Vicente Gil, el legado de "un profesional grande y una persona enorme": "Tenerle era como estar en casa"

• El veterano periodista, que perdió la vida este miércoles, llevaba más de tres décadas trabajando en TVE
• Sus compañeros de RTVE recuerdan su gran labor con la cámara al hombro

Vicente Gil durante una de sus coberturas para RTVE RTVE

Disfrutón, generoso y cariñoso. "Un profesional grande, pero una persona enorme", "Nuestro ojo en la noticia". Con estas palabras describen a Vicente Gil Díaz los que lo conocían y trabajaban con él en el día a día. Su inesperada muerte deja un gran vacío entre quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y compartir con él muchas horas de rodajes.

El histórico reportero gráfico de RTVE, de 55 años, falleció el miércoles 10 de julio mientras realizaba una grabación submarina para un reportaje en Motril, Granada.

Antes, su objetivo ya había plasmado multitud de acontecimientos informativos: del tsunami de Sri Lanka en 2004 a la crisis de refugiados en Ucrania, la guerra en Gaza o documentando los momentos más duros de la pandemia. Su ojo incansable sabía encontrar la belleza en lo cotidiano, la crudeza en la guerra y la esperanza en la tragedia.

"Tener una persona así era como estar en casa", señala a RTVE.es la presentadora del Telediario 2 y, hasta finales de 2023, corresponsal de RTVE en Bruselas, Marta Carazo. De la mano de Gil, Carazo hizo un buen número de coberturas, especiales y grabaciones.

Siempre estaba pendiente de que los demás estuvieran bien, "era un lujo", admite Carazo, reconociendo la enorme pérdida, personal y profesional que supone para esta casa.

Vicente Gil junto a compañeros de TVE, entre ellos Marta Carazo, en Jerusalén

Ahora queda su recuerdo en muchas anécdotas a lo largo de años de recorrido profesional en RTVE. La presentadora rememora especialmente uno de los últimos viajes junto a Gil, durante el Telediario especial rodado en Jerusalén: "Estábamos atravesando la puerta de Damasco, un compañero y yo hablando y de repente pasó un coche, Vicente iba marcha atrás con la cámara y se tropezó con el cable", relata.

"Una compañera le sujetó, yo estaba oyendo cómo él se tropezaba y pensé "Dios mío, esto va a ser el caos", pero él guardó el equilibrio y mantuvo la compostura y cuando terminamos, lo primero que hizo fue venir y decir: "¿Estás bien?" Yo dije: "Pero cómo si estoy bien yo, si has estado a punto de caerte tú", explica. Pero así era Vicente: "Tú eras la que tenías que estar bien, él ya se podía echar lo que fuera encima", sentencia Carazo.

Una trayectoria profesional dedicada a la imagen

Gil era toda una institución en RTVE. A lo largo de 30 años largos de carrera, ha dado vida con su cámara al hombro a incontables noticias e historias para la cadena pública. Su labor le había llevado a cubrir algunos de los eventos más importantes de la historia reciente, tanto en España como en el extranjero.

"Era un apasionado de su trabajo, le encantaba hacer lo que hacía", confirma Irene Vaquerizo, redactora de Informe Semanal. Vaquerizo ha sido compañera de batallas de Gil por casi toda la península y hace un balance claro: Gil "hacía de las coberturas más difíciles, las más amables".

Su amor por el trabajo empezaba mucho antes de salir de Torrespaña. "Le contabas tu proyecto y él empezaba a pensar cómo se podía hacer, cómo se podía mejorar y qué tipo de cosas había que llevar", recuerda Vaquerizo. Pero la mejor parte "era que te hacía sentir familia": "Conseguía hacer un grupo que a veces te daba hasta pena volver a tu casa".

El reportero gráfico durante una grabación con el equipo de Informe Semanal RTVE

Gil Díaz era conocido por su profesionalidad, entrega y pasión por el periodismo. Era un maestro de la imagen, capaz de capturar con su cámara la esencia de cada instante. Su trabajo se caracterizaba por su sensibilidad, su rigor y su capacidad para contar las mejores historias con la sutilidad de la imagen.

Y trabajar con él era muy fácil. "Nunca se quejaba de nada, ni siquiera de los horarios, muchas veces interminables en los rodajes de En Portada", cuenta Pilar Requena, redactora del programa. "A nivel profesional, Gil lo daba todo, pero a nivel personal, era una persona bellísima, una persona con la que te reías y te lo pasabas bien porque siempre tenía una broma y sobre todo siempre tenía una sonrisa, incluso en los momentos más duros", detalla.

Indonesia, Estados Unidos o Italia fueron algunos de los enclaves por los que Ángel Barroso, realizador de En Portada, compartió aventuras con Vicente. "Era un tipo que se implicaba completamente y que le importaba lo que estaba haciendo", relata Barroso.

Una pérdida irreparable para el periodismo español

La muerte de Vicente Gil Díaz supone una pérdida que ha conmocionado especialmente a sus compañeros de RTVE. Era un profesional admirado por sus colegas y un referente para las nuevas generaciones de periodistas y reporteros.

"Representaba el espíritu del auténtico reportero todoterreno de TVE. Pisaba fuerte y transitaba con la misma seguridad sobre un terreno cualquiera, aunque fuera de guerra, que sumergido en las aguas", explica Jose Gallardo, director de Informe Semanal. Con Gil, insiste, se cumplía "esa máxima de que un buen reportero gráfico a través de su cámara, solo a través de su imagen, sabe contar historias. Y, además, lo disfrutaba".

Vicente Gil durante una grabación con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden RTVE

Deja un legado audiovisual inmenso que quedará para siempre en la memoria y en el archivo de RTVE. Informe Semanal estrena la semana que viene el reportaje 'París, Olimpiada urbana' que él grabó. Es una de las últimas piezas impresas desde sus ojos, su imagen cuidada y sus planos detallados.

"Siempre al pie del cañón, dispuesto a una nueva aventura después de 40 años de carrera profesional detrás del objetivo. Tenía olfato. Y lo demostraba en cada cobertura. La razón de ser de programas como Informe Semanal o En Portada está, precisamente, en este tipo de profesionales, que resultan imprescindibles para poder contar cualquier historia, desde cualquier perspectiva, por muy dificultosa que sea la situación", relata Gallardo.

"Vicente se manejaba con soltura tanto por los pasillos de Bruselas como en Oriente Medio o Ucrania, algunos de los lugares hasta los que nos hizo viajar en los últimos años, aunque en su trayectoria hay un largo etcétera de países, de lugares, de pueblos y gentes. Vicente era, además de todo, un disfrutón de la vida. De su trabajo y de la vida. Y le gustaba enseñar eso mismo, esa filosofía, a los que vienen detrás pisando fuerte".

Vicente Gil durante una cobertura para TVE RTVE

Por eso mismo, el legado de Vicente Gil va más allá de su extensa obra audiovisual. Deja tras de sí una huella impresa en la memoria de sus compañeros, amigos y familiares que han llenado las redes estos días de multitud de mensajes recordándole. Su espíritu incansable, su bonhomía y su contagiosa alegría de vivir lo convertían en una persona única y querida por todos. En palabras de Gallardo: "Tenemos razones de sobra para seguir recordándole".