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El asesinato de tres niñas provoca violentas protestas en Londres con más de 100 detenidos

  • La policía detuvo al presunto asesino, un adolescente de 17 años
  • Los manifestantes, vinculados a la extrema derecha, hirieron a varios agentes

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El asesinato de tres niñas provoca violentas protestas en Londres con más de 100 detenidos

Tras la conmoción por el apuñalamiento en Southport (Inglaterra) en el que murieron tres niñas, se iniciaron violentas manifestaciones lideradas por la ultraderecha. Los manifestantes atacaron con ladrillos a una mezquita local, y prendieron fuego a coches y contenedores. Estas protestas se extendieron rápidamente al resto del país, y en Londres, ya son más de 100 las personas detenidas durante los incidentes.

Es una respuesta a lo sucedido el pasado lunes, cuando un adolescente de 17 años acuchilló a varios menores en un centro recreativo de Southport donde se celebraba un taller temático de Taylor Swift. Tres niñas de 6, 7 y 9 años perdieron la vida, tras resultar gravemente heridas. Además, dañó a ocho niños y dos adultos, algunos de ellos en estado crítico, y permanecen hospitalizados.

La policía detuvo al presunto asesino, y aunque no comunicaron más datos del detenido, las especulaciones sobre su identidad se extendieron a círculos de extrema derecha. Según informaron los agentes, los manifestantes gritaban "detened los barcos" y "salvad nuestros niños" mientras arrojaban botellas y latas contra los las fuerzas del orden. Los presentes gritaban, también, consignas contra la inmigración.

La Policía Metropolitana de Londres (MET, en inglés) arrestó a un centenar de personas por actos violentos, agresión a un trabajador sanitario y por intentar romper el cordón policial para acceder al área del Parlamento.

La protestas, bajo el título Enough is Enough (Basta ya), tuvieron lugar en la capital y también en otras localidades inglesas, como Hartlepool, Manchester y Aldershot, donde manifestantes arrojaron botellas y latas a la policía. En Southport, lugar de los hechos, también hubo desórdenes violentos en al término de una vigilia por las víctimas del ataque en esa localidad.

¿Qué se sabe del detenido?

El acusado es un adolescente de 17 años, cuyo nombre no puede ser revelado porque es menor de edad. Comparece este jueves ante la Corte de Magistrados de Liverpool, donde se le presentarán formalmente los cargos. Además de los tres asesinatos, se le imputa la tentativa de 10 homicidios y posesión de arma blanca.

"No se puede identificar al chico de 17 años por razones legales, ya que es menor de 18 años. Ha sido puesto bajo custodia para comparecer, el jueves 1 de agosto, en el Juzgado de Magistrados de Liverpool", informó la jefa de policía de Merseyside, Serena Kennedy. El joven, nacido en Gales de padres ruandeses, residía en el pueblo de Banks, en las afueras de Southport.

Es el mayor ataque con arma blanca contra niños en el Reino Unido en décadas.

Unidad policial para atajar las protestas violentas 

A raíz de las protestas, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado este jueves la creación de una nueva unidad policial para atajar las protestas violentas, asegurando que el Ejecutivo tomará "todas las medidas necesarias" para salvaguardar las calles del país y evitar que se repitan las escenas de días anteriores. 

"No vamos a permitir el miedo y el odio en nuestras comunidades. No son protestas, son desórdenes violentos", ha defendido Starmer, que subrayó su apoyo a la comunidad musulmana e insistió en que estos altercados están alentados por grupos de extrema derecha e islamofóbicos. Los orígenes raciales y religiosos del joven, acusado de la muerte de las tres niñas, suscitaron muchas especulaciones y desinformación que varios grupos de ultraderecha relacionaron con los problemas de inmigración del país y con la comunidad musulmana. 

Asimismo, Starmer se ha reunido con varios portavoces de las fuerzas de seguridad británicas en su residencia oficial de Downing Street para agradecer su labor al poner en común una "respuesta coordinada" ante las protestas. En este contexto, el primer ministro ha comentado que los que están pagando el precio de la desinformación son los padres y madres de las víctimas, que "merecen justicia" y tiempo para pasar el duelo, así como los policías que "tuvieron que luchar contra un ataque de su propia comunidad" y fueron atacados con ladrillos horas después de lidiar con el terrible suceso.