Cinco pequeñas editoriales con una mirada diferente
- Los sellos independientes ofrecen espacio a las mujeres escritoras
- Muchas se empeñan en recuperar la memoria y dar a conocer a autoras de otros países
- En Objetivo Igualdad, el domingo a las 14,30h en Canal 24 horas
Sobrevivir en un mundo editorial cada vez más concentrado es complicado para los sellos independientes. Puede ayudar el impulso de tener un objetivo específico, un campo literario poco frecuentado por las grandes, el empeño de dar difusión a obras que no han encontrado hueco en la jungla de las tiradas masivas.
Dentro de ese mundo alternativo a la gran empresa editorial, hemos seleccionado cinco propuestas que tienen algo en común: una perspectiva feminista. Hay muchas más, por supuesto, pero esta somera selección sirve para mostrar ejemplos de veteranía y sellos recién nacidos, de diferentes objetivos, de visiones y estrategias diferentes.
Editorial Tránsito (2018)
Tiene al frente a dos hermanas: Sol Salama en la edición y Donna Salama en el diseño. Entre sus últimas propuestas: "Sólo quería bailar", de Greta García, "Mar en calma y feliz viaje" de Bette Howland o "Amor de invierno", de Han Suyin. Fundamentalmente, Transito publica a mujeres, compaginando voces nuevas y veteranas.
Sol Salama reconoce que fundó la editorial para editar esos contenidos que no encontraba.: "Yo quiero publicar literatura contemporánea, armar un catálogo de voces, principalmente mujeres. Me interesa que provengan de todo el mundo y que conversen, que dialoguen sobre diferentes temáticas. Busco literatura latinoamericana, literatura francesa... y por supuesto española".
¿Tienen las autoras más espacio ahora en las librerías? Salama es optimista: "Yo creo que ahora mismo estamos viviendo un un momento muy rico en cuanto a autoras. Están en todos lados, en grandes sellos, en pequeños sellos... Yo creo que ahora mismo estamos poco a poco revirtiendo el canon".
Editorial Torremozas (1982)
Fundada por Luz María Jiménez Faro, ahora es su hija Marta Porpetta, ayudada por su marido, Jesús Herrero, quienes llevan la editorial. Ellos destacan que Luz María Jiménez fundó la editorial en unos años complicados en los que las mujeres encontraban poco espacio en los catálogos de las editoriales y con el objetivo de visibilizarlas. Esta labor ha continuado y ha convertido a Torremozas en todo un clásico. En 2022, cuando cumplía 40 años de actividad, se llevó el premio Estandarte a la mejor editorial.
Todavía sigue teniendo como objetivo recuperar y ofrecernos a autoras imprescindibles. Ejemplo de esta labor son dos de sus últimas novedades: "El unicornio negro", de Audre Lorde y "Poemas a Amanda", de Carmen Conde. "Las autoras que publicamos han de tener sobre todo una calidad literaria importante. Intentamos descubrir autoras que están en el olvido o que en sus países son grandes figuras pero aquí en España no se conocen", explica Jesús Herrero.
Poesía, teatro, ensayo, narrativa... también ediciones bilingües. En su catálogo, por ejemplo, una colección dedicada a la obra de Gloria Fuertes, antologías poéticas desde autoras irlandesas a uruguayas o la recuperación de obras de clásicas como Concha Méndez o Gertrudis Gómez de Avellaneda.
Editorial Renacimiento (1981)
Esta editorial comenzó publicando poesía. Tiene también una historia de más de cuarenta años y continuidad familiar. Christina Linares ha cogido el testigo de sus padres: "Como también somos librería de libro antiguo, empezaron mis padres a viajar por Latinoamérica, por México, Perú, Argentina... buscando libros antiguos de autores y autoras exiliados y luego en la editorial se empezó a reeditar sus obras. Por eso empezamos hace más de 20 años recuperando obras por ejemplo del exilio de María Teresa León o de la Fortún.
Elena Fortún es una de las autoras recuperadas por Renacimiento, con más de 30 obras reeditadas o inéditas, su colección de Celia o "Oculto Sendero". En la labor de rescate de obra propia de referentes del feminismo, destacan los escritos de Clara Campoamor ("El voto femenino y yo", "La revolución española vista por una republicana"...) o María Lejárraga ("Carta a las mujeres de España", "Canción de cuna", "Feminismo y feminidad"...).
Son autoras que se merecían ser recuperadas por su calidad y su importancia histórica, independientemente de tratarse de mujeres, aclara Christina Linares. De hecho, la editoral también publica estudios y ensayos sobre estas autoras: "Me parece que es importantísima la labor de las investigadoras y los investigadores que hacen un trabajo de de fijar, de contexto histórico. Esos prólogos maravillosos que hacen, por ejemplo, Nuria Argüelles con Elena Fortún o Antonio Plaza con Luisa Carnés. La lista es interminable".
Godall Edicions (2014)
A esta editorial le gusta definirse como de "slow books", artesanal, que trabaja despacio y con mimo. Matilde Martínez Sallés la fundó tras jubilarse como profesora de instituto y trabajadora freelance en una editorial de libros de texto. Tiene claro por qué la puso en marcha, toda una declaración de principios: "Lo que queremos es dar visibilidad a lo que no se ve".
Empezando por su nombre. La editorial trabaja en Barcelona, Godall es un pequeño pueblo de Tarragona, de la Cataluña despoblada, donde la editora tiene una segunda casa: "Poner el nombre de Godall en una editorial era poner este pueblo y esta comarca que es el Montsiá en el mapa mundial de la literatura y es lo que queríamos hacer", explica. También dan visibilidad a géneros minoritarios, como la poesía o los cuentos. Y han abierto una línea de narrativa gráfica en la que destaca una obra feminista y transgresora, "En tren", de Erin Williams.
"No somos una editorial que sólo edite mujeres, pero casualmente o no casualmente en nuestro catálogo hay muchísimas mujeres. Le diría que 70% son autoras o traductoras", dice Matilde Martínez. Y es que otra de las especialidades de Godall es la traducción y no sólo del catalán: "Hay traducciones del gallego al castellano o del gallego al catalán o del euskera al catalán. Esto es una manera también de hacer ver lo invisible". Han publicado incluso en aranés: "Una lengua minorizada en Cataluña, que muchos catalanes ni saben que existen y la desconocen".
Espinas (2021)
Se define como editorial feminista independiente. Su fundadora, Alicia de la Fuente, también se preguntaba por qué no había más escritoras en las librerías. "Nuestro lema que es que sí había escritoras pero teníamos que encontrarlas", explica. Esta pequeña editorial rescata obras de autoras olvidadas en la historia por ser mujeres o que quedaron a la sombra de los grandes apellidos de sus esposos o hermanos, como Consuelo de Saint-Éxupery o María Dostoievskaia. También recupera a mujeres que tuvieron que utilizar seudónimo masculino para poder publicar, como Matilde Cherner, autora de "María Magdalena", la primera novela sobre una mujer prostituida escrita también por mano femenina.
"Las escritoras no trataban temas "femeninos", sino que hablaban de todos los temas que podían interesarnos. Yo siempre hablo de literatura escrita por mujeres, no de literatura femenina. También me interesa mucho reivindicar cómo la violencia cultural contra las mujeres se ha dado de muy diferentes formas", explica Alicia de la Fuente. Quizás por eso en su catálogo se encuentran también títulos como "Bananos y hombres", de Carmen Lyra, en la que se recorre la sociedad costarricense de hace un siglo para denunciar los abusos de poder contra los sectores de la población más desfavorecidos, sobre todo mujeres y niños.