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Sánchez cierra el curso político centrado en el plan de regeneración y los presupuestos mirando de reojo a Cataluña

  • ERC busca cerrar un acuerdo con el PSOE este mes de julio y si no, amenaza con levantarse de la mesa
  • Tres politólogos analizan para RTVE.es los próximos movimientos con los Presupuestos en el centro

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Sánchez cierra un curso político intenso mirando de reojo a Cataluña
Sánchez cierra un curso político intenso mirando de reojo a Cataluña AFP/ ÓSCAR DEL POZO

El curso político, antes del parón veraniego, está a punto de finalizar y el Gobierno se ha lanzado en los últimos días a dejar atado el techo de gasto, como paso previo fundamental hacia los Presupuestos Generales del Estado, y ha presentado en el Congreso su Plan de Acción por la democracia con el fin de "impulsar la transparencia, la independencia, el pluralismo y la protección de la democracia" y que pone el foco en los medios de comunicación. 

La semana próxima no bajará en intensidad con la celebración del último pleno de este periodo de sesiones convertido en un 'superpleno' con varios asuntos a tratar no baladíes: el Congreso elegirá a los diez vocales que le corresponden del Consejo General del Poder Judicial, continuando con los pasos previstos tras el pacto PSOE-PP para la renovación del órgano de los jueces; se votará el techo de gasto y también la toma en consideración de la reforma de la Ley de Extranjería para acabar con la voluntariedad en el reparto de menores migrantes no acompañados en las comunidades autónomas.

En el arranque de la próxima semana el Gobierno, con los ministros de Presidencia, Félix Bolaños, y de Cultura, Ernest Urtasun, a la cabeza, se reunirá con todos los grupos parlamentarios, menos Vox, para avanzar en ese plan de "regeneración democrática" y con la idea de conseguir "un gran acuerdo por una democracia limpia".

Para cerrar el círculo el próximo martes, más que caliente en lo político, se cumple un año de las adelantadas elecciones generales del 23J, que pusieron patas arriba la política española con un Pedro Sánchez que resistía contra todo pronóstico y un Alberto Núñez Feijóo que veía esfumarse toda opción de llegar a La Moncloa y que casi desde el minuto uno de que Sánchez formara su Ejecutivo le ha pedido la dimisión, la última vez esta misma semana: "Váyase, redacte la tercera y definitiva carta", espetó el 'popular' al socialista.

La incertidumbre política se mantiene mirando a Cataluña

Así las cosas, la incertidumbre, al menos de momento, sigue instalada en el panorama político con un elefante en la habitación- Cataluña- que marcará los próximos pasos.

Se esperaba un verano con el cierre echado al ciclo electoral que ha durado prácticamente todo este 2024, pero las decisivas elecciones catalanas siguen sin resolverse y el reloj sigue corriendo: si el 26 de agosto no hay acuerdo en forma de investidura, el 13 de octubre los catalanes volverán a las urnas, con todo lo que eso supone para la política en general.

Por parte del PSC y quien se ve como la única opción para presidir la Generalitat, Salvador Illa, la discreción es máxima en unas negociaciones que se desarrollan desde hace semanas. La otra cara de la negociación, ERC, mete más prisa y lanza avisos. "Si a finales del mes de julio no vemos los fundamentos clave para que el país avance y progrese socialmente y nacionalmente, lo que haremos será levantarnos de la mesa de negociación", ha advertido la secretaria general de los republicanos, Marta Rovira, esta misma semana. Aunque la realidad es que hay tiempo hasta finales de agosto, ERC quiere que si hay acuerdo, sea ya mismo.

El Gobierno, de momento, no contempla otra opción que no pase por que Illa tome el mando de la Presidencia de la Generalitat. El propio Sánchez ha descartado por completo una nueva cita electoral en Cataluña.

En medio de todo están los términos del posible acuerdo que alcance el PSC con ERC en lo referente a la financiación singular que exigen los independentistas, a la que se opone el PP, varios socios de Gobierno e incluso comunidades socialistas.

La clave de bóveda: la aprobación de los Presupuestos

Cabe recordar que el anuncio del adelanto electoral en Cataluña en el mes de marzo supuso de inmediato la renuncia del Gobierno a presentar unos Presupuestos Generales del Estado, de tal forma que nadie discute la relación clara, directa y evidente entre Cataluña y las cuentas generales ya que no hay Presupuestos para España sin el apoyo de los partidos independentistas de forma directa o indirecta.

"Con el adelanto en Cataluña saltó por los aires la aprobación de los Presupuestos, si hubiera de nuevo elecciones en Cataluña, podrían volver a quedar congelados hasta los nuevos comicios. Es posible que sigamos instalados en esta sensación de provisionalidad que hemos tenido toda la legislatura", apunta a RTVE.es el politólogo Luís Orriols, que va más allá y considera que incluso con un acuerdo PSC-ERC que resuelva el asunto catalán, la inestabilidad podría ser la nota dominante en este mandato de Sánchez: "Hasta ahora PSOE y ERC podían tener un intercambio de favores: yo te apoyo en Cataluña (cuando gobernaban los republicanos) y tú me apoyas en el Congreso, pero esa ecuación se ha roto y ahora ERC tendrá las manos más libres para generar inestabilidad en el Congreso".

Orriols cree, por otro lado, que "una vez pase todo el ciclo de implementación de la amnistía" los vínculos de PSOE con Junts "se debilitarán". "No veo piezas para pensar que la legislatura vaya a ser a partir de ahora estable", augura.

"Lo que pase en Cataluña marca la agenda por completo tras el verano y la vuelta al cole será con elecciones o sin elecciones y eso lo decide todo", afirma la politóloga Ana Salazar, que también apunta a que la legislatura, aún sin elecciones catalanas, será "complicada" porque aunque socialistas y republicanos mantengan su relación como socios parlamentarios, Junts y Carles Puigdemont pueden seguir dando la batalla y sin ellos cualquier votación para el Gobierno puede decaer en el Congreso.

"Todo el mundo está mirando de reojo a Cataluña", coincide la politóloga Cristina Monge, que destaca la "mala salud de hierro" en este primer ciclo del Gobierno de Sánchez que "pese a su situación de precariedad y de equilibrio permanente, ha conseguido sacar adelante la amnistía y otras votaciones".

A juicio de Monge, el acuerdo en Cataluña pondría las cosas más fáciles a Sánchez de cara a los presupuestos, pero el hecho de que se forme Gobierno en esa comunidad "no significa automáticamente que se mantengan las alianzas parlamentarias". "Todo apunta a ese acuerdo PSOE-ERC, pero ¿qué pasa con Junts", se pregunta.

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se ha mostrado convencida de que, tras el verano, en septiembre u octubre se presentarán los Presupuestos Generales del Estado para que sean aprobados "antes de que acabe el año". Desde el Ejecutivo están convencidos de que cumplirán con su "hoja de ruta prevista".

Sin presupuestos generales ¿otra vez elecciones?

Desde que se formó el nuevo Ejecutivo de Sánchez, han reiterado que "hay gobierno para rato", que el Ejecutivo está "en plena forma" y que pretenden agotar una legislatura que auguran "larga".

Los tres politólogos coinciden en que ahora mismo el acuerdo para que Salvador Illa gobierne en Cataluña es la principal prioridad del PSOE y luego, atar los Presupuestos Generales del Estado como forma de dar consistencia y estabilidad a este mandato.

"Un gobierno que no es capaz de aprobar unos presupuestos en el primer año de legislatura y que tuviera que paralizarlo de nuevo ahora está casi obligado a avanzar elecciones", afirma Lluís Orriols, que coincide con Ana Salazar: "Políticamente sería insostenible no poder presentarlos de nuevo, más con el ruido en torno a la mujer del presidente, Begoña Gómez". Este mismo viernes Gómez, citada ante el juez que la investiga por presunto tráfico de influencias, se acogió a su derecho a no declarar.

Cristina Monge apunta a que el Gobierno "podría aguantar sin presupuestos y haciendo modificaciones de los existentes", pero añade: "¿cuánto tiempo podría aguantar? No mucho más de un año". Considera que este escenario sería "una situación a la desesperada" y con unas "posibilidades de gestión muy reducidas".

El foco también puesto en las comunidades del PP tras romper el pacto con Vox

Pero no solo Sánchez está pendiente de factores que le hagan o no avanzar en su gobernabilidad y en la legislatura, ya que este mes de julio ha habido otro movimiento sísmico en forma de ruptura por parte de Vox de los cinco gobiernos autonómicos en coalición con el PP en Extremadura, Aragón, Comunidad Valenciana, Castilla y León y la Región de Murcia. Con una relación más que compleja, ambas formaciones se enfrentan ahora a su mayor crisis y está por ver cómo la solventan y si hay adelanto electoral en algunas de estas cinco regiones.

Ana Salazar apunta a un "posible adelanto autonómico en masa a modo de plebiscito a Sánchez" que ve como "jugada arriesgada, pero posible" y que el propio Sánchez "podría dinamitar con una convocatoria general".

Por su parte, Cristina Monge cree que "todo se puede acelerar de forma abrupta" y la incógnita es si "los barones populares van a seguir operando con autonomía" o si "va a haber mayor orientación política por parte de Feijóo y una estrategia compartida". "Un presidente autonómico puede adelantarse y convocar elecciones en su comunidad, todo está por ver", añade.

Así las cosas, la política 'descansará' algo en el panorama nacional tras la semana que viene, pero el desenlace en Cataluña llegará en pleno verano y eso de nuevo recolocará las posiciones para los siguientes pasos. Calma tensa en este periodo estival en el que de nuevo- y España ya se ha acostumbrado- podría haber sorpresas políticas.