La Policía Nacional libera a 18 mujeres sometidas a explotación sexual en Aduna, Gipuzkoa

• El club de alterne permanecía abierto las 24 horas
• Los clientes acudían al local para consumir sustancias estupefacientes

Bienes incautados durante el operativo EFE/ POLICÍA NACIONAL

La Policía Nacional ha liberado a 18 mujeres que estaban siendo explotadas sexualmente en un club de alterne en la localidad de Aduna, en Guipúzcoa. En la operación se ha detenido al dueño del local y se investiga a su pareja sentimental, a ambos se le acusan de delitos contra los derechos de los trabajadores y relativos a la prostitución. 

Según ha informado la Delegación de Gobierno, la operación llevada a cabo por investigadores de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de San Sebastián se inició a mediados de junio, momento en que, a raíz de una inspección policial, se detectó que en un club de Aduna se estarían cometiendo delitos relativos a la prostitución y la explotación sexual sobre sus trabajadoras. 

En la inspección los agentes hallaron a quince personas, once de las cuales eran mujeres ejerciendo la prostitución, dos trabajadores que realizaban tareas de camarero y encargado, y dos clientes. Durante el desarrollo de la operación, los policías también hallaron una carpeta con anotaciones sobre los servicios de las mujeres, donde todas figuraban con un alias. 

El club abría las 24 horas

Ante las sospechas de que estas trabajadoras pudieran estar explotadas sexualmente, los investigadores se entrevistaron con ellas para recoger testimonios. Las mujeres les manifestaron que el club abría las 24 horas del día y que para poder trabajar allí, debían contratar una "plaza" en el local por un periodo mínimo de 21 días, tiempo durante el cual debían abonar 20 euros por jornada. 

Además, debían pagar 10 euros por cada servicio de media hora del que cobraban 60 euros, teniendo que pagar 20 por los servicios de una hora por los que cobraban 120 euros. En cuanto a las copas a las que los clientes las invitaban, el club también se llevaba el 50%. 

Algunas de las mujeres ampliaron estos relatos y denunciaron hechos constitutivos de más delitos, por lo que fueron citadas en dependencias policiales para indagar en mayor profundidad sobre el asunto. 

Una vez en Comisaría, se confirió el carácter de testigo protegido a dos de ellas por el temor a posibles represalias del investigado. En este caso, una de las jóvenes alegó haber estado sometida a las mismas condiciones laborales antes expuestas por sus compañeras y haber tenido que mantener relaciones sexuales con el dueño del establecimiento por miedo a ser expulsada.

Sustancias estupefacientes dentro del local

Asimismo, la testigo contó a los investigadores que en el club era habitual el consumo de sustancias estupefacientes entre los clientes, quienes las adquirían en el mismo local. Otra de las mujeres que acudió a Comisaría explicó que el detenido las obligaba a mantener relaciones sexuales, llegando a hacer tocamientos en las partes íntimas sin su consentimiento y que, al no acceder a mantener relaciones con él, la echó. 

El resto de declarantes coincidieron en señalar a la pareja sentimental del dueño del negocio como conocedora y cómplice de lo que ocurría. De este modo, los agentes lograron finalmente localizar y liberar a un total de 18 víctimas que habían sido explotadas sexualmente en este club. 

Los agentes averiguaron que cuando un cliente quería consumir drogas, la chica con la que se encontraba solicitaba la dosis a los camareros mediante una llamada telefónica interna. Tras ello, tanto la mujer como el camarero se dirigían a una habitación concreta donde se efectuaba la transacción. 

Más de 26.000 euros en efectivo

Por todo ello y tras la preceptiva autorización por parte del Juzgado de Instrucción número 4 de Tolosa, el pasado 24 de julio, agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras, de la Brigada de Policía Judicial y de la Brigada de Policía Científica de la Comisaría Provincial de Guipúzcoa asistidos por dos guías caninos de Bilbao, realizaron una entrada y registro en el local.

Los agentes incautaron en las habitaciones del establecimiento 75 gramos de cocaína, más de 26.000 euros en efectivo, así como numerosas libretas y cuadernos con anotaciones sobre los servicios sexuales de las chicas y sus horarios. 

El principal sospechoso, quien ya había sido arrestado previamente por hechos similares, fue detenido de forma simultánea al registro. Por su lado, su pareja sentimental se encuentra bajo investigación.