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80 años después de la muerte de Saint-Exupéry, 'El Principito' sigue cuidando de su rosa

  • El 31 de julio de 1944, el avión de Saint-Exupéry cayó al mar frente a las costas de Marsella
  • El aviador francés escribió El Principito, el libro infantil más traducido y adaptado de la historia

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Hace 80 años el avión de Saint-Exupéry se perdió en el mar

Hace 80 años, el 31 de julio de 1944, el avión de Antoine de Saint-Exupéry cayó al mar poco después de haber despegado para una misión de reconocimiento desde una base militar de Bastia, en Córcega. Las causas del suceso siguen sin estar claras, pudo ser un accidente, un suicidio o un ataque alemán.

Lo que se sabe con certeza es que un pescador encontró su pulsera de identificación, junto con un pedazo de tela, en 1998, cerca de la isla de Riou. En el brazalete de plata estaba grabado el nombre del autor de El Principito, el de su mujer, Consuelo, y el de sus editores, Reynal and Hitchcock.

En 2000, un buzo halló los restos de un P-38 Lightning esparcidos en el fondo del mar en la misma zona. Los restos del avión se recuperaron en 2003 y los investigadores del Departamento de Arqueología Subacuática confirmaron que los fragmentos eran del aparato de reconocimiento de Saint-Exupéry.

Consuelo Suncín-Sandoval

El misterio envuelve la figura del aventurero, pero algunas claves biográficas nos permiten asomarnos a la fuente de inspiración para sus personajes. Consuelo Suncín-Sandoval, artista salvadoreña de fuerte carácter, fue un flechazo instantáneo para el aviador francés. Se conocieron en Buenos Aires en 1930 y se casaron un año después.

"El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante".

Su relación fue tormentosa, libre y poco convencional. El novio se dio la vuelta en la puerta del Ayuntamiento antes de contraer matrimonio, pero luego se lo pensó mejor. En 1931, Consuelo, vestida de negro, se convertiría en la condesa de Saint-Exupéry de la mano de Antoine Marie Jean-Baptiste Roger.

"—Sois bellas, pero estáis vacías —les dijo todavía—. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que es ella la rosa a quien he regado (...) Puesto que ella es mi rosa."

Memorias de la rosa

Por si quedaba alguna duda, Consuelo escribió su biografía titulada Memorias de la rosa, en referencia a la flor querida por El Principito. Su papel fue fundamental para animar a escribir al aviador, cuando volvía de trabajar le conducía a su estudio, le instalaba en su sillón, le besaba y le decía al oído: "Es necesario, escribe, escribe". A la mañana siguiente, encontraba "un puñado de páginas ilegibles sobre el escritorio".

Esas páginas manuscritas cristalizarían en Vuelo de noche, un libro superventas que ganó el premio Femina el mismo año de sus esponsales.

Los problemas de asma crónica de Consuelo inspiran la campana de cristal de la rosa y obligan a la pareja a instalarse en Casablanca. Descontenta con el papel de angel del hogar, la llama del amor surge, pero cada uno se refugia en otros brazos.

Aventuras amorosas

La carrera literaria de Saint-Exupéry sigue imparable con Tierra de hombres, en 1939, premio de la Academia francesa y National Book Award en Estados Unidos.

Consuelo cruza el Atlántico para reunirse con su marido en Nueva York, pero se muestra frío y entregado a sus aventuras amorosas. "Mi hombre, que amo, perdido para siempre, como tu alianza nupcial, que pasa a otras manos...", se queja en una carta.

Estalla la Segunda Guerra Mundial y Saint-Exupéry ayuda a su mujer a huir de los bombardeos. Las misiones de guerra les ayudan a darse cuenta de que no pueden vivir el uno sin el otro. En plena contienda, en el verano de 1942, escribe El Principito. La historia de un piloto perdido en el desierto, basada en sus propias experiencias, con un cordero, un zorro, una serpiente, un niño y una rosa.

Los ojos de mi esposa

La rosa es coqueta, vanidosa, colérica y sus espinas son afiladas, rasgos de carácter de Consuelo. Saint-Exupéry fue su tercer marido. Tres veces viuda, tras la desaparición del aviador no volvió a casarse y no tuvo hijos. Murió por un ataque de asma a los 78 años,

Prueba de su belleza, su personalidad y el magnetismo de su mirada es esta descripción que aparece en Tierra de hombres: "Recuerdo los ojos de mi esposa otra vez. Nunca veré cualquier cosa más aparte de esos ojos. Ellos preguntan."

80 años después de la muerte de Saint-Exupéry, el Principito sigue cuidando de su rosa. Ella se queja, pero están unidos por toda la eternidad.