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Cepyme acusa al Gobierno de "hostigamiento" a las empresas en medio de la negociación para reducir la jornada laboral

  • Tachan la propuesta de Yolanda Díaz de "injerencia política de espaldas a la realidad del tejido productivo español"
  • En un manifiesto, reprochan la "estigmatización" y una "política continuada de aumento de costes y cargas burocráticas"

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El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, este martes durante el desayuno informativo organizado por Forum Europa
El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, este martes durante el desayuno informativo organizado por Forum Europa EFE/ Chema Moya

La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha cargado este miércoles duramente contra lo que considera "medidas intervencionistas del Gobierno", un "hostigamiento" que ha vinculado a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y de las cotizaciones sociales, así como a las negociaciones en marcha para la reducción de la jornada laboral.

"La sobrerregulación y el excesivo control que se está imponiendo sobre la empresa, la política continuada de aumento de costes y cargas burocráticas, fiscales y sociales se combina con un discurso estigmatizador y un cambio de cultura que se está procurando sobre la figura del empresario basada en la persecución de los beneficios, la rentabilidad y el éxito en los negocios", han expresado en un manifiesto en el que acusan al Ejecutivo de actuar "unilateralmente, mediante la imposición coercitiva, ignorando y menospreciando" el diálogo social y la negociación colectiva.

El escrito ha sido presentado en una asamblea en la que el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha explicado que la confederación trata de denunciar "la situación de ataque a la dignidad" de las empresas, una situación que ha calificado de "injusta" porque "lesiona los legítimos derechos" de la empresa española que ampara la Constitución.

"No hay prácticamente ningún aspecto de la actividad empresarial que no esté intervenido o amenazado por el Gobierno de España", ha afirmado Cuerva, que a su vez ha acusado al Ministerio de Trabajo de "ningunear" las décadas de "negociación social" tratando de "imponer sus trasnochadas tesis de control público de los medios de producción y de planificación económica". "Lo cierto es que está demostrándose que hay poco espacio para la empresa privada ante un Gobierno que adopta tesis comunistas", ha agregado.

Además, durante su intervención, Cuerva ha señalado que solo se podrá hacer frente a esta situación de intervencionismo gubernamental "alzando la voz y levantando la cabeza con orgullo" para reclamar el papel de la empresa española como protagonista en el crecimiento y el progreso de España, y se ha mostrado crítico con el Gobierno por "el asalto a la representatividad empresarial y el intento de deslegitimar lo que somos".

Cepyme pide "salvaguardar la libertad de empresa" 

En el manifiesto, la patronal de las pymes ha defendido la necesidad de "salvaguardar la libertad de empresa" en España a través de siete peticiones entre las que se reivindica que la "ordenación del tiempo de trabajo, la organización de la producción, su funcionamiento y la toma de decisiones son ámbitos privados de la empresa" y se reprochan "intereses electoralistas".

"Reducir el tiempo del trabajo sin reducir la remuneración no solo es una evidente alza de salarios, desligada de la evolución de la productividad empresarial, también es una injerencia en la estructura organizativa de las compañías, que ha sido negociada y pactada con los trabajadores", han señalado, un día después de que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, asegurara que llevará una propuesta a la patronal para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales y criticara la actitud "decepcionante e incomprensible" de los empresarios como una "huelga de brazos caídos".

Para Cepyme, no obstante, su planteamiento supone "una injerencia política de espaldas a la realidad del tejido productivo español", según se lee en el manifiesto.

Reprochan la "estigmatización del empresario"

Asimismo, han lamentado la "estigmatización del empresario" y han reprochado la "intervención" del Estado a partir de "diagnósticos erróneos" y basados en prejuicios.

"El objetivo de las empresas es obtener beneficios. Y esto no debe avergonzarnos. Sólo las empresas con beneficios sobreviven y sólo las empresas con beneficios sólidos pueden invertir, aumentar sus plantillas e incrementar los salarios. Cuando una empresa obtiene beneficios, enriquece a toda la sociedad", han defendido.

Finalmente, han acusado también al Gobierno de no respetar el diálogo bipartito entre sindicatos y empresarios y de utilizar políticamente el diálogo social: "Las reformas inamovibles marcadas unilateralmente por el Ejecutivo y sin margen de alternativa circunscriben el papel de los agentes sociales a lo impuesto, perdiendo legitimidad. Lo político pesa más que el interés general y se busca el acuerdo social para vestir de consenso la imposición. Los empresarios han trabajado con lealtad y confianza siempre, con cesiones incluso solo por mantener el consenso. Exigimos, por tanto, la misma lealtad por parte del Gobierno y solo será posible si despolitiza el diálogo social".

Ayuso respalda a los empresarios frente a "activistas de salón" 

Entre los asistentes ha estado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha inaugurado el evento. En su discurso, ha ensalzado a los empresarios que "sacan adelante cada día sus proyectos" en medio de "una burocracia, unos impuestos y un intervencionismo nunca vistos" y frente a unos "activistas de salón" que les "quieren machacar". "Padecemos políticas frívolas de algunos que no saben lo que cuesta crear empleos", ha aseverado Ayuso.

La presidenta madrileña ha cargado contra las distintas medidas del Gobierno, desde la reducción de la jornada laboral hasta la cotización de los becarios, al tiempo que ha denunciado la "estereotipación" y la "estigmatización" de los empresarios. "Tenéis un problema en la búsqueda de trabajadores. Pero los políticos prefieren negarlo antes que dar soluciones", ha ejemplificado.

Asimismo, Ayuso ha censurado que se copien "modelos de países con un tejido empresarial muy diferente" o que se aplique "la ideología totalitaria que aún repite que el empresario es un capitalista burgués privilegiado y explotador cuando solo el que lo pasa sabe de la dureza de las condiciones de la vida del pequeño y mediano empresario". 

La asamblea la ha cerrado el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, quien ha defendido que desde las patronales han gestionado durante 50 años "un modelo de éxito compartido, sentándonos en mesas" de negociación. "Gestionamos la mejor infraestructura de este país, que es la paz social", ha agregado, incidiendo en que mantienen "permanentemente" la palabra diálogo. En su opinión, los empresarios "somos independientes a las presiones de un lado y del otro".