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Las bases de ERC votan en una consulta vinculante: investir a Illa a cambio de "soberanía fiscal" o repetición electoral

  • En medio de una profunda crisis interna, los más de 8.700 militantes votan si aceptan el preacuerdo PSC-ERC
  • Es una jornada crucial y definitiva para las aspiraciones de Salvador Illa a ser investido president

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Las bases de ERC deciden este viernes si apoyan el pacto con el PSC

"¿Estás de acuerdo en que Esquerra Republicana vote a favor de la investidura del candidato socialista a cambio de la soberanía fiscal, la promoción y protección de la lengua catalana, la Convención Nacional para la resolución del conflicto político y el resto de medidas acordadas?".

Esta es la pregunta a la que darán respuesta este viernes las bases de ERC que forman algo más de 8.700 militantes en una consulta en la que están llamados a dar su 'sí' al preacuerdo alcanzado entre el PSC y ERC para que el futuro presidente de Cataluña sea el socialista Salvador Illa, vencedor de las pasadas elecciones catalanas del pasado 12 de mayo, o por el contrario tumbar ese pacto y abrir un escenario que lleva, casi con total seguridad, a la repetición de los comicios.

El resultado que salga de estas urnas es vinculante, de tal forma que este viernes se plantea como crucial en este tiempo de negociación para conseguir una mayoría parlamentaria que permita investir a un presidente o, por el contrario, se agote el plazo el 26 de agosto y Cataluña se asome de nuevo a la repetición electoral el 13 de octubre. Si los militantes dan su visto bueno al preacuerdo, el cambio de ciclo en Cataluña será ya una realidad.

Podrán votar de manera telemática desde las 9:00 y hasta las 19:00 horas y presencialmente desde las 10:00 a 18:00 horas en las sedes y tendrán tres opciones: sí, no y abstención. Está previsto que a las 19:30 horas la dirección del partido comparezca en rueda de prensa para dar a conocer la decisión de las bases. A la 13:00 había depositado su voto más del 48% de las bases.

Los 20 diputados de ERC en el Parlament son completamente claves y necesarios para que Illa pueda ser investido y junto con los seis de Comuns Sumar, formación con la que el PSC ya ha rubricado un acuerdo de investidura, y los 42 socialistas suman exactamente los 68 escaños de la mayoría absoluta en la Cámara catalana. Cualquier otra suma ahora mismo es más que difícil.

Consulta en medio de la crisis interna: Rovira pide el 'sí', Junqueras calla

Esta consulta trascendental se celebra en un momento más que delicado en ERC en medio de una profunda crisis interna tras los últimos batacazos electorales, la división de su cúpula, la polémica por los carteles denigratorios contra el expresident Pasqual Maragall por su alzhéimer y con importantes recelos y dudas sobre el preacuerdo alcanzado con los socialistas. Desde ERC no se esconde la importante "desconfianza" que genera el PSOE entre su militancia.

La Ejecutiva del partido llama a una alta participación en esta consulta y mete presión asegurando que si la militancia dice 'no' al preacuerdo "se acaban las negociaciones" y el PSC tendría que buscar otras alianzas. Desde ERC son muy conscientes de que todas las posibilidades de Salvador Illa pasan por el apoyo de su partido y las opciones para el otro candidato que se postula para la investidura, Carles Puigdemont (Junts), son prácticamente nulas. Así, un 'no' en esa consulta lleva prácticamente a la repetición de las elecciones en octubre.

La dirección de ERC avala ese preacuerdo con el PSC en el que se comprometen a apoyar a Illa a cambio de un "concierto fiscal" para Cataluña, que saldría del régimen fiscal común, entre otras medidas.

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha hecho en estos últimos días un claro llamamiento a la militancia a apoyar el preacuerdo para investir a Salvador Illa: "No podemos dejar que nos condicione la duda de la implementación de los acuerdos. Porque esto nos paraliza". En su opinión, el pacto "supone un salto adelante importantísimo" para los objetivos de ERC porque permitiría a Cataluña disponer de "la llave de la caja" y "recaudar el 100% de los impuestos" que pagan los catalanes. En la misma línea se ha mostrado el actual president, Pere Aragonès, que habla de "salto adelante sin precedentes hacia la soberanía fiscal" y que ha anunciado votará 'sí' a investir a Illa.

Todo ello, después de que el expresidente de Esquerra Oriol Junqueras publicara esta semana un mensaje en redes en el que dice entender las "dudas" de muchos militantes ante la posibilidad de que los socialistas no cumplan lo pactado. De momento el exlíder indultado ha evitado posicionarse y dar el sentido de su voto en la consulta que se celebra este viernes. Ha pedido que si gana el 'sí' al preacuerdo, ERC condicione la estabilidad de los gobiernos de Pedro Sánchez y Salvador Illa al cumplimiento de los compromisos recogidos en el documento pactado.

Tras liderar ERC de forma conjunta desde 2011, el tándem formado por Junqueras y Rovira se rompió el 10 de junio, cuando el primero formalizó su dimisión como presidente con la voluntad de retomar el liderazgo del partido tras el congreso nacional previsto para el 30 de noviembre. Rovira, por el contrario, es partidaria de dejar paso a nuevos perfiles y abandonará el cargo tras ese congreso, del mismo modo que lo hará el presidente catalán en funciones, Pere Aragonès.

Mientras hay voces internas que evidencian los recelos. El Colectivo Primero de Octubre, formado por militantes de ERC, ha hecho un llamamiento al resto de la militancia para que voten 'no' en la consulta, según informa Europa Press.

Y se añade un elemento más de incertidumbre: la diputada Mar Besses, de Jovent Republicà, la organización juvenil vinculada a ERC, no ha garantizado a esta hora su apoyo a la investidura pese a ganar el 'sí' en la consulta. Esta organización ha anunciado una reunión extraordinaria de su Consell Nacional en el supuesto de que en la consulta dé como resultado el respaldo a Illa.

Rovira avisó este mismo jueves de que los siete diputados republicanos en el Congreso retirarán su apoyo parlamentario al Ejecutivo si no cumple con los avances pactados en un escenario en el que las mayorías parlamentarias en el Parlament de Cataluña y en el Congreso de los Diputados dependen las unas de las otras.

De hecho, los avances en "soberanía fiscal" pactados con el PSC, que ERC define como "concierto económico" pese a que este término no aparece en el texto del preacuerdo, están supeditados a cambios en normas estatales como la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), que requieren de una mayoría en el Congreso. 

Sánchez defiende el preacuerdo y el PP anuncia batalla legal

De esta manera, el preacuerdo entre PSC y ERC no afecta solo a Cataluña y las repercusiones en todo el país son evidentes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su balance de verano de este miércoles, aseguró que es "bueno para Cataluña y para España" y subrayó que el texto recoge el compromiso con la "solidaridad interterritorial" y la "igualdad entre españoles" para avanzar en un "nuevo paso hacia la federalización". Señaló que el nuevo sistema de financiación autonómica que ahora se negocia con el resto de comunidades debe "reconocer esas singularidades", aunque en ningún momento habló directamente de conciertos económicos.

Todo ello en medio de críticas más o menos claras entre los barones del PSOE al preacuerdo con los republicanos. Más allá de Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y Javier Lambán (Aragón), los primeros en expresar públicamente su disconformidad con dureza, otros líderes territoriales del PSOE se han sumado a las críticas en las últimas horas como Luis Tudanca (Castilla y León), Miguel Ángel Gallardo (Extremadura), Adrián Barbón (Asturias), Juan Espadas (Andalucía) y Juan Lobato (Madrid), con dudas o rechazo. Desde Extremadura se ha solicitado la reunión del Consejo de Política Federal del PSOE para que todos los responsables autonómicos del partido dialoguen con "libertad y lealtad" y definan la postura ante la financiación autonómica.

El PP, a través de Génova y sus 'barones' territoriales, ha anunciando una batalla judicial "sin precedentes" y carga contra los socialistas por un acuerdo que "rompe" con el actual sistema de financiación y la "igualdad de los españoles", "revienta la caja común" y "compra de nuevo el poder". Creen los 'populares' que Sánchez "quiere cambiar la fórmula del Estado hacia el federalismo sin preguntar a los españoles".

Junts rechaza el preacuerdo: "Se basa en reformas legislativas inciertas"

El partido de Carles Puigdemont ha adelantado su "respeto" por lo que decidan las bases republicanas, pero ha manifestado su rechazo a este preacuerdo que, en su opinión, "se basa en futuras reformas legislativas inciertas, sin consenso" y "sin asegurar" que todo el dinero de la recaudación "se quede" en Cataluña. Alertan desde la formación que el cumplimiento pasaría a depender de "una negociación bilateral entre un Gobierno español presidido por el PSOE y un Govern catalán presidido por el PSC y apoyado por ERC en el Parlament", por lo que serían Sánchez e Illa los "encargados de desplegar los acuerdos" en financiación, lengua catalana o reconocimiento nacional.

Y aumentando la presión a las bases de ERC, dice que ese preacuerdo "asume en la práctica el marco político" del PSC y de un Illa que, en su opinión, "ha sido siempre el más favorable a la represión" contra el independentismo y "el menos comprometido con la lengua catalana".

En un acto reciente junto a Puigdemont, el secretario general de Junts, Jordi Turull, aseguró que harán "todo lo que puedan" para impedir la investidura de Illa.

¿Qué escenario se abre si las bases de ERC dicen no?

Ni el PSC ni ERC quieren ponerse en ese escenario, pero si la militancia se opone a ese preacuerdo todo pega un giro y el avance hacia las elecciones del 13 de octubre es casi irremediable.

Sin ERC no hay opciones para Illa y aunque se abriera una más que compleja negociación en el bloque independentista, que perdió su mayoría en el Parlament en las pasadas elecciones, y ERC y Junts consiguieran cerrar un acuerdo que a día de hoy parece imposible, se quedarían en 55 diputados. Ni siquiera sumando los cuatro escaños de la CUP llegan. Solo con una abstención del PSC, Puigdemont podría ser investido y esa es una opción completamente descartada por los socialistas.

En el caso de que la militancia avale el acuerdo y ERC posibilite la investidura de Illa, que sería histórica, ya que el PSC volvería a gobernar en Cataluña 14 años después de los tripartitos con ERC e ICV entre 2003 y 2010, las miradas se dirigirían a un Puigdemont que ha confirmado que regresará a España cuando se celebre el debate de investidura, asumiendo el riesgo de ser detenido porque no se ha beneficiado aún de la ley de amnistía, pero advirtiendo a Sánchez de que debería impedir lo que considera que sería una "detención ilegal".

¿Cuándo podría ser el pleno de investidura? Si la consulta acaba en un 'sí' a Illa, este debe comunicar al presidente del Parlament, Josep Rull, su voluntad de someterse a la investidura. Rull podría llevar a cabo una ronda de consultas el próximo lunes y convocar la Diputación Permanente posteriormente. A partir del miércoles el pleno podría celebrarse en cualquier momento.

A partir de ahí, Cataluña quedaría 'resuelta' con una importante victoria de los socialistas que, ya sí, quedaría plasmada en las mayorías del Parlament, pero la incertidumbre volvería al Congreso donde los siete votos de Junts siguen siendo más que necesarios para Sánchez y con los Presupuestos Generales del Estado aún en el aire. Ese será otro capítulo futuro, el que se escribe este viernes tiene como protagonistas a los 8.700 militantes republicanos que tienen en su mano el futuro de Cataluña y, de alguna manera, también el de España.