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Análisis | Elecciones en Venezuela

La oposición alienta la esperanza de un cambio en Venezuela tras 25 años de chavismo: "Hay una gran oportunidad"

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La oposición crea esperanzas sobre un cambio en Venezuela tras 25 años de chavismo: "Tienen una gran oportunidad"
La oposición crea esperanzas sobre un cambio en Venezuela tras 25 años de chavismo: "Tienen una gran oportunidad" Getty

Los 25 años de Chavismo coinciden con una de las citas electorales más decisivas en Venezuela, unos comicios que han despertado esperanzas sobre un cambio de rumbo. El oficialismo de Nicolás Maduro llega a este momentum electoral en horas bajas, en medio de la dura crisis socioeconómica y política que azota al país, y contiene el aliento ante una eventual victoria del opositor Edmundo González Urrutia, de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD). El candidato camina de la mano de María Corina Machado quien, pese a haber sido inhabilitada en enero y apartada de la posibilidad de llegar a la Presidencia, ha conseguido trasladar la confianza depositada en ella a su sustituto. Juntos, intentan esquivar las trabas impuestas desde el oficialismo, que emplea todas las herramientas a su alcance para evitar un giro político, mientras crecen las dudas sobre si aceptaría una derrota. 

Nicolás Maduro, heredero de Hugo Chávez, lleva 11 años al frente del país y ha llegado a decir a lo largo de la campaña que, si no gana las elecciones, Venezuela caerá en un "baño de sangre" y en una "guerra civil" impulsada por los "fascistas". Así ha intentado convencer a sus seguidores de salir a votar en masa para garantizar "la más grande victoria de la historia". El mandatario compite con otros nueve candidatos el próximo 28 de julio, aunque el único con opciones reales es el líder de la PUD, que, según muchos sondeos, se sitúa por delante en intención de voto

Para todos los públicos Nicolás Maduro pide una victoria contundente para evitar un "baño de sangre" en Venezuela
Transcripción completa

y marcadas por la tensión.

El presidente Nicolás Maduro se disputa la victoria

con el opositor Edmundo Gonzalez,

que lidera las encuestas más fiables.

La guerra de encuestas y de ataques cruzados entre gobierno y oposición,

que se responsabilizan mutuamente de generar violencia,

no hacen más que subir la tensión.

La dirigente inhabilitada de la oposición,

María Corina Machado,

sigue sumando apoyos masivos para el candidato de unidad;

un Edmundo González que gana seguidores

a medida que se acerca la fecha.

"Venezuela se merece un gobierno decente,

como lo somos la mayoría de los venezolanos

y eso lo vamos a lograr".

Mientras el presidente Maduro, que busca su reelección,

acusa a los antichavistas de una estrategia

para no reconocer los resultados y promover una tragedia.

Para evitar el supuesto escenario, pide una victoria contundente.

"Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre,

en una guerra civil fratricida, producto de los fascistas,

garanticemos el más grande éxito".

En medio de un clima de incertidumbre,

algunos expertos pronostican que, gane quien gane,

Venezuela vivirá inevitablemente un cambio de ciclo.

Hoy en día, todo el mundo quiere cambio, todo el mundo,

incluyendo a Nicolás Maduro.

Nadie está satisfecho con la Venezuela que tenemos hoy en día.

El tema es quién dirige el cambio".

Más de 21 millones de venezolanos están llamados a votar.

El 25 % de la población está en el exterior.

Son 7 millones y medio de migrantes y refugiados, según ACNUR

de los cuales, apenas podrán votar 70.000 personas.

Nicolás Maduro pide una victoria contundente para evitar un "baño de sangre"

Una "oportunidad" para la oposición frente al chavismo

La profesora de Ciencias Políticas en el Valencia College de Orlando, María Isabel Puerta Riera, ha explicado a RTVE.es que "después de mucho tiempo", la oposición "ha logrado definir una estrategia competitiva" y capitalizar un apoyo que "no es partidista", sino que responde al "deseo de cambio" que representan tanto Machado como González Urrutia y que es ahí donde "tienen una gran oportunidad". "Quizás los fracasos previos les han hecho madurar y entender la necesidad de otra estrategia política", añade. 

"Desde 1998, cuando Chávez fue elegido, estas son las primeras elecciones en las que la oposición tiene una clara ventaja electoral", explica a RTVE.es la politóloga venezolana Dhayana Carolina Fernández-Matos. Como nunca antes en más de dos décadas, añade, "hay mucha esperanza en la población, incluidas personas que han sido fieles seguidoras de Chávez, pero que se desmarcan de Maduro, de que el cambio es posible".

Ahora bien, la aparente ventaja, avalada por algunas encuestadoras "serias", "no es suficiente", según la analista. Y es que, el camino electoral, advierte, "es necesario, pero no es la única arista a tener en cuenta para un cambio político" en Venezuela, donde, aunque se mantengan las distintas ramas del poder público, "en la práctica, se siguen las indicaciones que llegan desde el Palacio de Miraflores", la sede del Ejecutivo. 

"Todo apunta a que Maduro va a perder las elecciones, pero eso no quiere decir que los datos oficiales vayan a ser así

"Todo depende del Gobierno actual. Todo apunta a que Maduro va a perder las elecciones, pero eso no quiere decir que los datos oficiales vayan a ser así", expone la profesora de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid, Susanne Gratius, que añade que hay que tener en cuenta que Venezuela es "un país dividido en dos campos políticos y que cada uno hace sus encuestas y salen a su favor". 

Por ello, mientras que sondeos realizados por consultoras como la estadounidense Clear Path Strategies o el Instituto Delphos en alianza con el Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello apuntan a una ventaja de entre el 10% y el 35% para la oposición, otros sondeos como los realizados por Hinterlaces, muestran una clara victoria del oficialismo. 

"Hay mucho temor, no solamente a la manipulación del proceso electoral a manos del Gobierno, sino sobre qué pasará después", explica Puerta Riera, que coincide con el resto de analistas en que mucho de lo que suceda dependerá de si el chavismo reconoce o no una hipotética victoria de la oposición y del papel que, en ese caso, jueguen las Fuerzas Armadas venezolanas, fundamentales en la ecuación política.

El régimen actual, insisten las expertas, hará todo lo posible para evitar un giro de guion político y es difícil esperar un proceso electoral garantista en una votación que no cuenta con observadores internacionales vinculantes. "No se puede esperar que sean unas elecciones libres y justas", señala Gratius.

El liderazgo en la sombra de Machado

Al margen de lo que acabe sucediendo el domingo, no cabe duda de que la oposición ha conseguido unirse y hacerse fuerte frente al chavismo. Sin embargo, la inhabilitación por parte del régimen de su principal candidata, la histórica Corina Machado, ha traído consigo enormes dosis de incertidumbre. La elección de González Urrutia (74 años), un diplomático menos conocido en el panorama político pero con una extensa carrera académica y experiencia internacional, fue la última baza de la oposición.

"El régimen tiene terror y por eso buscó bloquear mi candidatura. Sin embargo, logramos inscribir la de un embajador con una trayectoria impecable", afirmó Corina Machado en una entrevista concedida a RNE en mayo. La líder antichavista, que en 2023 había ganado las primarias de su partido de manera contundente, es una cara conocida de la política venezolana y lleva desde los tiempos de Hugo Chávez protagonizado sonadas disputas. 

Como apunta Fernández-Matos, la política era reconocida como "una de las líderes de la oposición que estaba dispuesta a decirle las cosas de frente" a Chávez y fue esa "frontalidad mantenida a lo largo del tiempo" lo que le hizo ir ganando adeptos, aunque también ha contribuido a su éxito la "desconfianza y deslegitimación" de otros opositores, como Juan Guaidó. "Ante esto, Machado se presentaba y se presenta como la mujer fuerte, valiente, honesta, dispuesta a dar la cara y enfrentarse al Gobierno autoritario", añade.

Su inhabilitación, continúa la politóloga venezolana, supone una "estrategia recurrente" del chavismo, siendo varios los dirigentes opositores que han sido invalidados por el brazo ejecutor del régimen, la Contraloría General. El suyo es, además, un caso sui generis en América Latina, ya que no contó con el impulso de un líder masculino. "Su liderazgo fue construido por sus propios medios y se da algo inédito: una mujer que apoya la candidatura de un hombre", explica. 

La campaña de González Urrutia es también la de Corina Machado. "Han aceptado las condiciones de la inhabilitación, pero es ella quien lidera esta campaña", explica Gratius. Machado ha permanecido a su lado durante los últimos meses y se ha dejado ver en la mayoría de actos de campaña, escenificando lo que para Puerta Riera es un "traspaso de capital político" que "hace confiable la propuesta del candidato opositor y hace que la gente pueda "votar con tranquilidad". 

Los recursos del chavismo para impedir el cambio

La ONG Laboratorio de Paz registró al menos 76 detenciones arbitrarias de opositores o personas vinculadas a los partidos opositores en los primeros 15 días de campaña electoral y denunció el "bloqueo y ataques a medios y organizaciones que defienden la libertad de opinión y expresión". Entre los arrestos más sonados están los del jefe de seguridad de Machado, Milciades Ávila.

La excandidata ha denunciado, además, un incremento de "la represión" con distintos ataques como el corte de "las mangueras de los frenos" de vehículos de campaña, algo que según el Gobierno es un "falso positivo difundido" por la exdiputada antichavista "sin mostrar prueba alguna".

Fernández-Matos, asegura que "la violación de los derechos civiles y las libertades de quienes se enfrentan el régimen ha sido una constante del gobierno de Maduro". Durante la campaña, han cerrado hoteles, restaurantes y otros establecimientos que afectan a quienes acompañan o prestan algún servicio tanto a González como a Machado. "Pese a esto, hay quienes están dispuestas a correr el riesgo, otra muestra más del malestar generalizado", argumenta la experta.

Asimismo, aunque él asegure lo contrario e incluso defienda que compite con "desventaja", las expertas consultadas señalan que el gobierno de Maduro ha empleado y empleará todos los recursos posibles, tanto estatales y políticos, como extraoficiales y represivos, para evitar tanto la participación de la gente en los comicios como para generar condiciones de intimidación y amenazas. "La manipulación electoral se puede llevar a cabo de muchas formas, no necesariamente robando votos, que es un error que se comete cuando se analiza la transparencia en Venezuela", explica Puerta Riera. La intención del Gobierno, añade, "siempre ha sido suprimir la participación, generar desesperanza y provocar en la gente el abandono de la salida electoral".

La necesidad de una negociación ante una hipotética victoria

Ante una posible victoria, la oposición ha tendido la mano a Maduro durante la campaña para llevar a cabo una transición "pacífica" y "sin traumas", un proceso que, sin embargo, de producirse, promete ser muy intenso y complicado. Las voces consultadas coinciden en que un triunfo electoral solo supondrá el primer paso de una transformación que no sucederá sin una negociación entre ambas partes.

"La transición política que tanto requiere Venezuela será imposible sin diálogo, sin consenso, sin darle cabida a los distintos actores políticos, incluidos los sectores chavistas", expone Fernández-Matos. Esto, dice, no implica negar la necesidad de establecer "una comisión de la verdad, de esclarecimiento de los hechos y de reparación a las víctimas de violaciones de derechos por parte del régimen".

Por ahora, nadie sabe con qué panorama político amanecerá Venezuela el día después de las elecciones, ni cuál será la respuesta del oficialismo ante la probable victoria opositora que pronostican algunas encuestas. En todo caso, las analistas advierten de las "muchas cosas" que pueden pasar desde la votación hasta la toma de posesión del próximo mandatario, prevista para enero de 2025. Los resultados del 28 de julio solo serán la primera respuesta a algunos de la multitud de interrogantes que aún quedan por despejar en Venezuela.