El líder de la Francia Insumisa propone a los socialistas a la líder regional de isla Reunión como primera ministra
- Jean-Luc Mélenchon ha elogiado la carrera de la exdiputada comunista, una “mujer racializada y feminista antirracista”
- La posibilidad de un Gobierno encabezado por el Nuevo Frente Popular ha vuelto a ser rechazada por el campo presidencial
El líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, ha dicho que Huguette Bello, presidenta del consejo regional de isla Reunión, "cumple muchos requisitos" para convertirse en primera ministra de Francia, mientras continúan las negociaciones entre los partidos de izquierda.
Frente a un grupo de simpatizantes reunidos en París, Mélenchon ha elogiado la carrera de la exdiputada comunista, una “mujer racializada y feminista antirracista”. "Insumisos, comunistas y verdes (...) al menos tres grupos están de acuerdo" en apoyar la candidatura de Bello para ocupar el Palacio de Matignon —residencia oficial del primer ministro—, ha asegurado el líder de La Francia Insumisa, que ha pedido a los socialistas que "tengan en cuenta" esta "solución".
Los partidos de la izquierda no han logrado salir del atasco de los últimos días a la hora de designar a un candidato de consenso a primer ministro para proponerlo al presidente, Emmanuel Macron.
"No logramos encontrar un acuerdo entre las propuestas de La Francia Insumisa y las del Partido Socialista (PS)", ha reconocido el secretario general del Partido Comunista (PCF), Fabien Roussel, que ha asegurado que "hay una urgencia enorme" entre los partidos que integran el Nuevo Frente Popular (además de LFI, PS y PCF, están los ecologistas) para consensuar un candidato.
La izquierda había dicho que presentaría a Macron un candidato de consenso a primer ministro durante esta semana.
Ante el bloqueo persistente, Roussel ha dicho que se ha intentado "encontrar otra vía" con un candidato de fuera de LFI y PS, las dos formaciones mayoritarias del Frente Popular, y los comunistas han propuesto a Huguette Bello, de 73 años.
El NFP exige al presidente que los llame para gobernar
Por su parte, LFI ha propuesto cuatro opciones para primer ministro: el divisivo Jean Luc Mélenchon, fundador del partido; su actual coordinador nacional, Manuel Bompard; su jefa de diputados, Mathilde Panot, y su número dos en la Asamblea, Clémence Guetté, según la prensa francesa.
Pero también el Partido Socialista, que pese a las insinuaciones del 'macronismo' por el momento se ha reafirmado en su intención de mantener a toda la izquierda como un frente unido, aspira a ocupar Matignon con nombres como el de su primer secretario, Olivier Faure.
El NFP, que con los 195 escaños que acumula en la Asamblea junto a sus socios es la primera fuerza (aunque muy lejos de la mayoría absoluta de 289), exige al presidente que los llame para gobernar y le acusan de querer ignorar los resultados de las elecciones legislativas del 30 de junio y el 7 de julio.
Mientras tanto, el presidente, recién llegado de la cumbre de la OTAN de Washington, ha mantenido este viernes una reunión con las principales figuras de su movimiento, como el primer ministro en funciones, Gabrial Attal, y varios miembros de su Gobierno, así como la antigua presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet.
"La imagen que hemos dado estos últimos días es desastrosa", ha dicho Macron en la cita del Elíseo, después de una semana de continuos reproches internos tras las elecciones, según ha dicho uno de los asistentes.
El líder comunista Roussel denuncia "los mangoneos" de Macron
Macron les ha pedido "unidad" y ha advertido de que si alguno de sus lugartenientes intenta romper esa unidad para lanzar ya la campaña para las presidenciales de 2027, "será barrido", ha descrito Le Parisien.
El 'macronismo' perdió más de 80 diputados y su mayoría relativa en la cámara, por lo que se aleja de continuar en el Gobierno, aunque intenta forjar una complicada —y por ahora muy improbable— coalición que abarque de la derecha conservadora hasta los socialistas, lo que dejaría al bloque del centro como su componente mayoritario.
Precisamente, el líder comunista Roussel ha denunciado "los mangoneos" de Macron "para conservar el poder a pesar de que los franceses han mostrado una enorme cólera contra sus políticas".
La posibilidad de un Gobierno encabezado por el NFP ha vuelto a ser rechazada por el campo presidencial, que sigue considerando como un tabú la presencia de miembros de la formación más radical del bloque, La Francia Insumisa. "La presencia de miembros de LFI en el seno de un Gobierno formado por el NFP es una línea roja evidente. Supondría la presentación inmediata de una moción de censura y la caída inmediata del Gobierno", ha advertido la diputada electa y ministra saliente Aurore Bergé.