Operación Jaula para detener a Puigdemont: controles en carreteras, cortes e inspecciones de vehículos en Cataluña
- El dispositivo se ha extendido por las principales vías de la comunidad
- Así hemos contado la vuelta de Puigdemont y la investidura de Illa
Los Mossos d'Esquadra han desplegado este jueves un operativo para tratar de localizar al 'expresident' Carles Puigdemont. Bajo el nombre de Operación Jaula (Gabia en catalán), un amplio dispositivo policial ha realizado controles en carreteras, cortes e inspecciones de vehículos en toda Cataluña en una jornada marcada por el regreso a España y la posterior desaparición del dirigente de Junts.
Con motivo de la sesión de investidura del socialista Salvador Illa, los Mossos habían desplegado un amplio dispositivo para blindar el Parlament, pendientes del anunciado regreso de Puigdemont, quien tiene vigente una orden de detención por presunto delito de malversación dictada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. Han blindado desde primera hora el Parlament, cortando los accesos al parque de la Ciutadella, y han aumentado el número de efectivos. Y ante el posible arresto del político catalán, han colocado vallas para asegurar el perímetro de la ciudad judicial.
Sin embargo, horas antes de que comenzara el pleno, Puigdemont ha reaparecido públicamente en Barcelona para dar un discurso de "bienvenida" ante miles de simpatizantes. Tras bajar del escenario, ha comenzado a caminar hacia la puerta principal de acceso al Parque de la Ciutadella acompañado por la plana mayor de su partido y por una multitud de asistentes y periodistas que se agolpaban en la zona. En ese momento, se ha escabullido y se ha subido a un vehículo blanco, eludiendo a las fuerzas de seguridad catalanas que han intentado parar en ese momento el turismo en el que viajaba.
Controles en las carreteras de toda Cataluña
Los Mossos han activado, primero en el área de Barcelona y posteriormente en toda Cataluña, los controles en las principales vías y carreteras con el fin de localizar y detener al expresidente de la Generalitat, lo que ha desembocado en importantes retenciones de tráfico en toda la región. Se han visto especialmente afectadas varias salidas de Barcelona y la antigua frontera francesa en La Jonquera (Girona), donde se han registrado largas colas.
Varias patrullas se han colocado por la mañana en el límite entre Barcelona y L'Hospitalet de Llobregat, en la plaza Ildefons Cerdà, donde han revisado los coches, mientras agentes uniformados y de paisano han filtrado el tráfico, prestando especial atención al interior de los vehículos. Más tarde, en torno a las 14:00 horas, han despejado el tráfico en la avenida Meridina saliendo de Barcelona, en la AP-2 a la altura de Soses (Segrià) hacia Aragón y en la AP-7 y la N-II para entrar en Francia.
Finalmente, tras horas de búsqueda, han ido levantando progresivamente los controles, si bien han indicado que "se realizarán controles esporádicos, especialmente en la zona fronteriza".
Al mismo tiempo, han abierto una investigación para identificar a las personas que han ayudado a Puigdemont, tanto a llegar al acto organizado por sus seguidores en Barcelona, como a su posterior huida. Por el momento han detenido a dos mossos por su supuesta participación en el dispositivo de huida. Podrían no ser los únicos, ya que la policía autonómica no descarta que puedan estar implicados otros agentes que habrían acompañado o escoltado al líder de Junts en los últimos años, como han hecho en el extranjero varios de ellos de manera informal aprovechando días de permiso.
Lluvia de críticas a los Mossos
La nueva huida de Puigdemont ha puesto a los Mossos d'Esquadra en jaque, con una lluvia de críticas por su actuación. Junts ha pedido explicaciones al presidente catalán, Pere Aragonès, y al conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, por el amplio despliegue para detener a Puigdemont. La portavoz del partido en el Congreso, Míriam Nogueras, lo ha comparado con el de un nivel de "alerta terrorista".
También ha sido crítica la expresidenta del Parlament Laura Borràs, que ha arremetido contra la detención de "uno de los mossos leales a la Presidencia de la Generalitat en el exilio", mientras que desde sectores del independentismo se ha recriminado que la policía catalana usara gas pimienta para dispersar a un grupo de manifestantes que habían intentado acceder por la fuerza al parque de la Ciutadella.
Desde el polo opuesto, el sindicato de la Policía Nacional Jupol ha tachado de "escándalo" la actuación de los Mossos y ha considerado que los agentes han "permitido" su huida a pesar de tener una orden de detención en vigor, lo que considera una "dejación de funciones inadmisible", que han comparado a la del 1-O.
En medio de las críticas, la policía catalana ha indicado en un comunicado que el dispositivo de seguridad que blindaba los accesos del Parlament se había planificado "con la fuerza suficiente" para que el pleno de investidura del socialista Salvador Illa "se celebrara con normalidad", dado que ese era el "principal objetivo del cuerpo", y han explicado que se preveía una "detención discreta y proporcionada". Por otro lado, en respuesta a la información publicada en diversos medios, han desmentido que hubieran acordado previamente "con el entorno de Carles Puigdemont" su arresto tras la pronunciación de su discurso.
Además, han anunciado que la cúpula del cuerpo policial comparecerá este viernes a las 11:00 horas en rueda de prensa para dar cuenta del operativo. Participarán el director general de la policía, Pere Ferrer, el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, su número dos, la comisaria Rosa Bosch, y el 'conseller' Elena.