Fiebre del Nilo: ¿qué es y cómo se transmite este virus?
- La Junta de Andalucía ha confirmado nueve casos nuevos de contagio este verano, con dos muertes asociadas
- Aunque en general es leve, una de cada 150 personas infectadas puede desarrollar encefalitis o meningitis
Este lunes, la Junta de Andalucía ha confirmado nueve casos de Virus del Nilo Occidental (VNO), todos ellos en la provincia de Sevilla, de las que seis ya han sido dadas de altas. Estos nueve se suman a los 17 casos confirmados en lo que va de año, con dos fallecidos.
En un comunicado, la Junta ha informado de que ha detectado la presencia de virus en capturas de mosquitos realizadas en los municipios sevillanos de Almensilla, Villamanrique de la Condesa, Bollullos de la Mitación y Utrera (Sevilla) y en Montalbán (Córdoba), que se unen a las localidades en las que anteriormente se habían detectado. Asimismo, como resultado de la integración de vigilancias, Salud Pública ha comunicado que la Estación Biológica de Doñana de CSIC ha localizado también presencia de VNO en mosquitos capturados en los municipios sevillanos de La Puebla del Río, Coria del Río y Palomares del Río, así como en un caballo en La Palma del Condado (Huelva), otro en Almensilla (Sevilla) y un tercero en Sevilla capital.
Salud y Consumo ya han comunicado a los responsables municipales las actuaciones de salud pública que deben adoptar según lo previsto en el Programa de vigilancia y control de fiebre del Nilo de Andalucía, instaurado en 2021, para reducir las probabilidades de transmisión a la población.
A pesar de que puede levantar cierta alarma, la fiebre del Nilo Occidental se caracteriza por cursar habitualmente de manera leve en seres humanos, aunque sí que es capaz de provocar síntomas de gravedad, incluida la muerte, en determinadas personas, como pueden ser ancianos o pacientes inmunodeprimidos. Estas son algunas claves de la enfermedad:
¿Qué es la fiebre del Nilo Occidental?
La fiebre del valle del Nilo Occidental (FNO) o West Nile fever (en inglés) es una zoonosis causada por determinadas cepas del virus del Nilo Occidental (VNO) que se transmite por mosquitos, según indica en su página web el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este virus, del género Flavivirus, se mantiene gracias a un ciclo de transmisión mosquito-ave-mosquito. Determinados mamíferos, especialmente seres humanos y équidos, se consideran huéspedes finales del virus, por lo que no transmiten la enfermedad, pero sí que la padecen.
Al mismo tiempo, las aves se consideran reservorio de la enfermedad, ya que son capaces de mantener el virus sin tener en algunos casos síntoma alguno, jugando un papel muy importante en su mantenimiento y diseminación.
¿Dónde está presente este virus?
El virus del Nilo Occidental se encuentra en África, partes de Europa, Oriente Medio, Asia occidental, América y Australia. En el caso de España, el primer caso humano se detectó en 2007, año en el que comenzaron las actividades de vigilancia y control. Existen varias especies de mosquitos del género Culex que están distribuidas ampliamente a lo largo de la península, aunque las condiciones óptimas se dan entre los meses de abril y octubre, en las zonas cálidas de Andalucía, especialmente en el Bajo Guadalquivir y las provincias de Sevilla, Huelva y Cádiz. Precisamente, la fiebre del Nilo se cobró en 2020 siete víctimas mortales (cuatro en Sevilla y tres en Cádiz), en el mayor brote registrado en Andalucía hasta esa fecha, en el que se notificaron 76 casos (40 confirmados y 36 probables).
En esta comunidad, cerca de 2.000 personas se han concentrado el pasado lunes en La Puebla, para pedir a la Junta de Andalucía que actúe contra la "epidemia" en la comarca, la que cuenta con más casos de contagios en Sevilla.
de las localidades ribereñas del Guadalquivir
lo que les preocupa es la proliferación de mosquitos.
Francisco sufrió una meningitis tras una picadura
y acaba de recibir el alta.
"Perdí el habla y perdí el conocimiento.
Eso es lo que ya asustó a mi mujer".
Por cuarto verano consecutivo,
están en alerta por la amenaza del virus del Nilo,
"Este año es que no se puede salir a la calle.
Vamos, que no se puede salir".
"Tenemos miedo, no podemos salir.
Lo mismo de noche, de día".
"Aquí de noche no se puede dormir, siempre con miedo".
"Quiero una solución".
Los vecinos de los municipios afectados,
se han unido en La puebla del Río, en Sevilla,
para exigir soluciones.
"Se ha fumigado, pero no es la solución.
Echar veneno no es la solución.
Lo que buscamos es un equilibrio para todos,
para los cultivos y para todos los ciudadanos".
Por eso reclaman un plan anual y efectivo de control del insecto,
que en los centros de salud
haya protocolos de detección rápida de la enfermedad
y que exista una financiación específica
para el desarrollo de la vacuna".
Las altas temperaturas y las zonas húmedas
son el caldo perfecto que explican, según los expertos,
el aumento de mosquitos y la mayor circulación del virus.
En la reunión, los vecinos plantearon la aplicación de medidas alternativas a la "fumigación aérea masiva", usando métodos con drones, ya que "fumigar sobre los arrozales es un problema, porque es un cultivo ecológico", por lo que se reclaman medidas específicas en este tipo de superficies.
Además de Andalucía, el virus puede aparecer en numerosas regiones españolas donde existen humedales en los que coinciden aves y mosquitos, como Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Cataluña. Por el momento, la Junta ha confirmado 17 casos y tres probables, superando las cifras de 2023.
Según los expertos, otro de los factores que están incidiendo es el cambio climático, ya que las continuas olas de calor están incidiendo en la proliferación de los mosquitos.
¿Cómo se transmite el virus del Nilo en humanos?
El virus del Nilo se transmite por la picadura de mosquitos comunes, fundamentalmente del género Culex, cuyas especies actúan también como vectores de otras enfermedades, como la malaria aviar, la filariasis o diversos tipos de encefalitis. El periodo de incubación del virus dura entre 3 y 14 días; y también es importante recalcar que no es contagioso entre personas.
El periodo de máxima incidencia del virus coincide con el verano: entre finales de agosto y principios de septiembre. Pueden darse casos en otros momentos del año, aunque el riesgo disminuye a medida que el clima se vuelve más frío y los mosquitos comienzan a desaparecer.
¿Se trata de una enfermedad grave?
El 80% de los casos cursa de manera asintomática, aunque el otro 20% de los afectados puede desarrollar una enfermedad grave, según la Organización Mundial de la Salud. En este 20%, el cuadro clínico más habitual es un síndrome pseudogripal con síntomas inespecíficos como fiebre, mialgia, fatiga, malestar general, náuseas y vómitos, y, a veces, erupción cutánea y agrandamiento de ganglios linfáticos, de dos y cinco días de duración.
En los casos más graves, aparecen intensos dolores de cabeza, fiebre elevada, rigidez de nuca, estupor, desorientación, coma, temblores, convulsiones, debilidad muscular y parálisis. Se calcula que aproximadamente una de cada 150 personas infectadas desarrolla la enfermedad en su expresión más grave, lo que da lugar a encefalitis o meningitis (inflamación del cerebro o los tejidos circundantes), que pueden llevar a daño cerebral y a la muerte.
Según Sanidad, la máxima presencia del virus en el torrente sanguíneo aparece a los 4-8 días después de la infección y es de corta duración. La recuperación suele ser completa y la infección confiere inmunidad duradera. La fiebre del valle del Nilo Occidental puede presentarse en personas de cualquier edad, si bien los mayores de 50 años y las personas con inmunodeficiencia (por ejemplo, pacientes que han recibido trasplantes o se encuentran en tratamiento oncológico) tienen mayor riesgo.
¿Cómo se puede prevenir?
No existe un tratamiento específico para esta enfermedad, por lo que los expertos recalcan que la prevención es muy importante para evitar las picaduras de mosquito. En este contexto, recomiendan protegerse y eliminar recipientes con agua estancada para impedir que los mosquitos se reproduzcan. Entre otras medidas, las autoridades sanitarias recomiendan llevar ropa clara que cubra todo el cuerpo, evitar el amanecer o el atardecer y hacer uso de repelentes cutáneos en todo momento.
Otras medidas propuestas son las siguientes:
- Mantener la limpieza en los lugares donde el agua permanece estancada, como albercas, piscinas, lavaderos, fuentes o cualquier recipiente al aire libre que pueda acumular agua.
- Evitar que en la casa o la comunidad existan fugas de agua que encharquen sótanos, cámaras sanitarias o jardines y procurar mantener una buena limpieza de arquetas, sumideros y zonas de drenaje, como canalones, tuberías y desagües de lluvia.
- Utilizar en patios, ventanas y jardines repelentes naturales de mosquitos como plantas de albahaca, romero, lavanda, menta o citronela.
- Si la casa o el jardín albergan depósitos de agua, procurar que tengan una cubierta en buen estado bien colocada y ajustada. En caso de no ser así, utilizar una malla mosquitera para cubrirlos y que los mosquitos no puedan llevar la puesta en su interior.
- En caso de encontrar piscinas abandonadas u otro foco de posible cría de mosquitos, informar a las autoridades. Notificar también a las autoridades locales el hallazgo de aves muertas que pueden ser una señal de que en el área está circulando el virus y los mosquitos que lo trasmitirían.
La vigilancia entomológica (de mosquitos) de las autoridades sigue siendo la herramienta clave para la identificación precoz de la circulación del virus en Andalucía. Para ello se realiza el seguimiento periódico de las poblaciones mediante trampas situadas en puntos estratégicos.
donde hay muchos mosquitos para prevenir los contagios.
Lo que antes era una excepción, ahora es la nueva realidad.
El cambio climático ha hecho que los mosquitos se multipliquen
y, además, puedan trasmitir más enfermedades.
Se infectan por picar a un ave y después lo pasan a humanos.
-Vemos que tras los inviernos suaves con menos frío,
estamos registrando una mayor circulación del virus del Nilo.
Creemos que es debido al hecho de que más mosquitos
sobreviven al invierno.
En 2020 hubo un brote del virus del Nilo en Andalucía,
se detectó en varias personas
pero ahora ya hay casos en Extremadura, Cataluña,
Valencia y Castilla-La Mancha.
-Hay especies que sobreviven cada vez más al norte
o están circulando más tiempo
y otro factor importante es el tráfico de personas.
Cada vez viajamos más y las enfermedades lo hacen con nosotros.
La Organización Mundial de la Salud advertía hace unos días
sobre el repunte del dengue.
Ya hay tantos casos como en todo 2023.
Lo trasmiten también los mosquitos.
-Se prevé que van a llegar mucho viajeros con el virus encima
y si llegan a zonas dónde está el mosquito,
pues el mosquito va a picar.
Los expertos piden mayor vigilancia epidemiológica
pero también a título personal
que seamos conscientes de los riesgos y nos protejamos
En concreto, en 26 municipios, elegidos por su alta probabilidad de abundancia de las cuatro especies principales de mosquito. El objetivo, según las autoridades, es intensificar las acciones de vigilancia, control y comunicación en su territorio, disminuyendo así las probabilidades de transmisión a humanos. Frente a esta situación, Jordi Figuerola, investigador de la Estación Biológica de Doñana, ha criticado en RNE que "es en invierno cuando hay que establecer estos programas de control, no en el momento en que ya se han detectado los nuevos casos en verano". Se refiere al uso de larvicidas en los arrozales de todas estas zonas de Andalucía, donde las lluvias de la primavera han favorecido la proliferación de mosquitos.
Ahora, según comenta el experto, lo único queda es utilizar adulticidas para terminar con las poblaciones adultas.