Enlaces accesibilidad

Persecución política y control mediático: las denuncias contra Maduro en intento por mantenerse en el poder

  • Es la primera vez en 25 años que las encuestas dan opciones reales a un candidato opositor
  • Más de 100 activistas han sido detenidos desde el comienzo de la campaña, el pasado 4 de julio
  • Elecciones en Venezuela, en directo

Por
Elecciones en Venezuela: Nicolás Maduro, presidente del país y candidato a la reelección
El presidente de Venezuela y candidato a la reelección, Nicolás Maduro, pronuncia un discurso en un acto de campaña este jueves, en Caracas EFE/ Miguel Gutiérrez

La de Nicolás Maduro es la cara que más se repite en el tarjetón electoral. El jefe de Estado de Venezuela posa sonriente en 13 casillas, acaparando todo el abanico ideológico de izquierdas. En contraposición, la de Edmundo González Urrutia aparece dos veces. Un rostro de 74 años que para la mayoría de venezolanos era desconocido al inicio de la campaña, pero que ahora lidera las encuestas.

Es la primera vez que un candidato ha puesto en jaque un cuarto de siglo de chavismo, con más de 20 puntos de ventaja. Aunque hay trece aspirantes a la presidencia, este 28 de julio, día elegido porque es el del cumpleaños de Hugo Chávez, el electorado venezolano se enfrenta a un duelo en el que tendrá que elegir (o reelegir) al residente del Palacio de Miraflores para los próximos seis años.

González es el número uno de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), principal coalición opositora de Venezuela, que actúa bajo la sombra de María Corina Machado, líder histórica de la derecha venezolana inhabilitada en estas elecciones. Pero, en estos comicios, los ciudadanos han asimilado que votar a González es apoyar a Machado.

El candidato presidencial Edmundo González y la líder opositora María Corina Machado saludan a sus seguidores en Maracaibo, Venezuela

El candidato presidencial Edmundo González y la líder opositora María Corina Machado saludan a sus seguidores en Maracaibo, Venezuela

Es la primera vez que la oposición ha asumido que solo las urnas pueden provocar un cambio en el Gobierno. Tras el golpe de Estado fallido de Guaidó o el boicot a las elecciones de 2018, han apostado por el diálogo.

Un diálogo que se conocía a finales de 2023, cuando se reunieron en la isla caribeña de Barbados, de forma secreta y bajo el amparo de distintas potencias. El acuerdo certificaba la garantía de derechos políticos y electorales para todos los venezolanos y la autorización para participar en los comicios "a todos los candidatos y partidos".

El acuerdo de Barbados incluyó estas garantías a cambio de, entre otras cosas, aligerar las sanciones económicas que EE.UU. había estado imponiendo desde 2015. El presidente Joe Biden empezó a levantarlas el pasado octubre, ya que, la falta de crudo provocada por las sanciones impuestas a Rusia, podría sustituirse con los depósitos del gobierno de Maduro, que se asienta sobre una de las mayores reservas de petróleo del mundo.

La inhabilitación de Machado

Pero el acuerdo de Barbados acabó en papel mojado muy rápido. La ganadora de las primarias de la oposición fue inhabilitada para estas elecciones. María Corina Machado dijo que nunca recibió una notificación oficial ni participó en ningún juicio que le prohibiera postulase a la presidencia. "El hecho de que la persona que la mayoría de los venezolanos escogieron como una de las candidatas no esté en el tarjetón, es obviamente una indicación de los problemas que hay en este proceso electoral", apunta Renata Segura, politóloga de la organización The International Crisis Group. Edmundo González Urrutia sí que pudo registrarse y pronto recibió el apoyo de Machado,

Una persona señala la foto del candidato opositor Edmundo González en el tarjetón electoral, antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio, en Maracaibo, Venezuela.

Una persona señala la foto del candidato opositor Edmundo González en el tarjetón electoral, antes de las elecciones presidenciales del 28 de julio, en Maracaibo, Venezuela.

Ahora, los candidatos se acusan mutuamente de generar violencia. Mientras la oposición concentra todas sus promesas en derrocar al chavismo, traer de vuelta a los exiliados y privatizar las empresas públicas, Maduro amenaza con un "baño de sangre" y asegura que su tercer mandato sería una garantía para la paz y el crecimiento económico que empieza a experimentar el país tras el levantamiento de las sanciones.

Para garantizar seis años más en el poder, el heredero de Chávez ha ido imponiendo trabas a sus oponentes, como el control total de los medios de comunicación y la detención de más de 100 activistas desde el comienzo de la campaña, el pasado 4 de julio. Muchos de ellos son miembros de la PUD que han sido trasladados al Helicoide, la cárcel política y centro de torturas más grande de América Latina. Según Valentina Ballesta, de Amnistía internacional para las Américas, "existe una política de represión en torno a las personas que son percibidas como disidentes en el país, y toma forma a través de detenciones arbitrarias por motivos políticos, desapariciones forzadas, torturas, confesiones obtenidas bajo torturas..."

Pero también existen otras formas represivas, aparentemente más sutiles, como la persecución de simpatizantes. En las últimas semanas "hemos visto un patrón de hostigamiento, amenazas e incluso acciones administrativas arbitrarias en contra de personas comunes sin vinculación política que han prestado servicios a la oposición", denuncia Ballesta. La más sonada es la historia de dos hermanas con un pequeño restaurante de carretera que vendió desayunos al equipo de Machado. Solo unas horas después, la Administración Tributaria (SENIAT) cerró su local.

Esta persecución sistemática es una actitud que se repite desde hace años, ya que en Venezuela "hay detenciones arbitrarias por motivos políticos y detenciones arbitrarias con finalidades políticas", diferencia la defensora de derechos humanos. Desde el 2002, el chavismo ha impedido que más de 1.400 ciudadanos ejerzan cargos públicos, según la ONG Acceso a la Justicia.

Persecución a los periodistas

Los periodistas han sufrido la misma persecución. Son más de 400 los medios de comunicación que han cerrado en Venezuela en las últimas dos décadas, según los datos del Colegio Nacional de Periodistas (CNP). "En los medios radioeléctricos hay una censura casi total. No se puede hablar de ciertos temas. Han ido cerrando radios y emisoras por las condiciones de precariedad", explica Luz Mely Reyes, periodista y fundadora del medio alternativo Efecto Cocuyo.

Fotografía de un televisor mientras se transmite una alocución del presidente Nicolás Maduro en Venezolana de Televisión (VTV)

Fotografía de un televisor mientras se transmite una alocución del presidente Nicolás Maduro en Venezolana de Televisión (VTV)

Este hostigamiento se ha intensificado desde el 4 de julio. Reyes lo sabe de primera mano y cuenta que "se puede cubrir lo que hace la Plataforma de la Unidad Democrática, pero es complicado cubrir lo que hace el oficialismo. El Ministerio de Información fue el que manejó todo el tema de las acreditaciones para medios y las limitó a sus intereses. El Gobierno tampoco ofrece declaraciones abiertas, solamente a medios oficialistas o cercanos al Gobierno".

En la primera semana de campaña, Maduro acaparó las retransmisiones del canal público Venezolana de Televisión (VTV) durante, al menos, 1.400 minutos, mientras que ninguno de sus oponentes acumula ni siquiera el 1% de ese tiempo. Esto viola la normativa establecida por el Consejo Nacional Electoral (CNE), aunque todavía no se ha pronunciado al respecto.

Desde la llegada al poder de Maduro, en 2013, las medidas gubernamentales en contra de la pluralidad de los medios se acentuaron, denuncian desde Reporteros Sin Fronteras (RSF), que sitúan al país en el número 156 sobre un ranquin mundial de 180. El oficialismo no solo controla los medios, sino que, el poder ejecutivo ejerce un control estricto sobre el legislativo y judicial, creando un sistema institucional disfuncional, denuncia la organización.

El voto exterior

Antes del inicio de la campaña, el gobierno de Maduro bloqueó el derecho al voto de quienes no viven en Venezuela, un perfil mayoritariamente opositor. Desde hace años, el país está sumergido en una emergencia humanitaria compleja que, según la ONU, ha provocado la huida de ocho millones de personas fuera de sus fronteras. De todos ellos, solo han podido registrarse en estos comicios unos 70.000. Las cifras son un reflejo de las relaciones internacionales, ya que lugares como EE.UU., con medio millón de desplazados, no cuenta con consulados en los que votar.

También han impuesto nuevos requisitos adicionales para el registro electoral en el extranjero. Los venezolanos que, por ejemplo, viven en España, tuvieron que presentar un DNI español o la Tarjeta de Identidad de Extranjero con residencia permanente, la cédula de identidad, el pasaporte venezolano vigente, el certificado de empadronamiento y el certificado de registro consular, unas condiciones que van mucho más allá de lo que requiere el reglamento electoral.

Condiciones poco democráticas

Esta es una actitud heredada de otras elecciones donde "la competencia no ha sido justa. El Gobierno tiene mucho más dinero, los medios no son libres y la mayoría de los candidatos de la oposición han sido vetados. El Gobierno ha ganado en unas condiciones poco democráticas, pero sin cometer fraude", dice Segura.

Lo que sí se puede afirmar es que "la represión suele ya estar instalada en las personas antes de ir a votar. Se trata de intimidar lo suficiente, de coartar la libertad de expresión, de generar un miedo a ser detenido, a no recibir los beneficios sociales... Ese es el miedo con el que en realidad funciona el sistema electoral en Venezuela", analiza Ballesta.

Un grupo de personas pasa junto a carteles del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Caracas.

Un grupo de personas pasa junto a carteles del Consejo Nacional Electoral (CNE) en Caracas.

Las dudas que se presentan en este escenario es que pasará si los venezolanos van a las urnas y votan mayoritariamente por la oposición, ¿Estaría dispuesto el chavismo a dejar el poder tras 25 años?

A expensas de lo que digan las urnas el 28 de julio, el futuro augura confrontación. Machado, al contrario de lo que piensa gran parte de la disidencia, busca un enfrentamiento directo contra el Gobierno, según los expertos consultados por RTVE.es. Una actitud que critican quienes buscan una transición más sosegada. "Para los chavistas dejar el poder en una cuestión existencial. Temen que la oposición empiece una campaña revanchista y que puedan meterlos en la cárcel, decomisar sus bienes adquiridos durante el Gobierno e incluso prohibir sus partidos", plantea la politóloga.

Nadie sabe con seguridad cómo va a amanecer en Venezuela el 29 de julio, un día después de las elecciones presidenciales, pero Reyes recuerda que "en medio del autoritarismo en el que vivimos se abrió una ventana de oportunidad para un cambio en democracia, un cambio pacífico".