Keir Starmer, el abogado con el viento a favor para los laboristas que se convertirá en primer ministro

• Starmer ha intentado borrar el legado de Jeremy Corbyn y llevar al partido más a la derecha
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Reino Unido: Keir Starmer, un Sir reconvertido en líder laborista llamado a ser el nuevo premier

Keir Starmer va a convertirse en el nuevo primer ministro del Reino Unido en sustitución de Rishi Sunak. El Partido Laborista ha arrasado en las elecciones, tal y como apuntaban las encuestas desde hace más de un año. El gobierno vuelve así a manos de los laboristas tras 14 años de gestión conservadora.

Starmer, abogado y fiscal, se ha encontrado con el viento a favor desde que sustituyó a Jeremy Corbyn como líder laborista en 2020, y ha intentado borrar el legado de este último y girar el partido hacia el centro.

El primero de su familia con estudios universitarios

Keir Starmer (cuyo nombre se pronuncia Kía), nació el 2 de septiembre de 1962 en Londres, pero se crio en la pequeña población de Oxted, en el condado de Surrey.

Según la entrada dedicada al político en la Encyclopedia Britannica, sus padres le pusieron el nombre en recuerdo del primer líder parlamentario laborista, Keir Hardie.

La biografía oficial destaca que su familia era de clase obrera, su padre empleado de una fábrica de herramientas y su madre enfermera de la salud pública. La madre, además de trabajar para el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), estaba afectada de una enfermedad rara, lo que inoculó en el candidato una profunda gratitud a la sanidad pública.

Starmer se convirtió en el primer miembro de su familia en obtener una titulación universitaria. Se graduó en Derecho en la Universidad de Leeds y obtuvo un postgraduado en Oxford. En 1987 empezó a trabajar como abogado.

En 2007 se casó y tiene dos hijos. Su esposa, Victoria, es judía practicante y tiene familia en Tel Aviv. También es abogada y actualmente trabaja para el NHS.

Abogado de derechos humanos y fiscal

La carrera de Starmer como abogado estuvo dedicada al derecho laboral y a los derechos humanos. Entre 2003 y 2008 fue asesor legal de la Policía de Irlanda del Norte, donde uno de sus objetivos era mejorar la convivencia tras los Acuerdos de Viernes Santo.

Posteriormente pasó a desempeñarse como fiscal, llegando a ser fiscal jefe para Inglaterra y Gales entre 2008 a 2013.

Como fiscal, Starmer ha tenido que lidiar con casos polémicos como el de las acusaciones de abusos sexuales contra el presentador de la BBC Jimmy Saville, y ha sido responsable de introducir varios cambios en los procedimientos en casos de abusos y agresiones sexuales para evitar los casos de impunidad y la revictimización de las denunciantes.

Starmer fue nombrado en 2014 Caballero del Imperio británico por su trabajo en la Fiscalía, aunque él prefiere no utilizar el título. 

Entrada en política

Cercano al Partido Laborista desde su juventud, Starmer dio el salto a la política en 2014 y un año después fue elegido diputado por la circunscripción de Holborn y Saint Pancras. Se convirtió en "ministro" para temas de inmigración en el "gobierno en la sombra" (shadow cabinet, una especie de gobierno alternativo de la oposición) de Jeremy Corbyn.

En 2016 renunció como protesta por la postura del líder del partido ante el Brexit, pero sin embargo Corbyn volvió a confiar en él y le nombró precisamente ministro en la sombra para el Brexit. Starmer apoyaba la convocatoria de un segundo referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, en la que debía considerarse la opción de "permanecer", y era contrario a una salida "dura" sin acuerdo con la UE.

Líder de la oposición a Johnson, Truss y Sunak

Corbyn anunció su dimisión como líder laborista en 2019, tras el peor resultado para en unas elecciones en 80 años, y entre acusaciones de haber permitido las opiniones antisemitas en el partido.

El 4 de abril de 2020, en plena pandemia, Starmer ganó las primarias y se puso al frente del partido y de la oposición al primer ministro conservador Boris Johnson.

Su predicamento como jefe de la oposición ha crecido más por demérito de los líderes tories y las divisiones en el Partido Conservador que por méritos propios. En especial frente a Boris Johnson. Los escándalos de Johnson por la pandemia (el llamado partygate) ofrecieron a Starmer una plataforma para atacarle.

Siguieron después los mandatos de Liz Truss (el más breve al frente de un gobierno británico) y el del actual primer ministro, Rishi Sunak, que no han logrado remontar a los conservadores. El laborismo ha avanzado en cada elección parcial o local. La inflación, las dificultades de abastecimiento tras el Brexit, la crisis migratoria con la llegada de barcas a través del Canal, los problemas en el NHS... estos y otros han sido los factores que han jugado a favor de Starmer.

Al mismo tiempo, el dirigente laborista ha peleado para llevar al partido hacia el centro, y ahí ha chocado con su rama más izquierda. Es el caso de la diputada Diane Abbott, que ocupa el escaño por Hackney North y Stoke Newington desde 1987 y fue la primera mujer negra elegida en el Parlamento. Starmer ha intentado que Abbott no se presente, lo que le ha granjeado enemistades a la izquierda pero posiblemente votos en el centro y la derecha.

En algunos aspectos, como inmigración, el líder laborista se ha situado más a la derecha, apoyando una política restrictiva de acogida de migrantes y refugiados.

Con Starmer, el laborismo también ha girado en lo referente al conflicto palestino-israelí. Si Corbyn fue durante años un activista pro-palestino, y fue censurado por, supuestamente, permitir las opiniones antisemitas en el partido, su sucesor se ha ocupado de subrayar que no permitirá ninguna de estas actitudes y ha manifestado su apoyo a Israel. Starmer se ha calificado a sí mismo como "sionista" en varias entrevistas, y el diario israelí Times of Israel celebró su victoria en las primarias laboristas como la de un "sionista con una esposa judía".

El programa laborista, presentado el 13 de junio, apuesta por "impulsar el crecimiento económico", mantener "los impuestos, la inflación y las hipotecas lo más bajos posible" para acabar con el "caos conservador" y "reconstruir el país".