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Cien detenidos y 151 investigados por estafas bancarias en 39 provincias de España

  • Los detenidos e investigados se reparten por 39 provincias de España
  • La mayoría de los detenidos son jóvenes de entre 18 y 25 años

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Imagen de archivo de la Guardia Civil en una investigación
Imagen de archivo de la Guardia Civil en una investigación Guardia Civil

La Guardia Civil ha desarticulado este martes una organización criminal dedicada a la comisión de estafas bancarias, y ha detenido a 100 personas, la mayoría de ellas jóvenes de entre 18 y 25 años, mientras está investigando a otras 151. Los detenidos e investigados, residentes en 39 provincias españolas, actuaban suplantando las entidades bancarias de las víctimas para conseguir estafarlas.

La operación ha sido desarrollada por el equipo de la Guardia Civil de Málaga, que ha contado con el apoyo de las distintas comandancias de las provincias en las que se ha actuado. Solo en la provincia de Málaga han sido estafados cerca de 1,2 millones de euros a, al menos, 323 víctimas, según ha informado el Instituto Armado en un comunicado.

En Barcelona, la operación se ha saldado con 79 detenidos y 46 investigados. En el caso de Madrid, los investigadores han detenido a un total de 17 estafadores e investigan a otros 17. Entre las provincias implicadas también destacan Girona, en la que residen 11 investigados, así como Málaga, Tarragona y Lleida, con ocho investigados en cada una. 

La actuación se ha llevado a cabo tras dos años de análisis de numerosas denuncias por estafa interpuestas a lo largo de toda la provincia de Málaga. Los agentes de la Guardia Civil durante la investigación descubrieron que entre todos los implicados existía un mismo nexo de unión.

'Modus operandi'

Los delincuentes suplantaban el número de teléfono de una entidad bancaria concreta, desde el que enviaban mensajes a clientes de la misma y posteriormente realizaban llamadas telefónicas haciéndose pasar por empleados del banco para acceder a las cuentas de los perjudicados. Posteriormente realizaban compras y transferencias de dinero sin su consentimiento.

Los estafadores accedían a las cuentas de las víctimas a través de dos pasos. En el primero, los afectados recibían un mensaje con un enlace falso que suplantaba a la página web de su entidad bancaria. Las víctimas accedían a este enlace que realmente daba entrada a una web fraudulenta.

Como segundo paso, tras pasar un tiempo prudencial, las víctimas que habían accedido al enlace recibían una llamada desde un número de teléfono modificado que hacía pensar que pertenecía a la entidad bancaria.

El interlocutor se hacía pasar por un empleado de la entidad y, con la excusa de solucionar los falsos problemas de seguridad, les solicitaba los códigos de verificación necesarios para realizar transferencias. De esta manera consumaban la estafaba.

Una banda organizada

El grupo se organizaba con personas que realizaban diferentes labores, desde las mulas encargadas de recibir las primeras transferencias de las víctimas mediante creación de cuentas bancarias, hasta los miembros encargados de captar colaboradores, gestionar las comisiones y organizar el movimiento del dinero estafado.

Una vez hubieron conseguido blanquearlo, el dinero usurpado terminaba en cuentas en el extranjero o invertido en criptoactivos.

En total se han analizado 472 cuentas bancarias y 708 líneas telefónicas, en su gran mayoría líneas dadas de alta con datos falsos o con identidades usurpadas.

Se han esclarecido casi la totalidad de los delitos denunciados y se han identificado un total de 422 autores con distintos grados de participación dentro de la trama.