Sin 'plan b' y con un futuro "muy complicado": así afrontan los demócratas la retirada de Biden como candidato
- Líderes demócratas habían aumentado su presión en los últimos días para que Biden se retirara de la carrera presidencial
- Biden apoya a su vicepresidenta Kamala Harris como “sucesora natural”
- Joe Biden dimite como candidato, en directo | "Es lo mejor para mi partido y para el país"
El equipo de campaña del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en su carrera a la Casa Blanca ha estado durante semanas sumido en un estado que iba más allá del pánico, que ha llevado a que se planteara seriamente la opción de que renunciara a su reelección y finalmente a que haya tomado la decisión de dejar paso a otro candidato. La preocupación de los principales dirigentes del Partido Demócrata había ido creciendo por las escasas probabilidades que han ido dando los sondeos a que Biden obtuviera la victoria sobre el exmandatario Donald Trump y que fuera reelegido en las elecciones presidenciales que se celebran el 5 de noviembre.
En los últimos días, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, han expresado a Biden sus dudas sobre su candidatura.
Pero quizá lo que más le haya dolido a Biden y le haya hecho cambiar de opinión sea que el expresidente Barack Obama, quien mostró solo hace unas semanas su apoyo al que fue su vicepresidente, dijera que sus posibilidades de ganar las elecciones habían disminuido en gran medida y que creía que debía reconsiderar su candidatura, según recogía el diario ‘The Washington Post’.
Crece la presión sobre Joe Biden para que renuncie a ser
el candidato demócrata a la presidencia de EE.UU.
A la lista de figuras destacadas del partido que se lo aconsejan
o exigen, hoy se ha sumado, según el Washington Post,
el propio Barack Obama, Sara Rancaño.
Sí una de los pesos del partido demócrata
que más influye en el presidente Biden.
Y puede suponer la estocada.
Según el Washington post,
Barack Obama habría compartido con allegados
que el Presidente Biden necesita reconsiderarlo.
El expresidente Barack Obama
ha dicho a sus aliados en los últimos días
No es el único que ha expresado estos temores en privado.
Barack Obama y también otros pesos pesados dentro del partido temen a
partir Reed esas encuestas que validen no sólo salga perder la Casa
Blanca sino que también arrastre de las carreras legislativas.
De congresistas y senadores y eso suponga 4 años de poder para los
republicanos.
En la rama legislativa como en la rama ejecutiva.
Que no puede derrotar a tram y que podría destruir las posibilidades en
noviembre y acabar con la malla del Senado.
Son muchos los demócratas que claman al presidente.
Figuras de relevancia en el partido.
la inquietud de sus filas.
Y otras, como el Gobernador de Nueva York, Antonio Delgado.
Y unos 20 congresistas demócratas más han expresado sus dudas.
Buena parte del partido demócrata pide a su presidente
que recapacite.
Ayer por primera vez, Biden abría la puerta a retirarse
si un médico le dijera que tiene algún problema.
De momento ha contraído el covid y ha tenido que suspender sus actos.
Biden, de 81 años, había declarado en reiteradas ocasiones que "no se iría a ninguna parte" y había instado a su partido a volver a centrarse en derrotar a Trump. Los llamamientos de políticos demócratas a Biden para que se retirara han ido acompañados del movimiento de un buen número de donantes de la formación y de votantes que también se han expresado en contra de la candidatura del presidente.
"Ha habido cierta irresponsabilidad en el Partido Demócrata", opina en declaraciones a RTVE.es el profesor de Literaturas Hispánicas y Estudios Culturales en la Universidad de Rockford, en el estado de Illinois, Xabier Fole. "Desde hace mucho tiempo se veía lo que estaba pasando y nadie parecía decir nada. Se cubría o se intentaba mandar el mensaje de que en realidad (Biden) está mejor de lo que parece", comenta.
“Con un Biden muy debilitado y con la candidatura demócrata sin saber exactamente por dónde va a ir, el Partido Demócrata lo tiene bastante difícil a partir de ahora”, añade. “No va a haber mucho tiempo para corregir lo que se ha hecho hasta ahora con la campaña y tendría que ser una candidatura apropiada para este momento”, subraya Fole.
Los demócratas, sin un 'plan B'
La mayoría de miembros del partido de Biden, en las últimas semanas, venía ejerciendo presión para que el presidente reconsiderara su intención de ser reelegido y repetir otros cuatro años en la Casa Blanca. Mientras el Partido Republicano ha proclamado oficialmente la candidatura de Donald Trump en una Convención Nacional en Milwaukee -marcada por el ataque contra el exmandatario en los días previos-, los demócratas parecen estar ganando tiempo para lograr que Biden deje paso a un nuevo candidato antes de su propia convención, que se celebra en agosto en Chicago.
A juicio de los expertos consultados por RTVE.es, “es un desastre” que el Partido Demócrata no haya actuado antes a la vista esta situación
"La verdad es que ha sido un desastre que hayan llegado a esta situación cuando era evidente desde hace tiempo que Biden había tenido cierto declive. Se lo tenían que haber planteado con antelación", señala el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Burgos, Juan Tovar.
"El propio Biden se había comprometido cuando fue elegido y en su primera campaña como candidato presidencial, a estar solo un mandato y luego pasar el testigo a otras personas, que sería una especie de presidente de transición", afirma el profesor. "Al final no ha sucedido nada de eso. (...) Ahí los demócratas han estado bastante torpes con su estrategia", asevera.
En la misma línea, desde California, la analista de Relaciones Internacionales y profesora de IE School of Global and Public Affairs, Alana Moceri, recalca que es "tremendo que (los demócratas) no tuvieran un 'plan B'". "Biden es mayor y podría pasar algo en cualquier momento. Hay que tener otro plan", opina la analista, quien afirma que "son momentos complicados" para el Partido Demócrata.
"Lo que quiere todo el partido es que Biden se vaya de una forma digna. Nadie tiene interés en salir mal. Lo ideal hubiera sido que él mismo se hubiera dado cuenta en el momento, pero hay que buscar la forma digna de hacerlo y hacerlo bien", subrayaba poco antes de conocerse la decisión de Biden.
Por su parte, el catedrático del Instituto Franklin-Universidad Alcalá de Henares, José Antonio Gurpegui, indica que “el grave error demócrata fue no haber preparado convenientemente al sucesor de Biden”. “Es lo que está haciendo Trump con J.D. Vance. Lo está preparando para que después vaya él. Alguien joven que encarna todo lo que para él tiene que ser Estados Unidos”, explica, haciendo referencia al senador de Ohio elegido como compañero de papeleta del expresidente.
El debate, el inicio del "terremoto de autorreflexión" de los demócratas
A finales de junio, Biden tuvo que hacer frente a un debate de 90 minutos con Trump en una intervención en la que el presidente balbuceó con una voz tenue y a menudo estuvo con la mirada perdida, lo que llevó a que se pusiera en duda aún más su capacidad para competir con el magnate neoyorquino en las presidenciales.
Desde entonces, el camino de Biden hacia la victoria el 5 de noviembre se había idodo convirtiéndose en algo similar a un callejón sin salida y llevó a la mayoría de los demócratas a buscar la forma de convencer al presidente de que se retirara y a plantearse si había algún candidato que pudiera sustituirle con opciones de ganar las elecciones.
Empieza el espectáculo y salen al escenario
un hombre de 81 años y un delincuente convicto.
Una de las grandes preguntas era si Biden
disiparía las dudas sobre su edad
enseguida se vio que no.
Vacilante, carraspeando, titubeaba mientras Trump se mofaba de él.
No sé lo que acaba de decir y creo que él tampoco.
Trump llamó terroristas y delincuentes
a los migrantes sin papeles,
se negó a responder si reconocerá su derrota si pierde.
Le pidió a Biden que se haga un test cognitivo.
Biden lo llamó delincuente y perdedor
pero sus titubeos y esta pantalla partida,
donde él parecía mucho mayor eclipsó todo lo demás.
Los demócratas corrieron a explicar que Biden estaba resfriado.
En cuanto acabó el debate
los periodistas se abalanzaron sobre ellos con una pregunta:
¿Vais a buscar otro candidato?
Absolutamente no,
negaba tajante el gobernador de California,
uno de los que más suena para sustituir a Biden.
Los senadores demócratas pedían a los votantes
que piensen en las políticas de Biden y no en el debate.
La gripe se cura, lo que Donald Trump tiene, no.
Aquí los que sonreían eran los amigos de Trump.
Sus posibles vicepresidentes hablaban del desastre de Biden.
Y nos decían que no les preocupan los juicios contra Trump
porque no deja de subir en las encuestas.
Faltan 4 meses para una elecciones insólitas,
4 meses de una campaña tensa y cargada de incertidumbre.
“Hay un antes y un después en el debate. Es cuando se contrapuso la anergía que tenía Trump, a pesar de tener más o menos la misma edad de Biden. Se veía con mucha más energía a Trump y a Biden se le veía bastante más perdido y confuso”, opina Fole. “Ahí es donde el Partido Demócrata empezó a pensar que se podían perder las elecciones, que Biden podía empezar a ser un problema”, recalca.
"Una persona que no tiene control de la memoria y control de sus facultades, puede realmente suponer un peligro. El Partido Demócrata llegó a esa conclusión demasiado tarde, pero el debate fue el que causó todo ese terremoto de autorreflexión en la formación", añade.
A las consecuencias del debate se ha unido los efectos del ataque en el que Trump resultó herido por un disparo en un mitin de campaña en Pensilvania, dejando una imagen de la campaña electoral en la que el expresidente aparece con el puño en alto, sangre en su rostro y la bandera estadounidense ondeando.
"Después de lo que sucedió en el debate, que era básicamente ver que lo que se había estado diciendo sobre Biden durante tanto tiempo era cierto, y el fallido atentado de la semana pasada han conducido a que Trump haya ido aumentando su ventaja", señala Tovar.
La búsqueda de un sustituto, un proceso "transparente y democrático"
Antes de que Joe Biden diera el paso de apartarse de la carrera presidencial, casi dos tercios de los demócratas se pronunciaban a favor de que se retirara y dejara que su partido eligiera a un nuevo candidato, según una nueva encuesta del Centro de Investigación de Asuntos Públicos AP-NORC.
Entre los nombres de posibles candidatos, y que es apoyado por el propio Biden, está Kamala Harris, que prestó juramento como vicepresidenta en enero de 2021. Sus asesores aseguran que en estas semanas, a pesar de la débil imagen de Biden como candidato, Harris no ha estado preparándose por si tuviera que embarcarse en una campaña para la Presidencia desde cero.
Las encuestas muestran que el índice de popularidad de Harris sería similar al de Biden, aunque el porcentaje de estadounidenses que tiene una opinión desfavorable de la vicepresidenta es ligeramente menor.
Según una encuesta de la cadena CNN, Harris contaría con el apoyo del 45% de los votantes registrados, frente al 47% que se decanta por Trump.
"Kamala Harris es la sucesora natural. Es la candidata que más conocen los estadounidenses. Sacar a un candidato totalmente nuevo es muy complicado", opina Gurpegui. "Harris atraería el voto de las mujeres, de las minorías y es más moderada que el ala radical del partido", añade.
En los últimos días, se ha mencionado a otros demócratas como posibles sustitutos de Biden, y todos ellos se situarían por detrás de Trump entre los votantes registrados con niveles de apoyo similares a los de Biden. Entre ellos, se encuentran el gobernador de California, Gavin Newsom, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, y la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer.
"Hay mucha gente. Hay una convención demócrata que es un mecanismo perfecto para elegir a los candidatos. Biden todavía no es oficialmente el candidato, no lo es hasta la convención", explica Moceri. "Tenemos la convención para elegir un nuevo candidato. Es importante que el proceso sea transparente y lo más democrático posible. No hay tiempo para celebrar primarias ahora, pero sí podría ser un proceso para que conozcamos mejor a los candidatos y los delegados en la convención pueden votar", añade.
Fole comenta además que "algunos hablan en una especie de rumor de que Michelle Obama podría ser presentada de forma sorpresiva en la convención", refiriéndose a la esposa del expresidente Barack Obama.
La ex primera dama se ha mantenido alejada de la política desde que Obama cedió la presidencia a Donald Trump en enero de 2017. En una declaración a NBCNews en marzo, la oficina de Michelle Obama dejó claro que presentar su candidatura a la presidencia no entra en sus planes. Finalmente Biden ha cedido a las presiones que ha recibido de una gran parte de miembros del Partido Demócrata y ahora queda por conocer quién será el candidato de la formación que se enfrentará a un crecido Donald Trump en la carrera a la Casa Blanca.