El Nuevo Frente Popular propone al comunista André Chassaigne como presidente de la Asamblea Nacional
- La izquierda logra un acuerdo mientras se desarrollan unas arduas negociaciones para formar un Gobierno
- Diputado desde 2002, el político de Puy-de-Dôme contaría con cerca de 190 votos, los del NFP y sus socios
La izquierda francesa propondrá este jueves al veterano comunista André Chassaigne como candidato de consenso del Nuevo Frente Popular (NFP) a la presidencia de la Asamblea Nacional. Un acuerdo que llega mientras se desarrollan unas arduas negociaciones para formar un Gobierno.
Chassaigne, de 74 años, es el nombre acordado por La Francia Insumisa (LFI), el Partido Socialista (PS), los ecologistas y el Partido Comunista Francés (PCF) para disputar el cuarto puesto jerárquico del Estado francés que se elegirá este jueves en la apertura de los trabajos legislativos.
Diputado desde 2002, el político de Puy-de-Dôme contaría con cerca de 190 votos, los del NFP y sus socios, por delante de los de la alianza centrista del presidente francés, Emmanuel Macron.
Tras largas negociaciones, el diputado del Grupo de la Izquierda Demócrata y Republicana (GDR) se ha beneficiado de la retirada de la candidata ecologista Cyrielle Chatelain. Este jueves se enfrentará a la presidenta macronista saliente, Yaël Braun-Pivet, al centrista Charles de Courson, del grupo independiente Liot, y se presentará también el ultraderechista Sébastien Chenu. La votación tendrá dos primeras vueltas decididas por mayoría absoluta y, si no hay resultado, por mayoría simple y una tercera.
Se especula que Chenu pueda retirarse tras el primer turno de votación, dejando vía libre a través de una eventual abstención a Braun-Pivet, en caso de que esta logre los votos de la derecha clásica y sus socios, lo que superaría a la izquierda.
¿Cuáles son los intereses políticos de Chassaigne?
"Tenemos la legitimidad colectiva para presidir la Asamblea", ha aseverado ante la prensa Chassaigne, quien ha adelantado que será "fiel" a los valores de los cuatro grupos que forman el NFP.
En los últimos meses, Chassaigne se ha mostrado especialmente activo en la cuestión del aumento del nivel de las pensiones de los pequeños agricultores. En declaraciones a la prensa junto a los demás líderes de los grupos de izquierda, el diputado ha destacado la "legitimidad colectiva" del Nuevo Frente Popular para "presidir la Asamblea" y la voluntad de la izquierda de "responder a las dificultades de la vida cotidiana".
Elegido representante de las zonas rurales, ha abogado también por una “forma de pacificación” en una Francia “dañada”, mientras que los aliados de LFI han sido a menudo criticados por su actitud en el hemiciclo.
La otra contendiente dentro del NFP, Cyrielle Chatelain, considera que la candidatura de André Chassaigne es la que tiene "más posibilidades de ganar" de la izquierda, tras retirar la suya para, dice, "evitar prolongar un callejón sin salida". Por su parte, Mathilde Panot, líder de los diputados rebeldes, se ha mostrado "encantada de que se haya dado un paso en la Asamblea".
Guerra de liderazgo
El Nuevo Frente Popular ha necesitado varias horas de reuniones para tomar una decisión y la elección se ha producido mientras las discusiones para proponer un candidato a primer ministro se han roto por completo.
Los insumisos se oponen a la persona propuesta por el PS, la climatóloga Laurence Tubiana, a quien LFI considera demasiado "compatible con Macron".
El miércoles, la responsable de los ecologistas, Marine Tondelier, se declaró "enfadada" y "asqueada" por la guerra de liderazgo entre los insumisos y los socialistas para proponer un nombre para Matignon (sede donde reside el primer ministro francés), pidiendo que se reanuden inmediatamente las negociaciones.