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Análisis

El cordón sanitario en Francia se desquebraja tras el auge de Le Pen y una derecha tradicional cada vez más débil

  • Al pedir una alianza con Agrupación Nacional, Ciotti rompió el conocido cordón sanitario de la política francesa
  • Los Republicanos tienen menos recursos para demonizar al partido de Le Pen

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Se ultiman los preparativos para las elecciones legislativas en Francia de este domingo

La primera vuelta de las elecciones legislativas francesas se celebra este domingo tan solo unas semanas después de que el presidente del conservador partido Los Republicanos, Éric Ciotti, provocara un terremoto político al anunciar que la derecha gala necesitaba una "alianza" con Agrupación Nacional, la formación de extrema derecha liderada por Marine Le Pen.

La decisión fue calificada como "valiente" por Le Pen, quien afirmó que "40 años de pseudocordón sanitario, que llevaron a perder numerosas elecciones, están en vías de desaparecer". Sin embargo, las principales figuras y la mayoría de los candidatos de Los Republicanos rechazan esa alianza e incluso votaron por expulsar a Ciotti de la formación. El presidente del partido llegó a atrincherarse en su sede en París y logró una sentencia judicial de urgencia favorable que le mantiene formalmente como líder de Los Republicanos.

Las elecciones anticipadas han llevado a partidos de izquierda y de derecha a estudiar alianzas para tener más posibilidades de obtener un buen resultado. La izquierda gala ya ha alcanzado un pacto para abandonar sus diferencias y ha creado un nuevo "frente popular".

Al pedir una alianza con Agrupación Nacional, Ciotti rompió el conocido cordón sanitario de la política francesa, por el que los principales partidos moderados acordaban que nunca se alinearían con la extrema derecha.

"En este caso, el partido que viene de la extrema derecha parece estar dominando la escena política francesa. No se trata de que los principales partidos estén tentados de colaborar con ellos, sino que ellos —la extrema derecha— tengan una posición de liderazgo en la escena política", afirma a RTVE.es el investigador principal de políticas en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), Pawel Zerka. "Esto hace que el cordón sanitario en muchos aspectos sea imposible", recalca.

A juicio de Zerka, si el partido de Marine Le Pen "gana las elecciones, es difícil imponer un cordón sanitario, especialmente si consiguen la mayoría absoluta en la Asamblea, pero si no logran un resultado contundente, todavía sería posible mantener el cordón sanitario".

Frente republicano, no cordón sanitario

La derecha tradicional nunca antes ha llegado a ningún tipo de acuerdo político con la extrema derecha en Francia, por lo que los comentarios de Ciotti dividieron todavía más a un partido que está luchando por volver a encontrar su sitio en la política gala.

En la década de 2000 se había forjado ya el "frente republicano" contra la creciente ultraderecha, cuando el 21 de abril de 2002 Jean-Marie Le Pen llegó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Toda la izquierda —excepto Arlette Laguiller, de Lucha Obrera— hizo un llamamiento para que se votara al candidato de la derecha, Jacques Chirac. El conservador obtuvo el 82% de los votos.

En las elecciones regionales de 2004, las legislativas de 2007 y las municipales de 2009, los partidos tanto de derecha como de izquierda fueron retirando a parte de sus aspirantes en la segunda vuelta para favorecer a cualquier candidato que no fuera de la extrema derecha e impedir que ganara el conocido entonces como Frente Nacional. Este periodo marca la edad de oro llamado "frente republicano" en la política francesa.

"No creo que haya habido nunca un cordón sanitario en Francia, sino que ha habido un frente republicano, porque ese es el mecanismo que ha operado en el caso de Francia desde el año 2002, cuando el padre de Marine Le Pen pasó a la segunda vuelta de las presidenciales", detalla la profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, Ruth Ferrero. 

"Dada la destrucción del sistema de partidos francés, ahora mismo nos encontramos en la tesitura de la reconfiguración de ese sistema de partidos y la población está dando mucho a apoyo a lo que era el antiguo Frente Nacional, a Agrupación Nacional", añade.

La ultraderecha, la "nueva" derecha francesa

El partido de Marine Le Pen y Jordan Bardella obtuvo una contundente victoria en las elecciones europeas celebradas a principios de este mes, lo que llevó al presidente francés, Emmanuel Macron, a disolver el Parlamento y adelantar las elecciones legislativas.

Después de las elecciones de 2017 —que convirtieron a Macron en presidente—, la derecha tradicional se ha ido debilitando poco a poco y cada vez tiene menos recursos para demonizar al partido de Le Pen que tiene un creciente apoyo entre los votantes de Los Republicanos. A medida que el partido de Le Pen se fortalece, también se mueve cada vez más hacia el espacio político de los 'gaullistas', haciendo que se desvanezca la línea que separa la derecha tradicional y la extrema derecha.

"Parece que la nueva derecha en Francia es la ultraderecha. Desde Sarkozy no ha remontado la derecha republicana, la derecha 'gaullista' clásica en Francia", comenta Ferrero. "Ahora mismo, el partido más fuerte de la derecha es el partido liderado por Le Pen y su delfín, Bardella. Claramente, se han hecho con todo ese espectro de la derecha", añade.

Para todos los públicos Las alianzas políticas sacuden el panorama francés de cara a las próximas elecciones legislativas
Transcripción completa

Eric Ciotti cuando en una entrevista ha expresado su voluntad de aliarse

con la extrema derecha de Le Pen.

Muchos de su partido de centro derecha le han pedido que dimita,

y desde los macronistas, la ya ex presidenta

de la Asamblea Nacional, afirma que Chirac ha muerto

hoy por segunda vez, por romper el cordón sanitario

frente a la ultra derecha.

Hace 24 horas parecía que sí, pero ahora no va a haber

alianza de Le Pen con Reconquista,

el partido en el que está su sobrina.

A Le Pen no le convence el líder, Eric Zemmour, más radical todavía;

condenado tres veces por delitos de odio y xenofobia.

El candidato a primer ministro de Le Pen, vuelve a ser

Jordan Bardella, ganador de las europeas

y ahora asegura que están listos

para gobernar Candidato y programa es lo que ahora

tiene que perfilar el frente popular,

las izquierdas unidas para hacer frente a la extrema derecha

y al macronismo.

Socialistas, comunistas, y ecologistas buscan

un perfil moderado, y consensuado, diferente al radicalismo

de Jean Luc Melenchon, de Francia Insumisa,

que en las legislativas de hace dos años diseñó,

la coalición NUPES.

Juntos los partidos progresistas fueron las segunda fuerza

en la Asamblea, en la practica, era desde hace meses

un bloque dividido.

Y en EE. UU.,

un jurado popular ha declarado al hijo de Joe Biden

culpable de mentir sobre su adicción a las drogas

cuando compró una pistola.

El fallo llega menos de dos semanas después del que consideró

al expresidente Trump culpable de 34 cargos.

"Soy presidente pero también padre" ha dicho Joe Biden en un comunicado,

el primer inquilino de la Casa Blanca

con un hijo convicto.

Acepta el veredicto contra Hunder Biden

y ya descartó indultarle hace unos días.

Nuevo capítulo de una carrera presidencial

Las alianzas políticas sacuden el panorama francés de cara a las próximas elecciones legislativas

Según la profesora de la UCM, Los Republicanos "no terminan de encontrar su lugar en los nuevos espacios que se están construyendo en las derechas europeas". "Es como un viejo partido que tiene que reconfigurarse y tiene que replantearse cómo ponerse de nuevo en la escena política y contar con que tenga cierto apoyo por parte de la ciudadanía", recalca.

Por su parte, Zerka subraya que el hecho de que el partido de Marine Le Pen "se esté moviendo —al menos lo que comunica— hacia posiciones de la derecha tradicional, tratando de demostrar que no son tan extremistas como solían ser, les coloca en el lugar en el que se encuentra la derecha tradicional".

"Quizá sustituyan a la derecha tradicional en su papel, en el sentido de que la derecha tradicional no desaparecería en Francia, sino que sería ejercida por otra formación", asevera.

En este aspecto, el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Valencia, Frédéric Mertens de Wilmars, asegura que "la derecha de Le Pen es más presentable que en la época de su padre", mientras en Los Republicanos están en un momento de "implosión". "Unos se van hacia la ultraderecha y otros quizá decidan irse con Macron o partidos más pequeños que representan la derecha moderada, pero que son satélites de Macron", añade.

Los riesgos de que la ultraderecha llegue al poder para Francia y Europa

Francia está a punto de elegir un gobierno que —según las encuestas— podría formarlo la extrema derecha, con medidas drásticas contra la inmigración y que advierte de que hará frente a lo que consideran imposiciones de la Unión Europea.

La extrema derecha no está aumentando solo en Francia, también en otros países de la UE como Alemania, donde el partido Alternativa para Alemania (AfD), quedó en segunda posición con un 16% de los votos en las elecciones europeas, superando a los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz.

En una reciente entrevista concedida a la agencia de noticias Efe, la diputada francesa de origen español Edwige Diaz, que ocupa una de las vicepresidencias de Agrupación Nacional, avanzó que si su formación alcanzara el Gobierno francés tras la segunda vuelta, el partido buscaría excluir ciertas ayudas sociales a los ciudadanos comunitarios.

Para todos los públicos Los sondeos apuntan a un 30% de votos a la ultraderecha de Bardella y Le Pen en la primera vuelta
Transcripción completa

Acapara entrevistas en la televisión

y los actos de campaña.

Jordan Bardella de 28 años, presidente del partido

de ultraderecha de Le Pen, Agrupación Nacional

obtendría más del 30% de los votos, según las últimas encuestas.

Bardella asiste a este acto con líder de los republicanos

al que ha prometido un cargo si llega a ser primer ministro.

El ministro de finanzas del partido de Macron

pide no sucumbir a los cantos de sirena de la extrema derecha.

Y mientras Macron,

desaparecido y con la popularidad en su peor momento.

Su rostro ya no está los carteles electorales.

Sigue con su agenda y deja la campaña en manos

de su primer ministro,

Si los extremos ganan será una catástrofe para el país asegura.

Las encuestas le sitúan en tercer lugar

con un 19% de los votos.

El expresidente Hollande cree que el macronismo ha terminado.

La alianza de izquierdas Frente popular estaría

a pocos puntos de Le Pen en los sondeos.

En torno al 29%

todas las encuestan apuntan a un posible escenario

de ingobernabilidad en la Asamblea nacional.

Sería la primera vez en la historia que habría un bloqueo total.

Ninguno de los tres bloques obtendría la mayoria absoluta.

En ese caso los partidos tendrían que buscar una coalición

o aceptar un Gobierno en minoría.

Algo poco probable según los expertos.

Los sondeos apuntan a un 30% de votos a la ultraderecha de Bardella y Le Pen en la primera vuelta

"Da un poco de miedo que gente con estrechos lazos con Rusia y que en el pasado han tenido unas ideas sólidamente antieuropeas llegue al poder", admite Zerka, quien cree que en ese caso "serían inevitables los conflictos con la UE y con países europeos". "Incluso aunque siga de presidente Macron, que conservará las principales competencias en las áreas de seguridad y política exterior", añade.

"Le Pen no estará satisfecha colaborando con los países europeos en defensa, ni estará entusiasmada apoyando iniciativas para la ampliación de la UE. Entrarán en conflicto con la UE en cuestiones presupuestarias en lo que respecta al mercado eléctrico", detalla.

Por su parte, Mertens de Wilmars señala que el peligro de que la ultraderecha llegue al poder en Francia es que "puede paralizar el progreso de la Unión Europea, porque Francia es uno de los motores del proyecto europeo".

En este sentido, Ferrero cree que con la llegada de la ultraderecha al poder en Francia uno de los riesgos sería "la normalización de posiciones extremas y que cuestionan valores esenciales del sistema europeo". "Todas aquellas políticas que tienen que ver con la familia tradicional, el ataque contra las sociedades abiertas, Francia primero… Todo este tipo de cuestiones son las que están puestas sobre la mesa", indica esta profesora.