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La mirada reflexiva y provocativa de los fotógrafos japoneses revive en el Thyssen de Málaga

  • El Museo Carmen Thyssen despliega 150 fotografías de 15 artistas japoneses
  • Las obras de la segunda mitad del siglo XX podrán verse en Málaga hasta el 13 de octubre

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Thyssen de Málaga: Fotos japonesas provocativas y contemporáneas
Detalle de 'Eros', de Daido Moriyama, 1969, cortesía de Taka Ishii Gallery.

El arte más rompedor surge en momentos de crisis. El malestar social impregna las obras y la sensibilidad de aquellos que reflexionan y crean en tiempos turbulentos. Ese es el caso de los 15 fotógrafos japoneses contempóraneos que ha seleccionado el Museo Carmen Thyssen de Málaga cuya mirada supera la objetividad.

La exposición Material provocativo para pensar: fotografía japonesa contemporánea recorre las mejores fotos japonesas de la segunda mitad del siglo XX, con 150 imágenes –unas 50 en la Sala Noble y casi un centenar en el Espacio ArteSonado– de la Colección José Luis Soler Vila, la más relevante de un particular fuera de Japón.

Las imágenes muestran la visión del cuerpo, del frenesí urbano o de los enfrentamientos sociales de los principales fotógrafos de la postguerra nipona entre las décadas de 1950 y 1970. Un arte visual de profundo calado filosófico y político, con un estilo impreciso, que representó el descontento y desesperanza de toda una generación.

Descontento en la calle

La directora artística del museo, Lourdes Moreno, explica a RTVE.es que "los artistas japoneses se rebelan contra la fotografía directa y reflejan ese ambiente de la calle, de descontento, que existía en los años 50", tras la humillante derrota en la Segunda Guerra Mundial.

Japón pasó de ser un archipiélago aislado a verse sometido, un batacazo en su orgullo nacional, y el respeto hacia el honor y la tradición chocaron con la ocupación estadounidense. Los norteamericanos no se retiraron hasta 1952, aunque en Okinawa permanecieron hasta 1972.

Los fotos visibilizan las contradicciones de una sociedad que se occidentaliza a marchas forzadas y sufre profundos cambios sociales. Moreno apunta que, en un escenario vertiginoso, con el tren de alta velocidad, la construcción de parques, jardines y avenidas "surge el desencanto, la alienación, y estallan grandes protestas estudiantiles".

'Prostituta', Shomei Tomatsu, Nagoya, 1958

'Prostituta', Shomei Tomatsu, Nagoya, 1958

El trauma de la derrota, la crisis identitaria nacional se traduce en el violento choque entre las costumbres milenarias y la súbita modernización, como se ve en la fotografía de Shomei Tomatsu, Prostituta, Nagoya, 1958. Una imagen que la directora artística confiesa que le parece "fascinante" con "la expresión que ella tiene fumando y el humo saliendo de su nariz como si fuera un dragón. Un ser entre animal mitológico y mujer", una impresión que se refuerza por la curvatura de la espalda de la meretriz.

En 1957 se inauguró en Tokio una exposición de diez nuevos fotógrafos japoneses Junin-no-me [Ojos de diez] que rechazaban el humanismo impersonal en pro de una forma más expresiva de ver el mundo. En julio de 1959 unos pocos, entre ellos Tomatsu, formaron la agencia Vivo (Vida en esperanto) que duró tres años hasta 1961.

Moreno indica que "tuvo una vida muy corta, pero hizo fotografía crítica y se acercó al concepto de agencia europea, como Magnum. Dura muy poco tiempo porque también se suceden con mucha velocidad los acontecimientos", pero estaba enfocada a la fotografía subjetiva y abierta a la experimentación.

La fuerza de Mishima

Esa visión turbadora se aprecia en la obra de otro de los fundadores de Vivo, Eikoh Hosoe que explora el cuerpo desde la pureza expresiva y el drama, a veces incluso desde una óptica surrealista, movimiento artístico que cumple cien años. Este fotógrafo es conocido por el retrato del escritor japonés Yukio Mishima en el que "destaca en su rostro la dureza de la mirada, muestra el desasosiego y al mismo tiempo una paradoja de la cultura japonesa, desde lo más delicado a lo más contundente, con una mirada y una fuerza impresionante".

Un hito en la fotografía, que trascendió más allá de las fronteras de Japón, fue Provoke (1968-1970), la revista creada por Yutaka Takanashi y Takuma Nakahira, subtitulada Material provocativo para pensar. Duró muy poco–se publicaron sólo tres números con una tirada de menos de 1.000 ejemplares–, pero promovió un estilo radical basado en la estética are-bure-boke [áspera, borrosa, desenfocada].

Moreno defiende que Provoke "cambió el modo de plasmar los acontecimientos sociales y urbanos en blanco y negro, con ese desenfoque, con esa importancia que se le da a lo borroso y con la idea de ser expresiva más que narrativa. Y ha tenido una influencia enorme en la fotografía internacional".

'Sin título', Akira Sato, de la serie Ojo ciclópeo, c. 1960

'Sin título', Akira Sato, de la serie Ojo ciclópeo, c. 1960.

Otro fotógrafo de la agencia Vivo fue Akira Sato, autor de una fotografía de moda sorprendente e impregnada de elementos surrealistas. Llama la atención uno de sus originales retratos femeninos que forma parte de la serie Ojo ciclópeo, una imagen a las sales de plata tomada en torno al año 1960.

Dos mujeres fotógrafas

En esta exposición, el Museo Carmen Thyssen Málaga exhibe la obra de dos fotógrafas: Tamiko Nishimura, autora de un refinado lenguaje poético y un gran dominio técnico, que ayudó a algunos miembros de Provoke en el proceso de revelado, y Miyako Ishiuchi que fotografía la ciudad de Yokosuka, en la bahía de Tokio.

Ishiuchi retrata el ambiente de un lugar condicionado por una base naval de EE.UU. en la que coinciden la impronta occidental y la tradición japonesa. Moreno destaca que "tiene esa manera de plasmar tanto el punto de vista norteamericano como el lado japonés, dos culturas que están condenadas a convivir y a entenderse".

El aliento conceptual de Daido Moriyama y su potente mirada nos conduce por los bajos fondos de Tokio. Son imágenes muy contrastadas, con el grano reventado y donde frecuentemente se utiliza el fuera de foco con un valor estilístico.

'Eros', Daido Moriyama, 1969, revista 'Provoke' número 2

'Eros', Daido Moriyama, 1969, revista 'Provoke' número 2.

En la misma línea, los provocadores desnudos de Nobuyoshi Araki exploran territorios incómodos y redefinen los límites de la expresión artística, un trabajo que goza de reconocimiento internacional.

Takashi Hamaguchi e Hiroshi Hamaya cubrieron las protestas estudiantiles surgidas a raíz del Tratado de Seguridad y Cooperación Mutua, firmado entre los Estados Unidos y Japón en 1960. Hamaya fue el primer fotógrafo asiático de la agencia Magnum.

Tampoco puede faltar el reportaje crítico ante los efectos de las bombas nucleares. Kikuji Kawada es uno de los más ácidos documentalistas de las masacres de Hiroshima y Nagasaki y los efectos del conflicto bélico en la sociedad.

Nakahira en París

En una sala aparte, la serie Circulation: Date, Place, Events [Circulación: fecha, lugar, acontecimientos] (1971) de Takuma Nakahira pone el contrapunto a sus compatriotas.

'Sin título', Takuma Nakahira, de la serie 'Circulación: fecha, lugar, acontecimientos', 1971.

'Sin título', Takuma Nakahira, de la serie 'Circulación: fecha, lugar, acontecimientos', 1971.

El líder más carismático de Provoke participó en la VII Bienal de París con una instalación performativa formada por las fotos que fue tomando en la capital francesa durante las semanas de la bienal, a modo de foto-diario callejero.

Desengañado por la deriva frívola y consumista del arte contemporáneo, Nakahira decidió quemar su archivo fotográfico en 1973, pero los artistas no son los verdaderos dueños de sus obras, sobre todo cuando intentan eliminarlas.

Moreno cuenta a RTVE.es que la Fundació Per Amor a l'Art de José Luis Soler y su esposa Susana Lloret "han estado comprando en París, asesorados por Vicente Todolí, y encontraron que se se podía recuperar gran parte de Circulation y ser así disfrutado hoy por nuestro público".

Material provocativo para pensar: fotografía japonesa contemporánea

La exposición Material provocativo para pensar: fotografía japonesa contemporánea de la Colección José Luis Soler Vila muestra las fotos de 15 artistas nipones: Nobuyoshi Araki, Takashi Hamaguchi, Hiroshi Hamaya, Eikoh Hosoe, Miyako Ishiuchi, Kikuji Kawada, Daido Moriyama, Takuma Nakahira, Ikko Narahara, Tamiko Nishimura, Shigeru Onishi, Akira Sato, Yutaka Takanashi, Shomei Tomatsu y Yoho Tsuda.

Lugar: Museo Carmen Thyssen de Málaga, Sala Noble y Espacio ArteSonado.

Fechas: Del 12 de julio al 13 de octubre.