Enlaces accesibilidad

Biden, el presidente más longevo de la historia de EE.UU. al que le costó tirar la toalla

  • Obama y otros dirigentes demócratas le han presionado para que reconsiderara su candidatura a la reelección
  • Con 29 años se convirtió en una de las personas más jóvenes elegidas como senador

Por
Biden, el presidente de mayor edad de la historia de EE.UU.

Dicen que a la tercera va la vencida y en el caso de Joe Biden se cumplió. Después de que sus dos primeros intentos por llegar a la Casa Blanca resultaran un fracaso, Biden logró en 2020 arrebatarle la Presidencia al republicano Donald Trump y convertirse en el presidente número 46 de Estados Unidos.

Nadie había llegado a su edad a asumir la presidencia en Estados Unidos. A sus 81 años es la persona de mayor edad en ocupar el cargo. En los últimos meses, Biden ha mostrado signos de envejecimiento acelerado y según han afirmado varios de sus asesores y personas cercanas al mandatario, cada vez habla de forma más suave, se mueve más lentamente y pierde el hilo de las conversaciones de manera más frecuente. 

Todo ello ha hecho que el expresidente de Estados Unidos Barack Obama y otros importantes dirigentes de su partido presionaran al mandatario para que reconsiderara la posibilidad de abandonar la carrera para continuar en la Casa Blanca otros cuatro años y dejara paso a un nuevo candidato demócrata. Biden se ha negado a en varias ocasiones a hacerse a un lado, insistiendo en que está capacitado para gobernar. Primero afirmó que solo renunciaría si se lo pide "el Señor Todopoderoso", algo que más tarde rebajó a "si tuviera un problema médico".

El punto de inflexión fue el primer debate presidencial contra Donald Trump, en el que Biden en ocasiones tenía la mirada perdida y daba respuestas sin sentido.

Joe Biden nació en Scranton, en el estado de Pensilvania, en 1942, donde creció y vivió hasta que su familia se mudó al condado de New Castle, en Delaware. Hijo mayor de cuatro hermanos y con una madre de origen irlandés, Joe Biden fue criado en la religión católica

El presidente se graduó en la Facultad de Derecho en la Universidad de Delaware en 1965 y en la de Syracuse, en Nueva York, en 1968. Tras graduarse, Biden volvió a Delaware para ejercer como abogado antes de dedicarse a la política.

El demócrata ha estado activo en la política estadounidense más de 50 años, comenzando en el consejo del condado de New Castle, pero llegó a ser senador, vicepresidente durante el mandato de Barack Obama y presidente.

24 Horas Fin de semana - Repasamos los cuatro años de Presidencia Biden - Escuchar ahora

Más de 35 años sirviendo como senador

Con tan solo 29 años, Biden fue elegido para el Senado de Estados Unidos, convirtiéndose en una de las personas más jóvenes elegidas como senador en el país. Pero la alegría de su victoria no duró mucho, ya que unas semanas después su familia sufrió un grave accidente de tráfico mientras él se encontraba en Washington D.C.

Su mujer Neilia volvía junto a los tres hijos del matrimonio de comprar el árbol de Navidad cuando un camión chocó con su vehículo. La mujer, de 30 años, y la hija pequeña, de poco más de un año, murieron, mientras que los otros dos hijos -Beau y Hunter- resultaron gravemente heridos.

Biden llegó a plantearse suspender su carrera política, pero prestó juramento como senador de Estados Unidos y durante sus primeros años como senador viajaba en tren más de 300 kilómetros al día para poder estar cerca de sus hijos. En 1977 se casó con la profesora Jill Jacobs, con quien tuvo una hija, Ashley Blazer Biden, dos años después.

Quién es Joe Biden, el 46º presidente de Estados Unidos

Como senador, Biden es ampliamente reconocido por su trabajo en la Ley de violencia contra las mujeres, una norma histórica que fortaleció las penas por la violencia contra las mujeres. Asimismo dio pasos para que Estados Unidos actuara en el conflicto de Kosovo a finales de la década de 1990 y sobre la guerra de Irak propuso un plan de partición como forma de mantener al país unido y pacífico.

También tomó algunas decisiones que no fueron tan aplaudidas, como la ley de justicia penal que redactó en 1994 y fue aprobada en el primer mandato de Bill Clinton. Esta norma tenía como objetivo frenar la creciente violencia en el país, pero derivó a encarcelaciones masivas, especialmente entre la población latina y negra.

Durante estos años, Biden cimentó la imagen de político cercano, conciliador y con habilidad para llegar a acuerdos con sus oponentes. Ganó la reelección hasta seis veces, lo que le convirtió en el senador de Delaware con más años en el cargo.

Una vicepresidencia bajo el mandato de Obama

Biden persiguió en dos ocasiones su candidatura a la Presidencia sin éxito. La primera fue en 1988, pero tuvo que retirarse después de que se descubriera que parte de su discurso de campaña había sido plagiado del entonces líder del Partido Laborista británico, Neil Kinnock. En 2008 también se retiró de la carrera después de quedar quinto en el caucus demócrata de Iowa.

Pero a su larga carrera como senador hay que sumar ocho años de vicepresidente bajo el mandato de Barack Obama, con quien llegó a construir una relación más allá de lo profesional.

Biden renunció a su cargo en el Senado poco antes de prestar juramento como presidente en 2009 y, una vez finalizado su primer mandato, Obama y Biden fueron reelegidos para el segundo.

Joe Biden ha jurado como vicepresidente de Estados Unidos.

Como vicepresidente, Biden sirvió como un asesor influyente del presidente y gran partidario de sus iniciativas. Además, ayudó a evitar varias crisis presupuestarias y desempeñó un papel clave en la configuración de la política estadounidense en Irak. Entre otras cosas, lideró el esfuerzo para traer 150.000 soldados estadounidenses desde Irak.

Asimismo, Biden dirigió esfuerzos interinstitucionales y trabajó en el Congreso para elevar el nivel de vida de la población de clase media, así como reducir la violencia armada y abordar la violencia contra las mujeres.

La estrecha relación entre Biden y Obama quedó patente pocos días antes de dejar el cargo, cuando el presidente le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad con Distinción, el honor civil más alto del país.

La pandemia, la retirada de Afganistán, la guerra en Ucrania y en Gaza

En medio de las crecientes especulaciones de que se presentaría a las elecciones presidenciales de 2020, el 25 de abril de 2019 Biden anunció su candidatura, convirtiéndose en uno de los favoritos del Partido Demócrata. En agosto de 2020, Biden eligió a Kamala Harris como compañera en su candidatura, convirtiéndose en la primera mujer negra en aparecer en una papeleta electoral a nivel nacional de uno de los dos principales partidos. Un mes más tarde, Biden fue elegido oficialmente candidato presidencial demócrata y ganó las elecciones con una ventaja de más de siete millones de votos.

Varios miembros del Partido Republicano y el mismo Trump denunciaron sin pruebas un fraude electoral, algo que a día de hoy algunos de ellos siguen afirmando. En medio de los repetidos llamamientos de Trump a los republicanos para anular los resultados de los comicios cuando comenzó el proceso para certificar la victoria de Biden en la Cámara de Representantes, una gran multitud de simpatizantes del magnate neoyorquino asaltó el Capitolio, la sede de las dos Cámaras del Congreso estadounidense. Varias horas después, se certificó la victoria de Biden y Harris y dos semanas después prestaron juramento como presidente y vicepresidenta.

Biden llegó a la Casa Blanca prometiendo la unidad del país, así como acabar con el legado de Trump. Defendió la necesidad de rehacer las relaciones de Washington con países aliados que, según señaló, se habían visto afectadas bajo el mandato del republicano. También prometió volver al Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático y a la Organización Mundial de la Salud. En este sentido, durante sus primeras semanas como presidente, Biden firmó varias órdenes ejecutivas, muchas de ellas para desarmar la herencia de Trump.

El presidente también comenzó su mandato prometiendo controlar la pandemia tras la polémica gestión de Trump. Logró aprobar un plan de estímulo económico de 1,9 billones de dólares para aliviar la devastación provocada por la pandemia en la economía y logró su objetivo de administrar 100 millones de vacunas contra el COVID en sus primeros 100 días en el cargo.

Biden también ha sacado adelante tres piezas legislativas que han sido decisivas para el futuro del país en medio de una creciente inflación: el plan de infraestructura, la ‘ley Chips’, para fomentar la producción de semiconductores, y la Inflation Reduction Act, con el objetivo de gastar fondos públicos para reducir las emisiones de gases invernadero. 

Pero uno de los asuntos por los que se ha visto más marcada su Presidencia ha sido la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, acordada entre Washington y los talibanes bajo el mandato de Trump y en la que reinó el caos.

La retirada de las tropas estadounidenses dejó imágenes de un aeropuerto de Kabul inundado de refugiados afganos desesperados que buscaban huir del país y, una vez completada la retirada, los talibanes volvieron a tomar el control. La Administración de Biden fue criticada por haber juzgado mal la determinación tanto de los talibanes como del Gobierno y las fuerzas de seguridad afganas. 

En política exterior, bajo el mandato de Biden, Estados Unidos lideró la respuesta de los países occidentales y el apoyo al Gobierno del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para defenderse de la invasión rusa y muchos expertos creen que su respuesta ante este conflicto reforzó al presidente estadounidense.

Pero uno de los asuntos internacionales que más ha afectado a Biden directamente en su carrera a la Casa Blanca ha sido la guerra en Gaza. Después de que Hamás llevara a cabo el 7 de octubre de 2023 un ataque contra Israel en el que la milicia islamista mató a 1.200 personas y secuestró a más de 200, Biden no tardó en enviar un mensaje de apoyo incondicional al pueblo israelí, un fiel aliado de Estados Unidos.

Pero a medida que el conflicto se ha ido recrudeciendo y las fuerzas israelíes no han cesado sus ataques desde el 7 de octubre sobre la Franja de Gaza —causando ya la muerte de cerca de 40.000 civiles—, Washington ha ido aumentando de forma paulatina sus críticas al Gobierno de Netanyahu. Al mismo tiempo, y a pesar de reconocer la crisis humanitaria en la Franja de Gaza, la Administración Biden mantiene su apoyo militar y diplomático a Israel.