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Tatiana Kasátkina, mujer del nobel de la paz Oleg Orlov ante su juicio: "Es la voz más autorizada para hablar de Rusia"

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La Fiscalía rusa rechaza el recurso del premio Nobel de la Paz y activista, Oleg Orlov

Tatiana Kasátkina acude a la vista judicial del Tribunal de Moscú con pocas esperanzas. Ella es la esposa de uno de los más reconocidos activistas rusos por los derechos humanos en el país, Oleg Orlov, quien permanece en prisión por sus críticas a la guerra en Ucrania y contra régimen del presidente ruso, Vladímir Putin. Pese a que ha interpuesto un recurso para evitar su condena de dos años y medio de cárcel, ha sido rechazado.

Un artículo contra el poder y llamar "totalitario" y "fascista" a Putin, esas han sido las causas para justificar su entrada en prisión. Antes de la sentencia, el matrimonio había valorado huir del país, pero decidieron quedarse: "Es su patria, debe estar aquí", asegura Kasátkina en una entrevista exclusiva para Televisión Española. "Él [Orlov] es la voz más influyente y autorizada para hablar sobre lo que está pasando en Rusia", aclara.

Orlov es también conocido por ser el fundador de la ONG Memorial, una organización premiada con el Nobel de la Paz por su trabajo a favor de la libertad y la democracia en Rusia. Su activismo y su posición antibélica lo ha llevado a prisión, en la cual se encuentra desde febrero y en una cárcel a casi 1.000 kilómetros de distancia de Moscú.

"Lo he visto bien, estaba animado y de buen humor; lo peor es que no ve el sol", admite su esposa. "Su celda y el patio están siempre en sombra", confirma. Oleg Orlov, quien ha tildado de "farsa" el juicio en su contra, ha renunciado a su derecho a una defensa. Durante sus vistas judiciales, ha aprovechado para leer un libro, El proceso, de Franz Kafka, una novela inacabada que denuncia la indefensión ante la ley y el Estado por una acusación injusta.

Como era de esperar, el recurso que había solicitado para rescindir su pena semanas atrás ha sido finalmente desestimado. A Orlov solo le queda llevar su apelación ante el Tribunal Supremo ruso, una instancia que es probable también falle en su contra.

Orlov denuncia "represiones masivas"

Además de Tatiana Kasátkina , a la vista judicial acudieron decenas de personas, entre ellas el nobel de la paz ruso, Dmitri Murátov y los embajadores de EE.UU. y el Reino Unido. 

Durante su intervención ante el tribunal por videoconferencia, Orlov ha denunciado las "represiones masivas" que tienen lugar en Rusia, pero su micrófono fue silenciado poco después de que empezara a pronunciar el discurso. El activista tuvo tiempo, no obstante, para pedir que se retrasara la vista judicial, puesto que le habían enviado los materiales de la apelación en una forma "ilegible", algo le fue denegada.

Orlov, de 71 años, ha señalado que no tiene "remordimientos ni arrepentimientos". "Estoy en el lugar correcto en el momento adecuado", ha sentenciado desde su celda a cientos de kilómetros de distancia.

Su abogada, Katerina Tetrukhina, ha sostenido que Orlov debería ser puesto en libertad inmediatamente, alegando que la Fiscalía no pudo demostrar que albergara "hostilidad ideológica" hacia los "valores tradicionales" de Rusia. "Oleg Petrovich Orlov no hizo daño a ninguna persona", ha señalado Tetrukhina. "Un hombre mayor sin condenas previas no debe ser privado de su libertad ni arrancado de su esposa, que lo necesita a su lado, para expresar pacíficamente una opinión", ha añadido.

Tras conocerse la desestimación del recurso, la Unión Europea ha pedido la "liberación inmediata" de Oleg Orlov. "La última decisión de un Tribunal ruso de confirmar el encarcelamiento injustificado y por motivos políticos del defensor de derechos humanos Oleg Orlov muestra la escala de la represión contra todos los que se atreven a hablar en contra de la guerra de Putin", ha indicado el portavoz del jefe de la diplomacia europea, Peter Stano, en su cuenta oficial de la red social X. 

Stano también ha añadido que "la UE apoya a Oleg y pide su liberación inmediata". El activista y copresidente de Memorial recibió el premio Nobel de la Paz de forma conjunta con el activista bielorruso, Ales Bialiatski, y la organización ucraniana Centro para las Libertades Civiles "por el derecho a criticar al poder" y "denunciar crímenes contra la humanidad".