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El juez militar procesa a seis mandos por las maniobras en Cerro Muriano donde murieron dos soldados

  • A cinco de ellos se les acusa de dos delitos contra los deberes del servicio
  • La acusación particular recurrirá el auto y pedirá nuevas diligencias de investigación

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Seis mandos del Ejército, al banquillo por la muerte de dos militares en Cerro Muriano

El titular del Juzgado Togado Militar Central 2 de Madrid, que instruye la causa de la muerte del soldado Carlos León y del cabo Miguel Ángel Jiménez en unas maniobras en Cerro Muriano (Córdoba) en diciembre pasado, ha dictado auto de procesamiento contra seis mandos del acuartelamiento.

Según se refleja en el auto emitido este lunes se declaran procesados un capitán, un teniente, un sargento, un teniente coronel, un comandante y un coronel, a los que, inicialmente, deja en libertad provisional.

El magistrado que firma el auto les requiere, entre otras medidas, que comparezcan ante el juzgado entre los días 1 y 5 de cada mes o bien cada vez que sean requeridos para ello.

A cinco de ellos (el teniente Zuñiga, el teniente Tato, el sargento Castroviejo, el teniente coronel Zanfaño y el comandante Velasco) se les acusa de dos delitos contra los deberes del servicio, con penas equivalentes a las del homicidio en el código penal. También se les imputa otros dos delitos en grado de tentativa, por los soldados que tuvieron que ser atendidos por hipotermia. Al sexto acusado, el coronel Navarro, se le imputa el delito de incumplimiento de los deberes inherentes al mando.

La acusación particular recurrirá el auto

Según el abogado de la acusación particular, Luis Romero Santos, el auto de procesamiento notificado este lunes "nos da la razón en todo lo que mantuvimos desde el principio" en lo que se refiere a la "grave negligencia, descontrol y falta de organización y de las medidas de seguridad más elementales" que desembocaron en el trágico suceso del 21 de diciembre de 2023 en Cerro Muriano y que produjo las muertes del Soldado León y el Cabo Jiménez.

Unos intentaron pasar la responsabilidad a los otros. Pero todos han sido procesados

En una nota de prensa, el doctor en Derecho Penal Romero Santos, explica que "aunque los principales responsables son el capitán Zúñiga y el teniente Tato, no puede olvidarse la responsabilidad en la supervisión y control de los militares jefes de Cerro Muriano: coronel Tostón, coronel Navarro, teniente coronel Zanfaño y comandante Velasco". La acusación particular indica que "unos intentaron pasar la responsabilidad a los otros. Pero todos han sido procesados".

Para el penalista, "este accidente ha dejado al descubierto que en el Ejército de Tierra similares sucesos pueden suceder nuevamente" y relaciona los "recortes del Ministerio de Defensa" con la "falta de cuidado y supervisión de oficiales y jefes".

La acusación particular va a pedir "una investigación a fondo a la Ministra de Defensa, al Congreso y al Senado" sobre la Base de Cerro Muriano, y denuncia que "se intenta poner de ejemplo como base militar modélica ante toda Europa". Del mismo modo, aseguran que van a "recurrir el auto" y "solicitar nuevas diligencias de investigación".

Resumen del auto

El auto recoge que fue un sargento el que escogió el lugar del ejercicio, consistente en cruzar un lago con un nivel de agua que cubría a los soldados, con el dato de que el soldado que colocó la cuerda de seguridad del ejercicio le indicó al sargento que "por su experiencia le parecía poco adecuado realizar este ejercicio (...), ya que todo el trayecto tenía mucha profundidad", contestando su superior "que él tampoco lo veía claro, pero que cumplía órdenes del capitán".

Que él tampoco lo veía claro, pero que cumplía órdenes del capitán

Colocada la cuerda, el sargento envió al capitán la ubicación por WhatsApp, "comunicando las coordenadas de posición de los dos extremos de la cuerda montada", y en esa conversación el capitán le preguntó si el sitio tenía suficiente profundidad y tras decirle que sí, "bromearon acerca de si tendrían que meterse a hacer un rescate".

Mientras se encontraban finalizando la tarea, apareció un teniente y un sargento, que explicó "basado en su experiencia de pescador y conocimiento de ríos y pantanos" que no veía claro el ejercicio, para volver a señalar que se haría por orden del capitán. La misma respuesta recibió un cabo que acudió con el camión a recoger a dos sargentos y un soldado tras la colocación de la cuerda, añadiendo que "le parecía una locura", hacer ese ejercicio.

Temperatura exterior de 4,3 grados

El auto también señala que el día del ejercicio, a las 8:30 horas, la temperatura exterior era aproximadamente de 4,3 grados centígrados, y cuando llegaron a las proximidades del pantano Casa Mata, se quitaron el chaleco antifragmentos y alguna ropa de abrigo, además de los elementos electrónicos, gafas de visión nocturna y los tubos de simulación de lanzagranadas, aligerando el equipo y dejando estos elementos en el camión de transporte. 

Sin embargo, la sección mandada por el teniente continuó portando dentro de la mochila la mina de instrucción que se les había asignado, cuyo peso es superior a tres kilos, como castigo porque se habían retrasado al hacer las mochilas. El capitán y el teniente explicaron el ejercicio a toda la compañía, "indicando verbalmente cómo tenían que cruzar el lago por su zona central, con casco y botas, y cómo se portaba la mochila y el fusil", e indicaron a los soldados que la cuerda "era un elemento a utilizar en caso de extrema necesidad, pero que deberían progresar por sus medios". 

El sargento decidió abortar y les dijo que regresasen a la orilla

El primer pelotón de la segunda sección, por orden del capitán, se introdujo en el agua pero "cuando llevaban unos diez metros, percatándose de los problemas que tenían sus compañeros y de las complicaciones que a ellos mismos les estaban surgiendo, el sargento decidió abortar y les dijo que regresasen a la orilla", y pudieron salir con ayuda de los compañeros que allí estaban.

La cuerda de auxilio que no auxilia

Según el auto, la situación generada "fue de auténtico caos, sobre todo porque la cuerda, al recibir el peso de varias personas, se hundió completamente y no les auxiliaba", momento en que un sargento y un cabo intentaron levantar la cuerda para que esta ayudase a los que se encontraban en el agua, "siendo un esfuerzo inútil, ya que la cuerda continuaba sumergida", e incluso algunos de los soldados llegaron a ponerse de pie en ella para mantener la cabeza fuera del agua

Mientras esto ocurría en el centro del pantano, "el capitán desde la orilla gritaba a los que se encontraban en la zona central del pantano que se soltasen de la cuerda".

El fallecimiento del cabo Miguel Ángel Jiménez Andújar y del soldado Carlos León Rico se produjo pasadas las 9:00 por un "síndrome anóxico por sumersión", dos soldados precisaron de asistencia sanitaria por hipotermia y a uno de ellos le tuvieron que hacer maniobras de reanimación en la orilla, "ya que se encontraba inconsciente y llegó a presentar una temperatura corporal de 32 grados centígrados"