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La ayuda sanitaria a migrantes en El Hierro: "No hay medicina para un niño a cuyos padres han tirado por la borda"

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Mujer migrante llega a Canarias con bebé
Imagen de archivo del desembarco en el puerto de Arguineguín, Gran Canaria, de una mujer migrante. Fotografía de Europa Press

"Estamos atendiendo cuadros extremos. Hay historias que te desgarran". Inmaculada Mora es médica de Urgencias en el segundo hospital más pequeño de toda España, el de El Hierro. Allí los médicos de Urgencias están sobrepasados.

Desde inicios de 2024 hasta el pasado 15 de julio, han llegado a España 26.585 personas migrantes por vía marítima y terrestre según datos del Ministerio de Interior. De ellos, 19.793 han desembarcado en las costas del archipiélago en 305 embarcaciones, un 160% más que en 2023. Unas cifras que están colapsando y sobrepasando a las personas.

En El Hierro, los últimos 5 cayucos han llegado además con fallecidos. Las personas desembarcan cada vez en peor estado por la peligrosidad de la ruta.

Ante esta situación, los médicos de Urgencia que trabajan en El Hierro han lanzado un mensaje de SOS. Mora afirma que no tiene "medicina para un niño de seis años que no para de llorar durante seis horas". Solo lo entiende cuando le cuentan "que han tirado a sus padres por la borda durante el camino" en patera atravesando la ruta atlántica porque han fallecido. Unos hechos que, para Mora, es una muestra de que "no hay conciencia sobre la crisis humanitaria" que están viviendo en el punto más meridional de España.

La ayuda sanitaria a migrantes en El Hierro: "No hay medicina para un niño al que han tirado a sus padres por la borda"

Mora asegura además que las personas migrantes que están llegando en estas últimas semanas al punto más meridional de España lo hacen en peores condiciones. Alerta que cada vez hay más menores y mujeres que llegan desnutridos o en estado grave. Y recuerda que en las pateras viajan "totalmente hacinados, sin chalecos salvavidas, si saber nadar, sin comida o sin poder hacer sus necesidades".

Carga emocional

Pese a estar trabajando sin parar, aunque estén desbordados, Mora asegura que no les da tiempo de "poder asumir esa carga emocional" que supone la atención a niños y niñas en estado grave. Ella y sus compañeros han "llegado a las lágrimas" pese a estar "acostumbrados a situaciones críticas". Mora ha trabajado en Cuidados paliativos, pero explica que no "da tiempo de recuperarte de una para otra" porque llegan "bebés, luego su madre, una señora con un aborto" y es imposible la atención ni "desahogarse".

Las embarcaciones que llegan a El Hierro lo hacen tras largos días de travesía y la isla es su última esperanza de tocar tierra antes de la inmensidad del océano Atlántico. La atención que prestan médicos como Inmaculada llega después de que los migrantes hayan hecho una travesía huyendo de situaciones "desgarradoras". Historias como las de la niña que falleció este pasado lunes 15 de julio, su madre "salía [de su país] porque su marido los maltrataba y ella no quería que maltratara a sus hijos y salió huyendo". Esta semana también llegó "otra chica que estaba amenazada de muerte" en su país. Mora recuerda además un "padre con sus dos niñas de tres y siete años" que arribó a El Hierro y "la hija menor ha terminado en estado vegetal".

Todas estas historia, para Mora, "pueden ser las historias de nuestros abuelos", por eso pide compromiso a los políticos, que no cuenten números y que se den cuenta de la realidad humana que viven día a día los servicios de emergencias en todo el archipiélago, y en especial, en una isla con 11.823 habitantes. Ella es "solo médica de Urgencias" pero pide que estas personas tengan los mismos derechos que cualquier ciudadano y puedan migrar sin tener que subirse a una embarcación precaria. Asegura que "lo hacen de manera ilegal" porque no tienen "la opción de sacarse un visado y poder subirse en un avión".

Acogida de menores

Sobre el debate político, con la reforma de la Ley de Extranjería para la acogida de menores migrantes por parte de todas las autonomías, recuerda que "estamos hablando de personas". Ahora están "llegando niños muy mal", son "los peores que llegan" y te "desgarra" esta situación "alejada de la realidad" de hablar de "reparto de personas". Exige que no se deje "abandonados a su suerte" a los niños y niñas que son, en definitiva, "personas".

 Y deja una reflexión para la sociedad, como persona, ella misma es madre de acogida. Hace 10 años unos amigos le pidieron, durante la epidemia de ébola, que acogiera a su hija de Guinea-Bisáu. Ahora, en septiembre, irá a la Universidad en Toledo, con el puesto número uno en su grado. Por eso lanza un mensaje también de calma, "oigo a la gente hablando de menas y lo peligrosos que son" pero asegura que ellos no tienen "esa experiencia" porque "son personas superagradecidas y educadas, no ha habido ningún conflicto en El Hierro".