Las míticas revistas de terror 'Creepy' y 'Eerie' resurgen de su tumba editorial
- Tras más de diez años vuelven ambas colecciones en las que participaron grandes autores españoles
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Los aficionados a los cómics de terror estamos de enhorabuena porque vuelven dos de las revistas más importantes de la historia del genero: Creepy y Eeire, de la mítica editorial norteamericana Warren, que Planeta de Agostini empezó a publicar en estupendos tomos recopilatorios hace más de diez años y cuya edición interrumpió inesperadamente en 2014.
Hasta ahora, que continúa la colección donde la dejó, con el tomo 15 (de 29) de Creepy, y el volumen 11 de Eerie (de 27). Además, también reeditará esos primeros tomos ya publicados para los que no pudieron adquirirlos en su momento (de momento ya están disponibles los dos primeros volúmenes de ambos títulos).
Unos cómics que destacan entre lo mejor del género, gracias al trabajo de algunos de los dibujantes norteamericanos más admirados, como Frank Frazetta, Richard Corben, Bernie Wrightson...
Además, estos cómics fueron la puerta de entrada al cómic americano para toda una generación de dibujantes y portadistas españoles (gracias a la agencia catalana Selecciones Ilustradas), que acabaron quedándose con casi todas las páginas de esas revistas gracias a su calidad. Autores míticos como Esteban Maroto, José Ortíz, Fernando Fernández, José (Pepe) González (y su Vampirella), Josep Mª Beà, Luis García, Vicente Alcázar... Algunos lectores americanos se llegaron a quejar de la "invasión española" en las páginas de la revista. Pero es que los artistas españoles eran igual de buenos y más baratos que los norteamericanos.
Gracias a esos dibujantes míticos estas revistas no solo eran relatos de terror, sino que tenían un nivel artístico muy superior a la mayoría de las publicaciones de la época.
Recuperaron el espíritu de los cómics de terror de EC
Estas publicaciones fueron una forma de recuperar el espíritu de las historias de los míticos cómics de terror de EC (1950-1954) (que actualmente está reeditando Diábolo), que desaparecieron a consecuencia de la censura, con la implantación del famoso Comics Code Authority. Incluso recuperaron la figura del anfitrión siniestro encargado de presentar las historietas de cada número (como el Guardían de la Cripta), que en este caso eran el Tío Creepy y el Primo Eerie.
El formato en blanco y negro y el tamaño revista, le sirvieron para evitar los problemas con el estricto Comics Code que acabó con esos títulos de EC la década anterior.
Además su editor, James Warren. fue un pionero a la hora de reconocer el trabajo de esos artistas, indicando claramente sus nombres a los que se había tratado como empleados anónimos hasta entonces consiguiendo, curiosamente, que su fama se disparase y se fueran a otros sitios en los que cobraban más dinero.
Al principio estas revistas se centraron en los clásicos del terror como la momia, el hombre lobo o los vampiros, en historias cortas de ocho páginas, como mucho. pero pronto surgieron series tan interesantes como Niño, de Richard Corben, Exterminator One, la historia de un robot asesino; Hunter, una historia postapocalíptica y muchas más.
Su influencia sigue patente en la cultura popular norteamericana
Estas completas ediciones son muy respetuosas con las originales e incluyen interesantes artículos, que nos ayudan a situarnos en la época, además de las secciones de correo y los anuncios originales de la época.
La influencia en la cultura popular americana de estas dos revistas todavía es evidente, como demuestran películas como Creepshow (1982) dirigida por el maestro George Romero y escrita por Stephen King, o la serie antológica del mismo título que comenzó a emitirse en 2019 y que sigue en antena.
Así que encerraos en casa, a ser posible una noche de tormenta a la luz de las velas, y preparaos a pasarlo realmente mal.
Creepy 15
Este tomo recopila los números 69 a 72 de la colección original. Y algunas de sus historias ya son clásicos del terror, como los doce relatos adaptados por Rich Margopoulos a partir de otras tantas obras del escritor Edgar Allan Poe. Historias míticas como La caída de la casa Usher, El pozo y el péndulo o Berenice, que cobran una nueva y terrorífica dimensión gracias a los dibujos de los mejores artistas de Creepy (y del cómic norteamericano), como Richard Corben, Bernie Wrightson, Budd Lewis, Doug Moench... Y esos autores españoles que os comentábamos: Vicente Alcázar, Isidro Monés, Martín Salvador...
De hecho, este volumen también incluye dos números que están dedicados por completo a dos grandes artistas españoles: los inolvidables José Gual y Luis Bermejo.
El tomo también incluye inquietantes portadas de Ken Kelly, el más prolífico de los portadistas de la editorial (reproducidas a todo color). E interesantes artículos, como el prefacio del guionista de terror, actor y productor Larry Fessenden y el epílogo del historiador del cómic, escritor y editor, S. C. Ringgenberg.
Reencontrarse con estas joyas del cómic siempre es un placer, sobre todo en una estupenda edición en tapa dura como esta.
Eerie 11
Nacida en 1966, dos años después que Creepy, por las páginas de Eerie pasaron estrellas como Frank Frazetta, Reed Crandall, Angelo Torres, Gray Morrow, Joe Orlando, John Severin, Alex Toth, Richard Corben, Archie Goodwin, Steve Ditko, Al Williamson y muchísimos más.
Este nuevo volumen recopila los números 52 a 55 de la legendaria antología de Warren. Y lo más sorprendente y destacable es que incluye dos historias a todo color de The Spirit, el mítico personaje de Will Eisner, en las que el maestro vuelve a demostrarnos por qué la serie es una de las obras maestras de la historia del cómic.
Además, Richard Margopoulos y Paul Neary nos presentan a Hunter, un asesino de demonios en un mortífero futuro postapocalíptico. Y la diversión y el terror están garantizados con grandes historias a cargo de Al Milgrom, Doug Moench, Vicente Alcázar, Martín Salvador y Esteban Maroto.
En este tomo, Ken Kelly se reparte las portadas con el genial ilustrador español Sanjulián. También destacamos la introducción, a cargo de John Cochran, escritor y antiguo editor de Warren, y un juego de mesa hazlo-tú-mismo sobre hombres-lobo remata esta imprescindible recopilación en tapa dura. Por cierto, que entre los anuncios de época que incluye la revista nos ha encantado uno de maquetas de animales prehistóricos, como un hombre de Cromañón o un dinosaurio con pinchos.
La invasión española en los 70
Como comentábamos, gracias a la conocida agencia Selecciones Ilustradas de Josep Toutain, a principio de los años 70 se produce el famoso desembarco español.
Grandes dibujantes como Esteban Maroto, Fernando Fernández, José González, Josep Mª Beà, Luis García, Vicente Alcázar... se adueñaron de las páginas de la revista eclipsando a las estrellas norteamericanas con un trabajo realmente soberbio. Con series míticas como Dax el Guerrero, una especie de Conan rubio, que con los lápices de Esteban Maroto alcanzó cotas artísticas difícilmente superables.
Sanjulián, Enrich y Segrelles se unieron a los portadistas estrella de la editorial, como Frazetta, Boris, Vallejo o Ken Kelly, con ilustraciones impactantes que elevaron el nivel de las portadas hasta extremos nunca vistos en un cómic.
Edición en España
En los años 60 y 70 ambas revistas llegaron a España rebautizadas como Vampus (Creepy) y Rufus (Eerie). Primero fueron publicadas por Ibero Mundial de ediciones, después por Garbo y finalmente por Toutain que reeditó algunas de sus historias en la edición española de Creepy (1979-1985). Entre 1990 y 92 se publicaron otros 19 números de Creepy, bajo el sello de la también desaparecida Zinco.
De Creepy se publicaron en USA 145 números y de Eerie 136, hasta que Warren entró en bancarrota en 1983. Curiosamente esa fue su época dorada en España, cuando era editada por Toutain que terminó produciendo material original con autores españoles para compensar la falta de historietas americanas.
El editor catalán dio oportunidad a nuevos autores descubriéndonos estrellas como Miguelanxo Prado, José María Beroy o Enrique Jiménez Corominas. Y también se crearon series como la mítica Torpedo 1936, de Abulí y Bernet. Tras una primera etapa de 80 números y una segunda de 19, finalmente desapareció en los años 90.
En fin, una nueva oportunidad para disfrutar con algunos de los mejores cómics de terror de la historia en lujosos volúmenes que no deberían faltar en la tebeoteca de cualquier aficionado.