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Un "muro humano", un sombrero de paja y una silla de ruedas: así fue la huida de Puigdemont

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Así fue la huida de Carles Puigdemont, que ya se encuentra en Waterloo, según Turull

La aparición pública del expresident Carles Puigdemont este jueves fue un visto y no visto. Tras meses anunciando su regreso a España, cumplió su palabra y participó en un acto de "bienvenida" organizado por Junts para pronunciar un breve discurso. Pero, en cuestión de minutos, se le perdió la pista en plena calle y ante la atenta mirada de miles simpatizantes, fuerzas de seguridad y medios de comunicación. Para ello se valió de un "muro humano", un sombrero de paja -cosa que niega Puigdemont-, un coche blanco y una silla de ruedas, según ha explicado el comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Eduard Sallent.

Todos esos elementos fueron clave para que el expresidente catalán lograra esquivar a los agentes, que carecían de información sobre sus pasos previos y que, como han reconocido, creyeron sus palabras de que asistiría al pleno de investidura en el Parlament, aun a riesgo de ser detenido. Pero mientras la cúpula de Junts avanzaba hacia los accesos de la Ciutadella, el expresident cambiaba de planes.

La policía catalana ha contado que, detrás del escenario, un "muro humano" formado por un grupo de seguidores impidió el acceso al lugar a los efectivos de la Comisaría General de Información que intentaron aproximarse a él. Mientras tanto, Puigdemont se despidió con un equívoco "no sé cuándo volveremos a vernos" y abandonó la plataforma acompañado por su abogado, Gonzalo Boye, y por el secretario general de Junts, Jordi Turull.

"Fueron a una carpa en la que se pusieron un sombrero, se subieron a un coche y salieron del lugar", ha contado  Eduard Sallent en una rueda de prensa en la que la cúpula de la policía catalana y el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, han dado cuenta del dispositivo de seguridad desarrollado el día anterior. Según los agentes, utilizó un sombrero idéntico al que usaban los miembros de la organización del acto, lo que le permitía camuflarse entre la masa de personas.

La Operación Jaula y un "cambio" en el semáforo

Pasados unos minutos de su fuga, se activaba la Operación Jaula, primero en Barcelona y luego en toda Cataluña, para intentar interceptar el coche Honda en el que, supuestamente, viajaba Puigdemont y que llevaba una silla de ruedas en el asiento delantero para pasar por un vehículo de movilidad reducida con permiso para estacionar en zonas reservadas.

El coche emprendió la huida a toda velocidad en dirección a la Estación del Norte de Barcelona y, posteriormente, descendió por las calles Nàpols y Sardenya y se perdió en la calle Circunvalación de Barcelona tras una breve persecución.

Fue, en palabras de Sallent, un "cambio" en los semáforos lo que impidió detener al vehículo, lo que concedió al expresidente de la Generalitat unos minutos de ventaja que fueron claves para asegurarse la huida, en una zona cercana a las rondas que permiten cruzar Barcelona a toda velocidad.

Ahora, según ha asegurado Carles Puigdemont en un tuit, ya está de regreso en Waterloo (Bélgica) tras haber pasado la noche en el sur de Francia, de acuerdo con las declaraciones de Jordi Turull.

"Desinformación" de Junts y lagunas en inteligencia 

Los Mossos d'Esquadra han reconocido que no disponían de "operación operativa y de inteligencia" sobre el paradero de Puigdemont ni tenían pistas de cómo ni cuándo regresó a territorio español. De esa forma, no ha podido confirmar si el expresident llevaba en Cataluña desde el martes, como ha apuntado Turull.

Sin pistas de inteligencia, los agentes de paisano desplegados en la zona del Arc de Triomf donde se había organizado el baño de masas de Puigdemont lo vieron en el mismo instante que el resto de ciudadanos que seguía el acto.

El jefe del cuerpo también ha dicho que no se detuvo a Puigdemont antes de su discurso porque lo que les parecía más adecuado era realizar su arresto en otro punto, pues había grupos entre los manifestantes que tuvieron un comportamiento violento con la policía y querían evitar altercados. "No es habitual que se intente asaltar la Ciutadella mientras se está votando a un president de Cataluña", ha señalado.

Por su parte, Elena ha arremetido contra Puigdemont por sus intentos de "dinamitar" la investidura de Salvador Illa. "No preveíamos un comportamiento tan impropio de quién fue la máxima autoridad del país", ha apuntado.