Los demócratas se adentran en aguas desconocidas con un desafío: lograr un apoyo unánime a Kamala Harris
- El Comité Nacional del Partido Demócrata se reúne el miércoles para decidir cómo elegir al sustituto de Biden
- Si los demócratas no se ponen de acuerdo, la Convención podría ser abierta con diferentes candidatos
- Joe Biden dimite como candidato, en directo
La retirada del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de la carrera a la Casa Blanca ha dejado al Partido Demócrata sin respuestas claras sobre el camino que debe seguir a menos de cuatro meses para que se celebren las elecciones presidenciales.
Después de que un Biden presionado haya decidido dar un paso al lado, ahora los demócratas buscan la forma de unirse en torno a un nuevo candidato para derrotar al aspirante del Partido Republicano, el expresidente Donald Trump.
La actual vicepresidenta, Kamala Harris, es la opción favorita para reemplazar a Biden, especialmente después de haber recibido el apoyo del presidente, quien también ha llamado a los donantes a respaldar la campaña de su número dos.
"En el Partido Demócrata están ahora como pollo sin cabeza. Se acaban de cargar a su candidato, algo que podrían haber hecho antes -incluso él mismo-. Ellos mismos se han dado cuenta de que es necesario un cambio y tienen muy poco tiempo para encontrar un sustituto y movilizar al electorado para que se conviertan en una alternativa real a Trump", comenta en declaraciones a RTVE.es el investigador del Instituto Franklin de la Universidad Alcalá de Henares, Julio Cañero.
"Lo que deben hacer ahora es cerrar filas cuanto antes con un candidato que dé garantías de que se pueden ganar estas elecciones", opina el experto. "Kamala ha recibido el apoyo de muchos dirigentes del partido, aunque es cierto que otros no se han pronunciado, entre ellos el propio expresidente Barack Obama, pero aun así, Biden va a influir en lo que queda de mes para que Harris sea la persona que aglutina al partido", añade.
La decisión del presidente sitúa a su formación en aguas desconocidas a un solo mes de la Convención Nacional Demócrata. El nuevo candidato demócrata será formalmente elegido en la convención, que se celebrará entre el 19 y el 22 de agosto en Chicago, cuando más de 4.000 delegados se reunirán para votar.
"Kamala Harris no tiene una popularidad increíble y otros candidatos son más arriesgados porque no son conocidos a nivel nacional. Dentro de esta situación, la mejor alternativa es Kamala", señala a RTVE.es el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Pontificia Comillas, Manuel López Linares. "Los demócratas piensan que Kamala, por ser conocida a nivel nacional y por el poco tiempo que queda, probablemente sea la mejor alternativa y que puede ganar", recalca.
El Comité Nacional del Partido Demócrata se reúne este miércoles para tomar una decisión sobre cómo se elegirá al candidato que sustituirá a Biden, en un proceso que su presidente, Jaime Harrison, ha prometido que será "transparente", "ordenado", y "regido por reglas y procedimientos establecidos".
La duda de si todos los demócratas cerrarán filas en apoyo de Harris
Elegir a un candidato que no haya pasado por las primarias demócratas es una opción arriesgada, pero con la gran preocupación de la edad de Biden y el hecho de que Trump se encuentra por delante en las encuestas, los demócratas han llegado a la conclusión de que cambiar al candidato es la decisión más sensata.
Un sustancial número de demócratas ha apoyado ya a la vicepresidenta para que se presente como candidata a la presidencia frente a Trump, entre ellos el expresidente Bill Clinton y la candidata demócrata a la presidencia en 2016, Hillary Clinton. Además, varios senadores, representantes y otras destacadas figuras demócratas han expresado su respaldo a la campaña de Harris, incluidos algunos de los que habían sido señalados como posibles rivales, como el gobernador de California, Gavin Newsom, o el de Pensilvania, Josh Shapiro.
A juicio del doctor internacional en Ciencia Política por la Universidad Autónoma de Barcelona, Ernesto Pascual, "este apoyo explícito obedece a un guion establecido, pero sobre todo a la practicidad en dos sentidos: no entablar una guerra suicida dentro del Partido Demócrata y por el dinero". "Si Kamala Harris no se presenta, todos los fondos recaudados hasta ahora para la elección de Biden son nulos, no se pueden utilizar. A estas alturas de la campaña electoral es un desbarajuste tremendo. No es soportable por el partido", detalla en RNE.
En Estados Unidos, el gasto de una campaña electoral asciende a cientos de millones de dólares. En 2020, la campaña de Joe Biden costó alrededor de 1.000 millones de dólares, una de las más caras de la historia. Su campaña informó recientemente de que ya tenía 91 millones de dólares y los comités de campaña de los demócratas elevaron a más de 240 millones de dólares el dinero de que disponían. Harris podría tener ahora el control de todos esos fondos, ya que la campaña se creó a su nombre y al de Biden.
Pero a pesar de contar con el apoyo de varios miembros de la formación, dentro del Partido Demócrata hay dudas sobre si la vicepresidenta puede vencer a Trump en noviembre. El expresidente Barack Obama aplaudió la decisión de Biden, pero aún no ha respaldado a Harris ni a ningún otro candidato; y la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que tampoco tardó en apoyar el anuncio del mandatario, ha tardado cerca de 24 horas en pronunciarse a favor de la candidatura de la actual vicepresidenta.
"Harris no ha tenido un papel muy relevante como vicepresidenta. Todos esperábamos mucho más, (...) pero su papel más bien ha sido secundario, hay algo de temor de que no tenga esa capacidad política, que no pueda hacer frente a un desafío tan grande como es el de tener en contra a alguien como Trump. No saben si realmente está preparada", asegura Cañero.
El papel de los delegados, fundamental en la Convención Demócrata
En las primarias y caucus celebrados desde principios de este año, Biden ha ganado alrededor del 95% de todos los delegados a la Convención Demócrata. Al menos 3.896 delegados se han comprometido a apoyar al presidente.
Poco después de anunciar su retirada de la carrera presidencial, Biden ha mostrado su apoyo a la vicepresidenta Harris para reemplazarle al frente de la papeleta del Partido Demócrata y es probable que estos delegados respalden ahora a Harris.
Si el Partido Demócrata no se une para apoyar a un solo candidato en agosto, la convención pasaría a ser abierta por primera vez desde 1968. Eso significaría que los delegados serían libres de decidir por quién votan entre los múltiples candidatos que pudieran surgir.
-Durante toda su vida ha ido rompiendo barreras.
La última cuando aceptó ser la compañera de Joe Biden
en la carrera a la Casa Blanca.
Kamala Harris es la primera mujer afroamericana
y de origen asiático es asumir el cargo
de vicepresidente de los Estados Unidos.
Joe Biden eligió a la que había sido
su rival durante la campaña demócrata en las elecciones
presidenciales de 2020.
Su familia le inculcó luchar por lo que quería, por las injusticias.
Nos relata en la autobiografía.
Asegura que las protestas por los derechos civiles en la década
de los 60 en las que participaron
sus padres han influido en su carrera.
Ha sido una de las mayores voces a favor de los derechos
de reproducción de las mujeres.
Desde que el Tribunal Supremo derogara el aborto
como un derecho institucional.
Estudió ciencias políticas y economía en Washington.
Se comete el fiscal general en 2011.
Se autodenomina la máxima vigilante en la lucha contra el crimen.
Se define como una defensora de los más vulnerables,
pero fue muy criticada por no hacer más
contra la corrupción dentro del cuerpo policial de California.
Desde la fiscalía llegó al Senado, rompiendo también barreras.
Ha sido la segunda mujer negra en tener un escaño en la cámara alta.
Su papel durante estos casi cuatro años como vicepresidenta,
dicen los analistas, no ha sido lo brillante que se esperaba.
Siempre en la retaguardia de Joe Biden.
Ahora muchos creen que podría hacer historia en ser la primera mujer
al frente de la Casa Blanca.
"No se sabe con certeza si Kamala tiene todos los apoyos necesarios para ser la candidata. Los delegados en la convención están condicionados por el apoyo de Biden a Harris, pero no se sabe con certeza qué van a hacer", explica López Linares. "Lo que podemos suponer es que la mayoría va a hacer caso a Biden, aunque habrá algunos que den la sorpresa y voten a otra persona", señala.
En este sentido, Cañero opina que Biden tratará de que los compromisarios "acaben apoyando a Kamala Harris". "Su candidato ya no es por el que ellos fueron elegidos, entonces su decisión será la que consideren más oportuna y la que mejor beneficie a su partido. Se pueden dar cambios en la orientación del voto. Va a ser una convención interesante", opina.
¿Quién sería el número dos de Harris?
Además de elegir a la persona que oficialmente reemplace a Biden, los delegados votarán para decidir en la próxima Convención Nacional Demócrata al candidato a vicepresidente.
En el caso de que Harris fuera la candidata oficial, suenan por ahora los nombres de varios miembros del partido que podrían ser su pareja en la papeleta, como la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, el gobernador de California, Gavin Newsome, o el secretario de Transporte, Pete Buttigieg.
A juicio del catedrático del Instituto Franklin-Universidad Alcalá de Henares, José Antonio Gurpegui, el número dos de una supuesta candidatura de Harris sería "un vicepresidente". "Sospecho que el perfil va a ser muy similar al de J. D. Vance, obviamente con alternativas políticas distintas", afirma en RNE, en referencia al candidato a vicepresidente del Partido Republicano. "Creo que va a ser alguien quizá no tan joven, blanco, hombre y que tenga una cierta relevancia en el partido. Un hombre hecho a sí mismo que conecte con el hombre blanco, trabajador", añade.
En la misma línea, Pascual asegura que "si tuviera que apostar en estos momentos, estoy convencido de que quien acompañe a Kamala Harris será un hombre anglosajón blanco". "Estados Unidos no está en condiciones de tener a dos mujeres en la lista y mucho menos afroamericanas. Es muy difícil", subraya.