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Reino Unido acelera la liberación de presos para evitar el hacinamiento ante la falta de plazas penitenciarias

  • Se reduce al 40% el plazo que un convicto debe pasar en la cárcel antes de poder salir en libertad condicional
  • Quedan excluidas las condenas por delitos violentos graves de cuatro años o más y los delitos sexuales

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Reino Unido acelera la liberación de presos para evitar el hacinamiento

El nuevo Gobierno británico prevé liberar temporalmente a algunos presos con penas menores para hacer frente al hacinamiento en las cárceles y evitar un colapso por falta de plazas en el sistema penitenciario en Inglaterra y Gales, ha informado este viernes la nueva ministra laborista de Justicia, Shabana Mahmood.

El cambio, que entrará en vigor en septiembre, reducirá del 50 al 40% el plazo que un convicto debe pasar en la cárcel antes de poder salir automáticamente en libertad condicional, al tiempo que se aumentará el número de agentes que supervisan los permisos, ha señalado Mahmood.

Los presos excarcelados podrán ser devueltos a la cárcel si reinciden o incumplen otras condiciones de su excarcelación.

Las condenas por delitos violentos graves de cuatro años o más y los delitos sexuales quedarán automáticamente excluidos del cambio, así como la puesta en libertad anticipada de delincuentes encarcelados por delitos relacionados con el maltrato doméstico.

La mayor tasa de encarcelados de Europa Occidental

Reino Unido tiene la tasa de encarcelamiento más alta de Europa Occidental, y el número de presos ha aumentado considerablemente desde la pandemia, en parte debido a la prolongación de las penas y a la exigencia de que los delincuentes graves cumplan entre rejas al menos el 65% de su condena.

Mahmood ha explicado que las medidas anunciadas este viernes darán tiempo al Gobierno de Keir Starmer para presentar en otoño una estrategia a largo plazo para la reforma del sistema de prisiones, que, aseguró, "está al borde del colapso". La ministra laborista ha subrayado que esta medida "no será permanente", puesto que sigue creyendo "que los delincuentes debe ser castigados", pero es necesaria ahora para evitar que el sistema de Justicia se bloquee por falta de celdas para nuevos detenidos.

"Con agentes incapaces de actuar, los delincuentes podrían hacer lo que quisieran, sin consecuencias. Podríamos ver a saqueadores desbocados, rompiendo escaparates, robando en tiendas e incendiando barrios", ha declarado Mahmood en un discurso pronunciado en una prisión del centro de Inglaterra.

La ministra ha señalado que, cuando las cárceles están llenas, la Policía se ve obligada a ceder sus propias celdas, lo que hace que los agentes no puedan hacer más arrestos, e implica también un bloqueo en los tribunales, que no pueden procesar a los sospechosos.

Los laboristas, que llegaron al poder la semana pasada, han utilizado la crisis de las prisiones como ejemplo del legado de servicios públicos infradotados que les dejó el Gobierno conservador del ex primer ministro Rishi Sunak.

Por último, Mahmood ha señalado que 10.000 presos habían sido liberados desde octubre de 2023 en virtud de un plan de emergencia anterior que ella eliminará para permitir un programa de liberación anticipada más sistemático.

Reacciones positivas

La Asociación de Directores de Prisiones británicas ha acogido con satisfacción la medida. Por su parte, La Law Society, que representa a la mayoría de los abogados de Inglaterra y Gales, ha señalado que el problema reflejaba los recortes a largo plazo en la financiación de la justicia penal y que el Gobierno tendrá que establecer las salvaguardias adecuadas para controlar a los presos recién liberados.

"También debe reconocerse la preocupación de las víctimas, que tienen que esperar años para que se haga justicia y luego ven cómo los delincuentes son puestos en libertad antes de tiempo", ha declarado el presidente de la Law Society, Nick Emmerson.

El Ministerio de Justicia británico ha asegurado que se contratarán 1.000 agentes de libertad vigilada más de aquí a marzo de 2025. Sin embargo, los actuales planes presupuestarios del Gobierno -que los laboristas han dicho que mantendrán en gran medida- prevén recortes en términos reales de casi el 3% anual durante los próximos cuatro años en una serie de servicios públicos, incluida la justicia.