Enlaces accesibilidad

El Estado deberá indemnizar a las familias de dos policías asesinados en la embajada de Kabul en 2015

  • Otros cuatro agentes también serán indemnizados por daños morales, según sentencia de la Audiencia Nacional
  • El fallo considera que las autoridades ignoraron las quejas de seguridad de los GEO y que el edificio no era adecuado

Por
El Estado deberá indemnizar a los policías que sufrieron el atentado en la embajada en Kabul en 2015. Imagen de archivo del edificio atacado
Imagen de archivo de la embajada española en Kabul atacada en 2015 REUTERS/Mohammad Ismail

La Audiencia Nacional ha obligado al Estado a indemnizar a las familias de los dos policías españoles que murieron el atentado contra la embajada en Kabul (Afganistán) en 2015, obra de los talibanes. El tribunal también ordena compensar a otros cuatro agentes supervivientes.

En el ataque, cometido el 11 de diciembre de 2015 y reivindicado por los talibanes afganos, murieron diez personas, entre ellas el subinspector de la Policía Nacional Jorge Garcia Tudela y el agente Isidro Gabino Sanmartín Hernández.

En su sentencia, el Tribunal de la Sección Séptima de la Sala de lo Contencioso-Administrativo ha previsto indemnizaciones cercanas a los 200.000 euros para las familias de los fallecidos, y de sumas que van desde los 128.000 hasta los 190.000 euros para los cuatro agentes.

La Sala ha tenido en cuenta los perjuicios patrimoniales y las secuelas psíquicas, así como los daños morales que les ha generado la "desatención de los requerimientos para mejorar la seguridad del recinto y el pesar por haber visto a familiares queridos y haber quedado los agentes supervivientes expuestos a un peligro patente sin adoptar medidas razonables para mitigarlo”.

La Abogacía del Estado se opuso a la demanda al entender que el atentado fue un suceso inevitable y que no se produjo una actuación u omisión por parte del Ministerio de Defensa o el de Exteriores.

El edificio era vulnerable a un ataque

En su sentencia, los magistrados detallan los distintos informes que ponían de manifiesto desde el año 2009 que la embajada y el edificio donde vivían los funcionarios eran vulnerables.

El jefe de los GEO en Kabul había solicitado medidas urgentes de mejora de la seguridad pasiva y había alertado de que el emplazamiento no era el idóneo. En cambio, la residencia del embajador se encontraba en la zona de máxima seguridad.

Las alertas se reiteraron poco antes del atentado, en agosto de 2014 y 2015.

La Audiencia da por bueno que el edificio no era adecuado y que esta situación se había sido puesto en conocimiento de los responsables diplomáticos "en reiteradas ocasiones". "La falta de idoneidad del recinto, además, podía ser conocida por cualquier persona que supiera la ubicación de las dependencias diplomáticas españolas, que estaban rodeadas de zona urbana y sin una mínima separación de zonas de tránsito y edificios colindantes", añade la sentencia.

Además, la sentencia relata que tras producirse la explosión, el equipo de seguridad de las embajada perdió el control de la situación porque carecía de los medios de respuesta adecuados.

“La muerte de los agentes no puede asegurarse que hubiera podido ser evitada de disponer el recinto de mejores medidas de seguridad - concede la Audiencia - Pero lo cierto es que, de haber existido tales medidas, los escasos efectivos presentes hubieran estado en mejor disposición de defender el lugar". Los agentes supervivientes sufrieron "un daño mayor", añade, al ver que no podían auxiliar a sus compañeros.

Un grupo de talibanes suicidas ha atacado este viernes la embajada española en Kabul, según han confirmado a TVE fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores. Un grupo de insurgentes suicidas ha penetrado en un hostal cercano a la embajada de España en la capital de Afganistán, después de que se produjese una explosión en la zona. Todavía se está produciendo un tiroteo dentro de la sede diplomática, según ha confirmado TVE.

Canales de información inadecuados

Por último, la Sala señala que los canales de información no eran adecuados, ya que siempre pasaban por los responsables diplomáticos, y no permitían al equipo de seguridad conocer inmediatamente las alertas emitidas.  Así, el agregado militar francés avió de una alerta de ataque inminente a su homólogo español con un correo electrónico que el equipo de seguridad no pudo ver porque era festivo.  

"No se trataba de una amenaza cualquiera - abunda la sentencia - No se refería a la posibilidad de un ataque en una zona indeterminada de la ciudad de Kabul. Se aludía, en concreto, a un atentado contra una embajada". Días antes, la embajada de Rusia había sido atacada.

El viernes 11 de diciembre de 2015, cuatro milicianos talibanes atacaron la embajada española en Kabul. Uno de ellos hizo estallar un coche bomba mientras los otros tres penetraban en el complejo. Al menos diez personas, entre ellas los dos policías españoles y cuatro agentes afganos, murieron y otras nueve resultaron heridas. Las fuerzas de seguridad se enfrentaron a los atacantes durante casi doce horas.