos

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El Gobierno de Irán prolonga la votación en las presidenciales hasta medianoche ante el escepticismo del electorado

Irán ha cerrado ya los colegios electorales tras extender hasta la medianoche la votación de las elecciones presidenciales anticipadas tras la muerte del anterior mandatario en un accidente de helicóptero, Ebrahim Raisí. Los comicios parten sin un favorito claro entre el electorado.

Los iraníes debe decidir entre el pragmatismo del conservador Mohamad Baqer Qalibaf, el candidato ultraconservador Saeed Jalili y el reformista Masoud Pezeshkian para suceder al presidente Ebrahim Raisí.

Hasta el momento se han contabilizado más de 14 millones de votos, de los cuales el único candidato moderado, Massoud Pezeshkian, había obtenido más de 5,9 millones de votos y su contrincante de línea dura, el ex negociador nuclear Saeed Jalili, más de 5,5 millones, según han mostrado los resultados provisionales del Ministerio del Interior.

Unos 58.000 colegios abrieron sus puertas a las 08:00 hora local (4:30 GMT) y cerraron a medianoche (20:30 GMT) tras tres extensiones del horario en todo el país, donde estaban llamados a las urnas 61 millones de personas, informó la Comisión Electoral iraní.

El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, fue el primero en depositar su papeleta en un acto televisado en el que llamó a votar de nuevo, ante las expectativas de una baja participación.

Según ha informado la Comisión Electoral iraní, el plazo había extendido hasta las 20:00 hora local (18:30 hora de España), una prórroga habitual en las elecciones iraníes y que finalmente ha llegado hasta las 00:00 del sábado de acuerdo con el horario iraní. Se espera que los resultados se anuncien este sábado.

De acuerdo con datos de las encuestas locales, se espera una posible segunda vuelta el 5 de julio dado que parece que ningún candidato logrará un 50% de los votos.

Políticos con puntos de vista casi opuestos

Los tres favoritos son políticos con puntos de vista casi opuestos, que tendrán que hacer frente a un momento geopolítico muy complejo, con la guerra en Gaza y las tensiones por el acelerado programa nuclear iraní.

Pezeshkian, cirujano de 69 años de la minoría azerí y exministro de Sanidad, comenzó con pocas expectativas pero ha ido ganando peso con un mensaje de acercamiento a Occidente y críticas al velo, a lo que se ha sumado el apoyo del bloque reformista.

En frente tiene a Qalibaf, un exgeneral de la Guardia Revolucionaria, exjefe de Policía, exalcalde de Teherán y presidente del Parlamento de 62 años que goza de una reputación de buen gestor y mano dura.

El tercer favorito es el ultraconservador Saeed Jalili, quien ha sido descrito a sus 58 años como un “verdadero producto de la Revolución Islámica” y se muestra opuesto a Occidente.

El presidente iraní tiene capacidad de decisión en cuestiones nacionales y, en menor medida, en política exterior y de seguridad. El líder supremo, Ali Jameneí, ejerce de jefe de Estado con vastos poderes.

El líder supremo anima a los ciudadanos a votar

Durante todo el día, los medios estatales han mostrado filas de hombres y mujeres esperando, con documentos de identidad en mano, antes de emitir su voto en las urnas de mezquitas o escuelas decoradas con los colores nacionales.

Como es tradicional, el líder supremo iraní, Alí Jameneí, ha votado a primera hora ante las cámaras televisivas y ha llamado de nuevo a participar en los comicios. "El día de las elecciones es un día de alegría y felicidad para nosotros los iraníes", ha indicado. “Recomendamos a nuestra querida gente que se tome en serio la votación y participe en ella. No veo ningún motivo para dudar”.

Irán celebra elecciones presidenciales para suceder a Raisí con Said Jalili como favorito

“La continuación, la fortaleza, dignidad y el honor de la República Islámica ante el mundo depende de la participación del pueblo”, ha asegurado la autoridad política y religiosa.

Hasta el momento, las autoridades no han facilitado cifras sobre la participación. Se esperan resultados oficiales a más tardar el domingo, pero las estimaciones se publicarán el sábado.

Apatía y escepticismo entre los votantes

Pese a la voluntad política del líder supremo, entre los votantes reina un escepticismo y apatía generales ante una economía lastrada por una inflación del 40%, la devaluación de la moneda y un 20% de paro entre la población joven.

A ello se suma el desencanto de muchos iraníes con la República Islámica ante la falta de las libertades sociales, en especial la imposición del velo islámico, un tema candente desde la muerte de Mahsa Amini en 2022 tras ser detenida por no llevarlo bien puesto, que provocó fuertes protestas.

Esta apatía entre los 61 millones de votantes preocupa a la República Islámica, que otorga una gran importancia a la participación en las elecciones como muestra de su legitimidad y respaldo popular. En los anteriores comicios, esta no llego ni al 50%.

La única sorpresa entre candidato podría proceder del reformista Massoud Pezeshkian, prácticamente desconocido cuando el Consejo de Guardianes, el organismo encargado de supervisar las elecciones, le permitió presentarse como candidato. Sin embargo, para salir electo es probable que deba contar con una alta participación del electorado, en torno al 49%. En los anteriores comicios no hubo oportunidad a que ningún candidato reformista se presentase en los comicios.

En las elecciones parlamentarias de marzo se registró el porcentaje más bajo en los 45 años de la República Islámica, cuando solo un 41 % del electorado acudió a las urnas, mientras que en las presidenciales de 2021 votó un 48 %.