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Así es el día a día de las BRIF, las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales: expertos en la lucha contra el fuego

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Incendios 2024
La temporada de alto riesgo de incendios se adelanta y se prolonga debido a las altas temperaturas RNE

La fuerte despoblación, el envejecimiento rural, el abandono de los usos agrícolas, silvícolas y ganaderos hacen un cóctel perfecto que influye en la prevención y extinción de incendios. Una combinación de diferentes factores han hecho que los incendios evolucionen a situaciones cada vez más complejas, solo en 2022 ardieron más de 270.000 hectáreas. Además, también hay que tener en cuenta los efectos de la crisis climática. “Los comportamientos que yo veía en 2022 no los había visto nunca, a mí se me escapaba, mi mente iba a una velocidad y el incendio a otra totalmente diferente”, explica Encarnación Montes, la coordinadora Jefa de la Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF) de Prado de los Esquiladores, en la provincia de Cuenca.

En España contamos con 10 bases de Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales, brigadas que dependen del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Son unidades helitransportadas especializadas en la extinción de incendios que acuden a ellos como apoyo a las Comunidades Autónomas.

“Andamos por terrenos a los que no llegan los vehículos, nuestra forma de trabajar es ser completamente independientes, todo lo que tenemos que llevar lo tenemos que llevar a la espalda”, cuenta Jose Manuel Torres Capataz de la BRIF.

Equipo de las Brif

La Brigada de Refuerzo de Incendios Forestales Juan Coca

Cada vez más incendios fuera de los meses de verano

Cada año la temporada de alto riesgo de incendios se adelanta y se prolonga debido a las altas temperaturas, la escasez de precipitaciones o las olas de calor. Los incendios, que normalmente se producían en los meses del verano, son cada vez más comunes en otros momentos del año. En 2023, en marzo y mayo, sufrimos grandes incendios forestales (más de 500 ha) en Castellón y Teruel. En Asturias los mismos meses se producía una simultaneidad con más de 20 incendios activos.

Las BRIF se activan para trabajar un incendio de dos formas. Por un lado, la llamada salida automática, en el entorno de su base -aproximadamente 50 km- las comunidades piden su activación y de forma automática suben a su helicóptero para intentar llegar lo antes posible, el objetivo conseguir que el incendio detectado se quede en un conato (menos de 1 ha). Asimismo, está la denominada 'salida BRIF', a cualquier punto de España, como refuerzo para apoyar en la lucha de incendios difíciles, principalmente los grandes incendios forestales.

Cada una de las BRIF, en España tenemos 10 Bases BRIF repartidas que trabajan durante todo el año, se compone de más de 60 bomberos forestales, 3 técnicos ingenieros forestales o de montes, 6 capataces y un jefe coordinador. Cada unidad además de se divide en tres brigadas. Una de ellas lista para salir al incendio, otra de guardia y una última en descanso. En caso de un gran incendio se moviliza la primera con los helicópteros, la que está de guardia también puede trasladarse por tierra y dar apoyo. De esta forma dan el relevo y pueden estar trabajando las 24 horas del día.

Incendios forestales

Imagen de un incendio forestal Juan Coca

Trabajar de día y de noche

Uno de los grandes aliados de las BRIF, cuando se encuentran en puntos que por tierra son inaccesibles, son los medios aéreos. Encarnación Montes relata que las descargas aéreas sirven para reducir la intensidad del fuego y poder hacer un ataque directo al mismo. “El agua que tiran los helicópteros, si no hay nadie debajo, se evapora y no sirve de nada, a nosotros nos baja la intensidad del fuego y nos permite entrar a trabajar”, añade.

A ese calor que sentimos la población en general durante el verano, un bombero le suma el equipo de protección EPI (botas, mono ignífugo, guantes, casco, etc.) y el trabajar delante de las llamas incluso en las horas centrales del día. Por la noche es el momento en el que más se ven esas llamas y dimensiones de los incendios, esas imágenes que luego reflejamos en los medios de comunicación. Esas mismas horas, las nocturnas, son en las que las condiciones meteorológicas son más favorables para trabajar; hay mayor humedad relativa y menos temperatura. 

Incendio de las Hurdes 2022

Incendio de las Hurdes 2022, se observan las llamas y pequeños puntos de luz donde trabajan los equipos Juan Coca

En esas horas nocturnas, explican los efectivos de las BRIF, entre las llamas y en puntos donde no llegan las cámaras, ellos continúan trabajando porque son horas clave, para conseguir crear defensas, puntos donde conseguir parar el incendio que de otra forma continuaría fuera de la capacidad de extinción.

“Tenemos itinerarios formativos potentes, los materiales han mejorado muchísimo, por mucho que queramos no llegamos más. Llega un momento que las alturas de llamas, las intensidades son tan altas que está fuera de capacidad y el problema es gestionar el territorio”, explica Rafael Pardo, técnico de la BRIF a RNE.

Gestión del territorio para prevenir incendios

Cada vez es más común que los bomberos forestales se encuentren con incendios extremos que terminan fuera de la capacidad de extinción, imposibles de extinguir. Por eso, la forma de trabajar pasa a ser un ataque indirecto al incendio, creando puntos de control para los que utilizan, desde herramientas manuales, motosierras, batefuegos, cortadoras, etc., hasta la utilización del propio fuego. No solo durante la extinción, el resto del año estas maniobras sirven para gestionar el territorio.

Las BRIF, fuera de la temporada de extinción, realizan labores preventivas, con dos formas de trabajo. En primer lugar, la Brigada de labores Preventivas (BLP) realizando podas, desbroces, talas, limpieza de líneas de defensa, quemas, etc. en definitiva, relatan, lo que cuenta es reducir los combustibles que luego están disponibles para arder en verano. En segundo lugar, Equipos de Prevención Integral de Incendios forestales (EPRIF) especializados en la investigación, concienciación y conciliación de intereses, trabajan con la población rural para analizar y entender las causas de los incendios; también en las maniobras más técnicas como las quemas prescritas.

Vacunarse contra los incendios de verano

Acompañamos a la BRIF de Prado de los Esquiladores a una de estas aplicaciones técnicas del fuego, una quema prescrita bajo arbolado. “Estamos vacunando contra los posibles incendios del verano”, apunta Rafael Pardo. “Antes de empezar quemamos un pequeño triángulo, para ver cómo ataca a determinados combustibles -vegetación-, cómo se va a mover en función de la meteorología o a dónde nos lleva la quema, la orografía. Aplicamos fuego teniendo siempre nosotros el control de la situación”, narra Alberto Rodríguez, técnico de la BRIF.

BRIF Prado

BRIF de Prado de los Esquiladores en una de estas aplicaciones técnicas del fuego Juan Coca

Con una quema controlada pueden gestionar un gran terreno con menos recursos. Hay ocasiones en que la quema sale más cara que gestionar con maquinaria, pero en general, explica el coordinador de las Brigadas de Labores Preventivas, Rodrigo Álvarez, se pueden abarcar superficies muy amplias, con poco personal y sin necesitar muchas herramientas. Los usos principales son recuperar pastos, aclarar una zona de bosque muy poblado o abrir líneas de defensa que luego puedan utilizarse durante el verano.

“Hay veces que son quemas complejas y el coste es más elevado a un desbroce con maquinaria, pero hay determinadas zonas donde apoyados en pistas forestales, en discontinuidades del bosque se queman superficies muy grandes y el coste por hectárea de la quema es muy bajo”, explica Rodrigo Álvarez coordinador de las BLP.

Las quemas en las que nos unimos a la BRIF son experimentales y asisten también los investigadores del INIA-CSIC,  un centro nacional que es referencia en ciencia y tecnología agroalimentaria y forestal. Ellos se van a encargar de analizar los efectos que tiene en el ecosistema y ver si sirven para reducir el combustible. “Las tradicionales quemas controladas no requieren tecnificación aquí lo que buscamos es aplicar un fuego que sea adecuado para ese ecosistema y compatible con el objetivo preventivo que estamos buscando”, cuenta Javier Madrigal coordinador de la investigación del INIA-CSIC.

Llevan 10 años realizando estos análisis demostrando que los efectos son a corto plazo y es totalmente compatible con gran parte de los ecosistemas y además defienden que es necesario debido al abandono rural. Los usos agrícolas, silvícolas y ganaderos cada vez son más escasos.

Quema prescrita

Quema prescrita, a la izquierda zona donde se ha realizado el tratamiento a la derecha bosque con matorra Juan Coca

No solo son un mecanismo de prevención, también es formación para la BRIF o cualquier equipo de bomberos forestales. La gestión fuera de la temporada de alto riesgo se convierte en horas de formación. Horas de uso de herramientas o de uso del fuego en situaciones controladas permiten poder dedicar el tiempo necesario, analizar y experimentar las mejores opciones dentro de un entorno controlado. Cuando hay una situación de emergencia, un incendio, ese tiempo es limitado; cuantas más horas mejores sus habilidades -eficacia, rapidez, agilidad- en sus labores de extinción.