Dani Rovira protagoniza 'El bus de la vida': "Me choca lo tabú que sigue siendo la palabra cáncer"
- También hablamos con el director y la coprotagonista de la película: Ibon Cormenzana y Susana Abaitua
- La cinta llega a los cines este miércoles, 3 de julio
Dani Rovira (Ocho apellidos vascos) y Susana Abaitua (Patria) protagonizan El bus de la vida, la nueva película de Ibon Cormenzana (La cima), que trata sobre un profesor de música que se acaba de trasladar a un pueblo del País Vasco, cuando le diagnostican un cáncer de oído. Para recibir tratamiento debe desplazarse al hospital de Bilbao en un viejo autocar que traslada gratuitamente a todos los pacientes de la zona. Junto a ellos encontrará la fuerza para luchar por sus sueños.
Preguntamos a Rovira, cómo se siente al interpretar a un personaje después de que haya superado el cáncer de sangre que le diagnosticaron en 2020. “Me parece muy peculiar que muchos periodistas que me entrevistan no usen la palabra cáncer. Me sigue chocando lo tabú que puede llegar a ser esa palabra. Yo, como soy escorpio (bromea)”
“En cuanto a las similitudes y diferencias con mi personaje –añade-. La única similitud es que he vivido, en cierta manera, la misma experiencia. Por lo demás, Andrés es un tío muy diferente a mí. Tiene una energía muy bonita, pero es una energía más bajita. Andrés también es muy tímido… Yo soy tímido, pero circunstancial, soy tímido para que no me den la brasa, pero en realidad no lo soy”.
“Por eso la película intenta desestigmatizar un poco el cáncer -continúa el actor-. Porque parece que las personas que lo padecen enseguida nos dan pena. Y tenemos que normalizarlo un poco y tratar mejor a esta gente. Por eso la película no pone el foco en la muerte, sino en la vida. Y por eso a mí no me da pena la gente que tiene cáncer, sino la gente que está sana y no está disfrutando de la vida”.
“Los protagonistas de la película están pasando por la enfermedad, pero son libres, les brota la vida –añade el actor-. Mientras que los que estáis más sanitos, que tenéis eso tan bonito que es la salud, a veces no disfrutáis de la vida como podríais”.
Algo con lo que está de acuerdo el director del autobús de la vida, Ibon Cormenzana: “Lo que queremos transmitir con la película es el vivir el aquí y el ahora. Disfrutar de lo que tenemos y no estar proyectándonos en cosas que no sabemos si pasarán o no pasarán y estar en el campo gris donde tendemos a estar por miedo al qué dirán o a no querer hacer algo”.
Gran parte de la alegría que tienen esos protagonistas, a pesar de la enfermedad, se la deben a Mai (Susana Abaitua), que es la voluntaria que conduce ese autobús: “Mai es un torbellino de alegría y de vida -asegura la actriz-. Al principio contrasta mucho con el personaje de Andrés, al que tiene que picar, empujar, para que recupere esa ilusión por la vida. Y luego tiene su arco, como todos los personajes de la película. Y es cuando descubriremos que no siempre podemos estar contentos y que esconde algo a los demás. Pero esta película ha sido un viaje realmente bonito”.
Una película inspirada en hechos reales
Ibon Cormenzana nos confiesa que El autobús de la vida está inspirado en una historia real: “Si, en un familiar al que detectaron un tumor en el oído. Fue él quien me contó que había un autobús que llevaba a pacientes de Tudela y pueblos de alrededor a Pamplona, a hospitales grandes donde podían hacerse tratamientos de radio o de quimio. Pero no pensé en hacer una película hasta que empezó a contarme anécdotas muy divertidas, casi humor británico con acento maño, que es lo que tienen los de Tudela. Y ahí es donde me di cuenta de que había una película”.
“Se trataba –continúa el realizador- de hablar de algo difícil, pero desde un punto de vista muy vital y con mucho humor. Y ahí es donde empezó el guion. Y después pensamos en un profesor de música al que lo peor que le podía pasar es que le saliera un tumor en el oído. Y ahí apareció el personaje de Dani”.
“Pero –añade Ibon-, no pensé en Dani porque hubiera pasado por un cáncer, sino porque él se maneja mejor que yo en el campo de la feel good movie, en esa fina línea entre el humor y el drama. Porque mis películas siempre han sido más dramáticas y yo quería llegar a ese difícil equilibrio. Y creía que nadie podía hacerlo mejor que Dani”.
“Pero –concluye-, no lo llamé porque hubiera tenido un cáncer. De hecho, pensé que me iba a decir que no precisamente por eso. Incluso cuando nos juntamos me confesó que tenía pensado decirme que no, pero cuando leyó el guion y comprendió el tono que quería darle a la película, al final se metió y se ha comprometido totalmente”.
“El autobús era una sala de terapia con ruedas”
La película es casi una road movie porque en este autobús pasa de todo, como nos comenta Dani Rovira: “El autobús era una especie de sala de terapia de con ruedas, porque no es un viaje en el que vayamos de un punto A a un punto B. Sino que estamos realizando el mismo viaje una y otra vez. Y ese es nuestro momento de terapia, cuando estamos con nuestros iguales y compartimos una terapia de grupo”.
“Hay mucha terapia de grupo en esos viajes –añade el actor-. Porque escuchándonos los unos a los otros normalizamos ciertas cosas y nos damos cuenta de cómo afrontamos cada uno problemas similares. Ese autobús es un pequeño mundo en el que cada uno se enfrenta a la enfermedad como puede. No es lo mismo la personalidad de Mai que mía o que la del personaje de Elena Irureta”.
“Lo que me gusta es que en ese autobús nadie juzga a los demás –añade Susana-. Si uno de los enfermos quiere estar todo el rato de morros le dejamos. Creo que todos encuentran mucho apoyo en ese autobús, porque luego regresas a la vida y parece que hay más drama, como el marido del personaje de Elena Irureta, que le muestra constantemente el drama de lo que está viviendo, de la enfermedad. Pero como en el autobús todos están en las mismas circunstancias, nadie juzga a los demás, los apoyamos incondicionalmente”.
En cuanto al rodaje, Susana nos confiesa que: “Ha sido una película fácil en el buen sentido. Todo lo que nos rodeaba ha sido bonito, nos lo han puesto fácil, nos lo han explicado bien. Había buena energía… Por eso hemos construido ese viaje emocional entre todos y ha habido un gran ambiente que creo que se nota en la película. Ha sido un viaje muy bonito”.
Por cierto, que Susana ha tenido que aprender a conducir el autobús para el papel: “Sí, aprender a conducir ese autobús ha sido muy guai. Aprender a abrir las puertitas… Es un autobús de los años 60 y a veces daba problemitas, se paraba un ratito, le costaba subir las cuestas…”.
“Poder cantar en la película ha sido muy guay”
Ese profesor de música al que interpreta Dani Rovira tiene un sueño: cantar, pero no puede hacerlo realidad porque tiene miedo escénico. “Poder cantar en la película ha sido muy guay –nos confiesa Dani-. Además, he hecho un videoclip con Manuela Vellés (autora de las canciones originales) y fue genial. Para mí ha sido una experiencia totalmente nueva y me moló mucho”.
Pero en cuanto a sacar un disco, Dani asegura: “No, de ninguna manera. A mí llamadme para un cameo musical, pero para un disco yo solo no. Eso es mucho trabajo” (ríe)
Ibon Cormenzana, destaca la importancia de la música en la película: “La música es un elemento terapéutico y catártico en la película, porque te lleva a emociones como reír y llorar, que son fundamentales. La música es vivir en el aquí y en el ahora. Si quieres reírte, buscas una canción para reír. Si quieres gritar, te buscas una canción para gritar. Si quieres llorar por algo que te ha sucedido, pues te buscas una canción para llorar…”.
“Desde que empezamos a escribir el guion –añade-, nos dimos cuenta de que la música iba a ser fundamental para lo que queríamos transmitir con la peli, que, como comentaba antes, es el vivir el aquí y el ahora”.
Han hablado con enfermos de cáncer
Para la película, Ibon Cormenzana nos comenta que: “Nos subimos a ese famoso autobús de la vida que va de Tudela a Pamplona. También hemos hablado con enfermos, con asociaciones, con doctores y, por supuesto, con familiares y amigos cercanos. Creo que todos tenemos a alguien cercano que ha pasado por lo mismo que los personajes”.
Y ambientar la película en Orduña no es casual: “Aparte de que es un paisaje espectacular, queríamos jugar con ese contraste de lo rural y lo urbano. La manera pausada y de disfrutar de las pequeñas cosas que tienen en los pueblos frente a el mundo urbano, en el que la gente siempre parece agobiada y está pendiente de los móviles. En las ciudades no viven el aquí y el ahora, sino que se proyectan en el futuro”.
“Por eso –añade-, con esta película queríamos llevarnos a los protagonistas en este viaje emocional en el que intentarán hacer las cosas que no han podido hacer en la vida. Y, sobre todo, disfrutarán el momento, el aquí y el ahora. Yo creo que el mundo rural nos permite mucho más todo eso”.
Sobre rodar en un autobús, Ibon nos confiesa que: "No ha sido fácil, porque es más pequeño de lo que parece y teníamos que meter a diez personas más las cámaras, los focos… Aunque también hicimos muchas escenas en una nave con pantallas LED. Afortunadamente ahora la tecnología te permite hacer cosas con las que hace años solo podíamos soñar o nos hubieran llevado muchas más semanas de rodaje".
Además de Dani y Susana, El bus de la vida está protagonizado por Elena Irureta, Antonio Durán “Morris”, Nagore Aramburu, Amancay Gaztañaga, Andrés Gertrúdix e Iñigo de la Iglesia, junto a los debutantes Pablo Scapigliati, Julen Castillo y Miriam Rubio. "Al estar tanto tiempo metidos en un autobús, los actores han acabado siendo una gran familia, se han llevado todos muy bien -asegura el director-. Cuando hicimos el casting buscaba gente muy vital, cada uno en sus edades, y han funcionado todos muy bien. Estoy muy contento con los actores y con el buen rollo que logran transmitir. Ante todo es una peli de buen rollo".
En cuanto al mensaje que le gustaría que calara de la película, Ibon Cormenzana asegura: "Que te subas en el autobús para atreverte a hacer las cosas que todavía no te has atrevido. Y también para reírte, llorar, escuchar música y que te ayude a tratar cosas con normalidad que igual te cuestan, como los temas relacionados con las enfermedades o la muerte".