Al menos un muerto en las nuevas protestas en Kenia que piden la dimisión del presidente
- La represión policial se ha cobrado la vida de al menos 50 personas desde junio
- Las protestas no solo se concentraron Nairobi, sino que se extendieron a al menos 23 de los 47 condados de Kenia
Cientos de jóvenes han vuelto a salir este martes a las calles de Kenia para protestar contra la subida de los impuestos en una oleada de protestas antigubernamentales sin precedentes en el país. La represión policial se ha cobrado la vida de, al menos, 50 personas desde junio, con una nueva víctima mortal estas nuevas protestas.
Los activistas acudieron al centro de Nairobi, en una de las jornadas más multitudinarias para exigir la dimisión del presidente keniano, William Ruto. En toda la capital se escuchaban cánticos como "¡Ruto debe irse!", a los que la Policía respondió con gases lacrimógenos.
Las demandas estructurales de las manifestaciones de este martes se centran, como desde hace dos meses, en la dimisión de Ruto y en la solicitud de cambios sistémicos para la corrupción y la mala gobernanza. Pero esta última movilización es una respuesta de los manifestantes como rechazo al diálogo "multisectorial" anunciado por Ruto la pasada semana y que debía empezar este lunes.
Protestas en todo Kenia
Las protestas no solo se concentraron Nairobi, sino que se han extendido a al menos 23 de los 47 condados de Kenia y las principales ciudades del país. También se bloquearon las carreteras de acceso a las principales ciudades del país.
Las imágenes difundidas por medios locales y redes sociales muestran al menos dos heridos en Nairobi, pero todavía no se han conocido las cifras oficiales de personas heridas o arrestadas durante la jornada. Además, varias asociaciones de la prensa de Kenia denunciaron los "ataques" a periodistas, después de que la Policía disparara pelotas de goma e hiriera a una trabajadora de la emisora local K24 en la ciudad de Nakuru.
Una polémica ley de recaudación
Desde el pasado 18 de junio, Kenia ha vivido una serie de protestas masivas que se oponían a un polémico proyecto de ley para subir los impuestos, pero que rápidamente se transformaron en movilizaciones antigubernamentales, pese a la retirada de la iniciativa legislativa. El polémico proyecto de ley que implicaba subir impuestos y establecer otros nuevos, como el IVA sobre el pan o sobre productos sanitarios como pañales, que pretendían recaudar 2.700 millones de dólares para reducir el déficit presupuestario y el endeudamiento estatal. El marco de este programa fue diseñado por el el Fondo Monetario Internaciona (FMI) para apoyar la respuesta de Kenia ante la covid-19 y otras crisis como sequías e inundaciones.
La indignación generalizada por los impuestos propuestos sobre diversos bienes y alimentos, como el aceite, en un país en el que "la evasión fiscal corporativa es endémica debería ser una llamada de atención para el Gobierno keniano y el FMI de que no pueden sacrificar derechos en nombre de la recuperación económica", afirmó en un comunicado Sarah Saadoun, investigadora sénior sobre pobreza y desigualdad de HRW.
Frente a las presiones de los manifestantes, Ruto anunció el pasado jueves la disolución de todo su Gobierno, excepto el ministro de Asuntos Exteriores y el vicepresidente. Ahora, Kenia y el FM deben garantizar que las reformas impulsadas desde el Gobierno no socavan los derechos humanos y agravan la pobreza en el país. Las protestas contra las subidas fiscales entre junio y julio causaron al menos 39 muertos, 413 heridos y se han registrado 59 casos de desapariciones forzadas desde el 18 de junio, según los datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR).