Enlaces accesibilidad
EE.UU.

Biden reconoce que fue un error decir que había que poner a Trump "en la diana" a la vista del atentado contra el republicano

  • "Lo que quería decir era poner el foco" en Trump, ha justificado Biden en una entrevista en la NBC
  • La jefa del Servicio Secreto asume la responsabilidad por los errores de seguridad

Por
El expresidente estadounidense Donald Trump siendo escoltado tras el intento de asesinato en Pensilvania
El expresidente estadounidense Donald Trump siendo escoltado tras el intento de asesinato en Pensilvania Rebecca DROKE / AFP

El presidente de los Estados Unidos y candidato demócrata a la reelección, Joe Biden, ha reconocido en una entrevista televisiva que fue un error decir que había que poner a Donald Trump "en la diana", a la vista del atentado en el que el republicano resultó herido leve. "Lo que quería decir era poner el foco", se ha justificado Biden en una entrevista en la NBC este lunes, en la que ha vuelvo a condenar el atentado y ha urgido a los estadounidenses a confiar en las elecciones.

Por otro lado, la jefa del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, ha asumido la responsabilidad de los errores que hicieron posible que un joven de 20 años, Thomas Mattew Crooks, disparara contra Tump con un rifle desde un tejado cercano al escenario donde daba un mitin en Pensilvania. Cheatle, no obstante, ha descartado dimitir por el momento.

Biden recuerda el lenguaje belicista de Trump

Presionado por un "examen de conciencia" sobre su lenguaje, Biden ha enfocado a Trump y otras declaraciones más recientes, como las de producir "un baño de sangre si pierde" las elecciones, o sus "bromas" cuando el "marido de Nancy Pelosi fue golpeado con un martillo".

Cuestionado por cómo bajará el tono, el presidente ha dicho que "seguirá hablando de las cosas que importan al público estadounidense". Biden, además, ha evitado tildar el ataque a Trump de fallo de seguridad y ha sostenido que se siente "seguro con el Servicio Secreto", pero ha apuntado al "gran papel" de las autoridades locales, enfatizando que no las estaba llamando "incompetentes".

El FBI sigue buscando pistas

El FBI sigue intentando esclarecer las razones por las que Thomas Mattew Crooks intentó asesinar el sábado en un mitin a Trump, aunque ya ha podido acceder a su teléfono y ha interrogado hasta a cien testigos del suceso. Además, los agentes están analizando en sus oficinas de Quantico (Virginia) el material para hacer bombas que se encontró en el vehículo y la residencia del atacante.

Más de 48 horas después del incidente, persisten las preguntas sobre qué motivó el intento de asesinato y también cómo fue posible que un joven de 20 años pudiera subirse a un tejado y disparar hasta ocho veces antes de ser abatido por los agentes del Servicio Secreto.

"Aún no tengo todos los detalles, pero fue un período de tiempo muy corto", ha expresado Cheatle. "Buscar a esa persona, encontrarla, identificarla y finalmente neutralizarla se llevó a cabo en un período de tiempo muy corto, y eso lo hace muy difícil", ha agregado.

Cheatle también ha comentado que las autoridades locales tenían la tarea de asegurar el edificio donde el presunto tirador disparó antes de ser eliminado por un francotirador del Servicio Secreto y ha confirmado que la Policía local estaba presente dentro del mismo mientras el tirador estaba en el techo.

Se espera que testifique ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes liderado por el Partido Republicano el próximo lunes 22 de julio.

Por ahora, lo único que se sabe es Crooks actuó solo y usó un fusil semiautomático AR-15 que había sido comprado legalmente por su padre en 2013, es decir, hace once años, según ha dicho este lunes a The Washington Post una fuente familiarizada con la investigación.

Según ha revelado este lunes la cadena NBC, el Servicio Secreto de Estados Unidos había identificado desde hace días como un potencial riesgo de seguridad el tejado al que se subió el autor del atentado, ubicado a solo 135 metros de donde Trump iba a hablar en el mitin, pero fuera del perímetro de seguridad del evento.