Enlaces accesibilidad

Perseidas 2024: llega la lluvia de estrellas más esperada del año

  • Alcanzarán su máximo entre el 12 y el 13 de agosto, y con un poco de paciencia se podrá ver un buen número de ellas
  • Aunque este no sea un año especialmente bueno para su observación, la luna apenas interferirá

Por
Llegan las perseidas, la lluvia de meteoros más popular

Aunque este no sea un año especialmente bueno para observar las perseidas, la lluvia de meteoros más esperada del verano sigue siendo un evento astronómico lleno de atractivo, que permitirá contemplar un buen número de estrellas fugaces si se tiene un poco de paciencia. Las perseidas comenzaron a mediados de julio, y se prolongarán hasta finales de agosto, pero alcanzarán su punto álgido en la madrugada del 12 y el 13 de agosto. 

Según prevé el Instituto Geográfico Nacional en su página web, el máximo se producirá el día 12 de agosto en horario diurno, entre las 15 y las 18 horas —una hora antes en Canarias—, por lo que no será visible. Sin embargo, al ser un fenómeno que se caracteriza por su intensidad, suele presentar picos de actividad fuera del máximo, por lo que los meteoros seguirán cayendo por la noche, y es entonces cuando habrá más posibilidades de ver un buen número de ellos.

La lluvia de meteoros más conocida

La lluvia de perseidas recibe también el nombre de "lágrimas de San Lorenzo" por la cercanía de su máximo con el 10 de agosto, día de la festividad del mártir del mismo nombre.

Las condiciones atmosféricas hacen de las perseidas la lluvia de meteoros más conocida, y también la más fácilmente observable de las que tienen lugar a lo largo del año. "Es la lluvia de estrellas fugaces más popular no porque sea la que tiene mayor actividad, sino porque es la que se presenta en la época del año más favorable para su observación", explica a RTVE.es José María Madiedo, astrónomo del Instituto de Astrofísica de Andalucía. "Estamos hablando de que el máximo lo alcanza a mediados de agosto, que es una época en la que en el hemisferio norte el verano acompaña a disfrutar de la noche, con una temperatura agradable, y eso hace que esta lluvia tenga una popularidad que no tengan otras que ocurren en invierno y que de hecho son más activas en cuanto a número de meteoros por hora, como las gemínidas o las cuadrántidas", agrega.

Luna en fase creciente

Pero si en lo negativo el pico máximo se va a producir en horario diurno; en lo positivo, el brillo de la luna apenas va a dificultar después la observación. "La luna va a estar en fase creciente, y por ello, se va a ocultar bajo el horizonte después de la medianoche", indica Madiedo, subrayando que "a partir de ese momento ya no va a interferir para nada". "Se da además la circunstancia de que el radiante de las perseidas es precisamente después de la medianoche cuando va a estar en una posición que empieza a ser favorable para observar las estrellas fugaces", prosigue, apuntando a que la intensidad va a ir incrementándose hasta el amanecer, y que "cuanto más nos acerquemos a la salida del sol, mayor será el número que podrá verse".

En cuanto al número de meteoros por hora, aunque esta es una cifra difícilmente predecible, ya que está sujeta a numerosas variables, este astrofísico opina que este año "la actividad va a ser promedio", y adelanta que, aunque "en condiciones ideales sería de 100 meteoros a la hora; en condiciones reales, lo que podrá ver cualquier observador será, como mucho, unos 50 meteoros a la hora, incluso estando lejos de la contaminación lumínica de las ciudades".

Restos del cometa Swift-Tuttle

Las perseidas son restos del cometa 109P, o Swift-Tuttle, que está compuesto de hielo, roca y polvo; y viaja alrededor del Sol en una órbita de 133 años de duración. Fue visible por última vez desde la Tierra en 1992, y no volverá a pasar hasta 2125.

"Cuando este cometa se aproxima al Sol, se calienta y comienza a emitir chorros de gas que arrastran consigo partículas de polvo, que es lo que forma su cola. Todos los años, nuestro planeta cruza los restos de la cola de este cometa, y es cuando estas partículas, estos fragmentos de roca, que técnicamente se llaman meteoroides, impactan contra la atmósfera terrestre a gran velocidad, a unos 210.000 kilómetros por hora, que equivaldría a cruzar la península Ibérica de norte a sur en menos de 20 segundos", ilustra José María Madiedo, para añadir que "a esa velocidad tan grande, el rozamiento con la atmósfera es tan violento que las partículas elevan su temperatura varios miles de grados centígrados, por lo que se vuelven incandescentes y esa incandescencia es la que vemos en forma de estrella fugaz".

¿Cómo ver las perseidas?

Para poder disfrutar en todo su esplendor de la lluvia de perseidas, los expertos recomiendan encontrar un lugar alejado de los núcleos urbanos, en el que haya la menor interferencia lumínica posible. No es necesario utilizar telescopios, ni ningún otro tipo de instrumento óptico. Es importante recordar que nuestros ojos tardarán un tiempo en adaptarse a la oscuridad, por lo que también es recomendable no usar el móvil para evitar que el brillo de la pantalla afecte negativamente a la visión.

En el caso de las perseidas, aunque parecen proceder de la constelación de Perseo (de ahí, su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo. Por ello, conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.

"Mucha gente piensa que hay que dirigir la vista hacia la constelación de Perseo para poder ver las perseidas, pero no es así", aclara Madiedo, recalcando que "igual que ocurre con todos los enjambres o lluvias de estrellas, se van a poder ver en cualquier punto del cielo".