María Teresa Sáez, sobre el Tamayazo: "Yo era una chica de barrio y me la liaron"
- La exdiputada del PSOE rompe un largo silencio de 20 años para responder a las preguntas de RTVE
- Escucha ya el décimo y último capítulo de Tamayazo. El pódcast: 'María Teresa Saéz'
La última vez que escuchamos a María Teresa Sáez fue en la Comisión de Investigación de la Asamblea de Madrid. Un largo silencio de 20 años solo interrumpido por una entrevista escrita en Tinta Libre coincidiendo con el 10º aniversario del Tamayazo. Pero su voz nunca se había vuelto a oír. Hasta hoy: el décimo y último capítulo de Tamayazo. El pódcast.
Sáez ha sido, probablemente, la protagonista más difícil de conseguir. Hubo que llamar muchas veces a su puerta para que se decidiera a contar su historia. Su huida de la Asamblea junto a Eduardo Tamayo cambió el rumbo de la Comunidad de Madrid para siempre. Su acción fue decisiva, pero todas las luces enfocaron siempre a su compañero de partido. ¿Cuál es su historia?
"Tamayo me podía controlar porque yo no sabía nada"
Nos vemos con ella en Cádiz. Tiene ahora 75 años y está jubilada. Y empezamos por el principio. Su historia política comienza a principios de los años 80. Ella y su marido, Enrique, acaban de volver de América. Han pasado unos años trabajando en México y Venezuela y aterrizan en un país muy distinto al que dejaron. España había cambiado mucho. Se fueron sólo unos meses después de la muerte de Franco y vuelven a una democracia gobernada por el socialista Felipe González. Una mañana, mientras pasean por Usera, el barrio madrileño en el que viven, deciden entrar en la Agrupación Socialista. Ahí, Enrique entabla una buena amistad con Jesús Santiesteban, el encargado de la agrupación Mediodía Sur, que tenía entonces escasa actividad y pocos militantes. Enrique se convierte en secretario general y María Teresa en secretaria de organización y entre los dos revitalizan Mediodía Sur. Ella acude al local por las tardes porque ha encontrado un trabajo de auxiliar administrativa en el Hospital 12 de Octubre a principios de los 90. Sus caminos se cruzan con los de Eduardo Tamayo y José Luis Balbás, que han creado Renovadores por la Base y recorren las agrupaciones del partido por toda la Comunidad de Madrid, en busca de militantes que quieran unirse a su grupo. Sáez y su marido acaban por unirse a esta corriente y en las elecciones de 1999 ella entra en las listas en lugar de su marido porque "la cuota de hombres ya estaba completa". Sáez acepta, aunque no esperaba entrar. Y no entró. En un primer momento. Va en el número 40 y los socialistas consiguen 39 escaños. Es la primera suplente. Así que unos meses después, tras la renuncia de uno de sus compañeros, se convierte en diputada.
"Yo estaba en mi trabajo cuando me dicen que me tengo que ir a la Asamblea, que tengo que pedir una excedencia. Y digo 'yo de política no sé nada'. Me dijeron que no me preocupara que hay personas que nos dicen lo que tenemos que hacer. Votar lo que nos digan y punto", explica Sáez a RTVE.
En los meses previos a las elecciones de 2003, Tamayo pelea para que Sáez vaya en las listas. Lo consigue y se lo hace saber. ¿Por qué tiene tanto interés Tamayo en que Sáez vaya en las listas?
"A mí me podía controlar porque sabía que yo no sabía nada. Sabía que yo de política no iba a llegar allí y decir 'oye, que yo quiero presentar esta enmienda'. Entonces yo lo único que tenía que hacer era ir y votar", relata.
"A mí nadie me ha ofrecido nada nunca"
Tras la victoria de la izquierda en las elecciones de 2003, Tamayo traslada a su grupo que Rafael Simancas no está por la labor de darles todo el poder que merecen y que hay que hacer algo. A Sáez le habla directamente de la posibilidad de marcharse de la Asamblea el 10 de junio. Ella se inquieta y él se esfuerza en tranquilizarla.
"A mí me daba miedo porque yo no sabía que era lo que nos podía pasar. Y me dijo 'tú tranquila, ¿tú te crees que yo voy a hacer algo que me perjudique a mí'". Sáez dice que Tamayo la convence de que irse de la Asamblea es solo un envite, no un órdago, un gesto reversible con el que presionar a Simancas para que les dé lo que les corresponde.
A partir de ahí todo se precipita y Sáez asegura que es Tamayo quien mueve todos los hilos y ella se deja llevar. El PSOE la ha expulsado del partido y dice que no sabe qué hacer ni en quién confiar. En la Comisión de Investigación se la recordará por su respuesta de "no a todo".
María Teresa Sáez empieza a desaparecer de la esfera pública. Ella vuelve a trabajar al Hospital 12 de octubre como auxiliar administrativo. Le hacemos la misma pregunta que a Tamayo. ¿Fue recompensada por abandonar la Asamblea de Madrid el 10 de junio de 2003?
"A mí nadie me ha ofrecido nada nunca. Te lo juro de verdad, por mis hijos, que nadie me ha ofrecido, ni por información, ni por hacer, ni por no hacer. Si tú te crees que si a mí me ofrecen eso, yo voy y me vuelvo a mi trabajo allí, con la paliza que me dieron en el hospital cada vez que entraba. Era un corrillo de gente, de todos diciéndome 'traidora'", asegura. "Yo era una chica de barrio, en mi asociación de vecinos, en mi 12 de Octubre, y me la liaron".
Sáez dice que prefiere no preguntarse más qué pasó y si otros fueron recompensados. "Y si les han dado algo, que lo disfruten. Que el karma vuelve. A mí esto me ha acarreado, aunque no lo creáis, muchos problemas de salud. Yo lo que me tengo que preocupar es de mí misma, de yo salir adelante y estar con mis hijos y con mi nieta", concluye.
Capítulo 10: María Teresa Sáez
'María Teresa Sáez' es el décimo capítulo de ‘Tamayazo. El Pódcast’, un trabajo que reconstruye uno de los escándalos políticos más graves de la democracia española. Ocurrió hace 21 años en Madrid cuando dos diputados socialistas abandonaron el parlamento regional madrileño justo antes de que empezara a constituirse. Su huida hizo saltar por los aires la mayoría de izquierdas que habían decretado las urnas 16 días antes.
Aitor Sánchez y Juanjo Cubero, periodistas del equipo de Audio Digital de RTVE Noticias y de Radio Nacional de España, han recorrido durante el último año la Comunidad Madrid para intentar entender qué sucedió aquella mañana y cómo es posible que en estas dos décadas no se hayan podido resolver los interrogantes que aquella huida, nunca investigada judicialmente, dejó tras de sí.