Día Mundial del Ajedrez: la jugada mágica de la inclusión, pieza clave en el tablero social
- España está en la vanguardia mundial en cuanto a la utilización del ajedrez como herramienta educativa, social y terapéutica
- El Club de Ajedrez Magic Extremadura nos presenta cuatro historias de éxito en la rehabilitación de actividades mentales
"Déjame que te dé un consejo: di piezas, no fichas", resuena la voz grave, cercana y sincera de Leontxo García al otro lado del teléfono. Leontxo es una de las personas que más y mejor conoce esta disciplina en nuestro país. "El ajedrez iguala a todo el mundo", explica con paciencia al periodista que ha demostrado su absoluto desconocimiento sobre este juego que también es deporte. "Cuando dos personas se sientan a jugar al ajedrez tienen las mismas reglas, no importa que sea rico o pobre, blanco o negro, que tenga 7 o 70 años. Funciona muy bien como lenguaje universal", amplía el maestro del periodismo ajedrecístico.
La foto que abre este reportaje es un claro ejemplo. Marta, la niña de seis años, forma parte de la cantera del Club de Ajedrez Magic Extremadura. Desde hace casi una década este club de Mérida organiza partidas intergeneracionales como esta que tuvo lugar en el Centro de Mayores Reyes Huertas de su ciudad durante las últimas navidades.
"En lo social y terapéutico el territorio más avanzado del mundo es, sin duda alguna, Extremadura", explica Leontxo García recién llegado a casa después de uno de sus viajes para contarnos el ajedrez desde cualquier lugar del mundo. "Allí lo han introducido en el retraso del envejecimiento cerebral y el alzheimer, en centros de menores, para tratar el TDH, el espectro autista, el trastorno mental grave, el síndrome de down, para los desempleados..." y respira para ponerme sobre la pista y darme el contacto que necesitaba: "El Ministerio de Interior ha llegado a premiar al Club Magic Extremadura por su trabajo en las cárceles".
“En lo social y terapéutico el territorio más avanzado del mundo es, sin duda alguna, Extremadura“
"Club cuatro veces campeón de España de ajedrez. Único equipo español campeón de Europa. Líder mundial en ajedrez social y terapéutico", se puede leer en su web oficial. Contacto con su presidente, Juan Antonio Montero, y resulta que es psicólogo. Montero no sólo cuida y mima la parcela deportiva y la competición con el fichaje de jóvenes promesas del ajedrez para que formen parte del Magic Extremadura. Juan Antonio también apuesta por el ajedrez terapéutico o ajedrez cognitivo.
Ajedrez cognitivo
No es el ajedrez tradicional en el que todos pensamos en el que cada pieza tiene un movimiento y donde hay que intentar acabar con el rey del adversario. El ajedrez cognitivo utiliza el tablero y las piezas para entrenar la mente, prevenir el deterioro cognitivo o, en su caso, rehabilitar funciones mentales como la memoria, la atención o las funciones ejecutivas cerebrales.
Resulta que este uso del ajedrez se basa en un método creado por Juan Antonio Montero y su equipo del Club Magic. Se llama Método ECAM y lo patentaron en Estados Unidos en el año 2016. La versión digital de este método es Gymchess, una reciente aplicación que multiplica las ventajas de la versión presencial, y que ofrece más de 3.500 ejercicios diseñados para estimular el amplio espectro de las funciones cognitivas y facilitar el consiguiente bienestar personal.
En Extremadura están utilizando el Método ECAM en 27 centros de intervención psicosocial entre los que se cuentan diez centros de mayores para el envejecimiento activo, un centro de tratamiento del deterioro cognitivo leve, un centro de tratamiento de la enfermedad de Alzheimer, cinco comunidades terapéuticas para adicciones, dos centros de tratamiento de trastorno mental grave, la Asociación Down Mérida y dos centros penitenciarios.
Pero lo mejor es conocer cuatro historias personales para darnos cuenta del papel que ha jugado el ajedrez para mejorar sus vidas: en el centro de mayores, en la cárcel, en la comunidad terapéutica y en la Asociación Down Mérida.
Francisco Barragán, centro de mayores
Francisco, junto a su hermano Joaquín, entró en el taller Ajedrez como entrenamiento cognitivo del Centro de Mayores Campomayor, en Badajoz. Poco después de su jubilación, allá por el año 2014, movido sobre todo por la afición que tenía por el ajedrez, aunque no fuera un jugador asiduo.
Lo que encontró en ese taller no era exactamente lo que él suponía. El monitor, junto a un tablero mural en la pared, componía extrañas posiciones con las piezas, y o bien había que memorizarlas, o bien había que responder a preguntas sobre ellas que poco tenían que ver con el juego, y donde el monitor decía que se trabajaba la atención, las funciones ejecutivas cerebrales, o el razonamiento... El cambio hacia ese ajedrez le costó: se desquitaba en cierto modo cuando en el taller, donde se reservaba la media hora final para el ajedrez tradicional, jugaba o podía plantear preguntas puramente ajedrecísticas al monitor.
Pero poco a poco la actitud de Francisco fue cambiado: empezó a ver con mejores ojos esos ejercicios que decía el monitor que eran de “memoria demorada”, o de “atención selectiva”, o de “reconocimiento perceptivo”. Incluso empezó a comprender el significado de esos términos que al principio le decían poco o nada y se fue enamorando de ese ajedrez, como a él mismo gusta decir.
Hoy en día Francisco tiene a gala no faltar prácticamente nunca al taller, realiza proezas memorísticas en el tablero de las que se siente especialmente orgulloso y fomenta la práctica del ajedrez en su centro. También participa anualmente en la Feria de los Mayores de Badajoz en el stand del Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (SEPAD), un organismo público que vela por el envejecimiento activo en Extremadura.
A.H.R., comunidad terapéutica
A.H.R. ingresó en la Comunidad Terapéutica La Garrovilla de Mérida para personas con problemas con adicciones en agosto de 2023. Fue una petición de ingreso meditada, después de ver cómo en un año su adicción estaba acabando con su bienestar familiar y con su trabajo. Se estaba deteriorando física y mentalmente, pero es que además empezaba a convertirse en una persona aislada y remisa a relacionarse cuando siempre había sido muy sociable.
Su ingreso en La Garrovilla -un centro de prestigio, de titularidad oficial y perteneciente al Servicio Extremeño de Salud (SES)- supuso un cambio radical en su vida porque significaba incorporarse a un programa de deshabituación en régimen de internamiento completo durante un mínimo de seis meses. A.H.R. recuerda algo que le sorprendió, y es que una de las actividades obligatorias en el centro era asistir al taller de ajedrez terapéutico que imparte el Club Magic denominado Rehabilitación cognitiva en blanco y negro. Lo encontraba absurdo. Él quería era solucionar su problema, no aprender a jugar al ajedrez.
Muy pronto empezó a entender lo que allí se hacía. No había juegos de ajedrez, solo un tablero de grandes dimensiones en el centro de la sala. Vio que los veteranos prestaban mucha atención a los ejercicios que el monitor planteaba y se fijó en que hasta los que estaban más deteriorados por el consumo ponían el máximo empeño en aquello. Rápidamente comenzó a participar y acabó encontrándolo divertido, interesante y, sobre todo, comprobó que recuperaba mucha de la agilidad mental que siempre le había caracterizado.
Acaba de salir de la comunidad terapéutica. Ha recuperado mucho de lo que perdió y se ha enrolado como voluntario de Cáritas Diocesana de Mérida. Tiene la ilusión de que allí también se implante el ajedrez terapéutico. Tres días antes de este reportaje se puso en contacto con el psicólogo Juan Antonio Montero para recordarle que meses atrás éste le había prometido en el taller una camiseta del club y que era hora de que cumpliera su promesa. La foto que ilustra esta historia corresponde a ese momento.
P.L.H.I., centro penitenciario
En julio de 2021 P. L. ingresa en el centro penitenciario de Cáceres con una condena ya firme. Tenía allí un largo periplo por delante. Es consciente de que la condena le ha partido la vida en dos y de que necesita tener ocupada su mente para pensar lo menos posible porque no se encuentra en el mejor momento anímico de su vida.
En su módulo encuentra tableros de ajedrez y algunos internos con los que puede jugar. Poco después se entera de que el Club Magic Extremadura cuenta con el taller Nuestro ajedrez reinserta, una actividad financiada por la Fundación Jóvenes y Deporte. Cuando se presenta en el taller (dos sesiones semanales de dos horas de duración) se desencanta porque la primera hora y cuarto aquello no es exactamente una sesión de ajedrez, sino que es “otra historia”. La monitora explica que se trata del Método ECAM, de ajedrez cognitivo, y de que sólo al final de la sesión pueden jugar partidas al ajedrez.
P.L.H.I. se ha propuesto no ser problemático y observa lo que se hace sin más. Enseguida percibe que esos ejercicios, a veces bastante complejos, cumplen perfectamente con su objetivo de que el tiempo en prisión no pase tan despacio porque su resolución le absorbe la mente. Pronto se encuentra participando activamente y además descubre que es realmente bueno memorizando largas secuencias de piezas en el tablero mural. Durante el último año, el nuevo monitor le reserva los ejercicios cognitivos más complicados e incluso delega en él la última palabra cuando surge alguna duda acerca de si las piezas que ha puesto algún compañero estaban realmente como en la posición inicial en las que fueron colocadas por el monitor.
Hace pocos meses que P. L. ha empezado a disfrutar de sus primeros permisos penitenciarios. Ahora sólo tiene que ir a dormir a un centro de inserción cuatro días a la semana. Su cambio físico ha sido notable y su aspecto apenas tiene nada que ver con el que tenía cuando ingresó en prisión. Ha vuelto a su antiguo trabajo como camarero y los que le conocen bien dicen que ha ganado bastante en paciencia y atención. Él mismo asegura que ahora memoriza perfectamente las comandas sin esfuerzo. El taller también le ha ayudado a perder un cierto miedo que tenía a quedar en evidencia en público. "Cosas imperceptibles que le ha dado el ajedrez cognitivo", asegura P.L.
Asociación Down Mérida
La primera ocasión en que el Club Magic Extremadura colaboró con la Asociación Down Mérida fue hacia 2015 como una experiencia piloto. Querían comprobar cómo resultaría un taller de ajedrez tradicional adaptando el nivel del aprendizaje a los chicos y chicas de la asociación. No funcionó excesivamente bien. A todos les hacía ilusión aprender un juego que conocían de oídas y del que tenían una muy buena imagen.
Retomaron el taller con el apoyo de la Diputación de Badajoz y volviéndolo mucho más cognitivo. Ajustaron al máximo los contenidos a las características de los protagonistas. Empezaron a insistir en las habilidades espaciales -en uno de los ejercicios debían debían extraer dos caballos, un peón y un alfil de las bolsas de tela donde se guardan las piezas, sin mirar -. Todo se volvió más lúdico, sobre todo cuando empezaron a trabajar por parejas. Hasta comenzaron a pedir algunos ejercicios, como por ejemplo, memorizar las piezas que el monitor colocaba en el tablero para después colocarlas de nuevo después de intercalar otra actividad (como recitar una tabla de multiplicar) con el fin de aumentar la interferencia y potenciar así la concentración.
“Me gusta practicar el ajedrez porque es una manera de mantener la memoria y la atención“
Año tras año el número de personas ha aumentado en un taller que ya está consolidado. El clima es cada vez más participativo. ¿Qué dicen estos chicos y chicas sobre el ajedrez? Sus opiniones coinciden: “Me gusta practicar el ajedrez porque es una manera de mantener la memoria y la atención”, dice Cristina en un audio de whatsapp. Y como ella otros compañeros insisten en lo mismo: “Lo hago para que la memoria esté bien, y además es muy divertido”, “porque es bueno memorizar y sobre todo disfrutar de ese tiempo y divertirnos”, “porque me ayuda a centrarme y a estar atenta”, “porque mejora la mente y aprendo a trabajar la memoria...”.
Feliz Día Mundial del Ajedrez a todos. Y que sigamos practicando la jugada mágica de la inclusión con iniciativas como las del Club de Ajedrez Magic de Extremadura, piezas clave en el tablero social.