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Los peritos esperan que las cajas negras arrojen luz sobre las causas del accidente aéreo que causó 62 muertos en Brasil

  • Algunos especialistas apuntan a la posible acumulación de hielo en las alas de la aeronave como posible causa del siniestro
  • El avión accidentado, un ATR-72-500, cubría el trayecto entre Cascavel y São Paulo con 58 pasajeros y 4 tripulantes a bordo

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La acumulación de hielo en las alas, posible causa del accidente del avión en el municipio brasileño de Vinhedo

Los responsables de la investigación del accidente aéreo con 62 muertos ocurrido este viernes en el estado brasileño de São Paulo esperan que las cajas negras del aparato, ya rescatadas, ofrezcan las primeras pistas sobre las causas de una tragedia de la que aún no tienen hipótesis concretas.

"En este momento los investigadores trabajan en la extracción de los datos de los grabadores de vuelo (cajas negras) para buscar explicaciones a lo ocurrido", ha dicho este sábado el director del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aéreos (Cenipa) de la Fuerza Aérea Brasileña, brigadier general Marcelo Moreno.

En la improvisada rueda de prensa que ha ofrecido en Vinhedo, ciudad en el interior de São Paulo donde ocurrió el siniestro, el oficial ha dicho que las cajas negras fueron rescatadas en la noche del viernes y trasladadas a Brasilia, y que ya se encuentran en el laboratorio del Cenipa. "Primero vamos a extraer las informaciones del grabador de voz de la cabina y luego las del grabador de los datos del vuelo. Aún no sabemos cuánto puede durar ese trabajo", ha añadido.

El general ha dicho que es prematuro comentar las diferentes hipótesis que han señalado especialistas sobre las causas del accidente, la principal de las cuales es sobre la posible acumulación de hielo en las alas de la aeronave, que explicaría su caída en barrena. "En este momento no podemos afirmar si eso fue decisivo o no", ha dicho el militar, quien ha aclarado que el avión tenía certificación para viajar en esas condiciones y dispositivos para impedir la formación de hielo.

El piloto no se comunicó con ninguna torre de control para reportar problemas

De igual forma se ha pronunciado el presidente de la aerolínea Voepass —propietaria de la aeronave siniestrada—, Eduardo Busch, para quien "todo lo que está circulando es especulación". En un breve comunicado, Moreno "reafirmó" que "hasta el momento no tenemos ninguna información de que hubo una declaración de algún tipo de emergencia en los controles de tráfico de vuelo".

Según el militar, el piloto no se comunicó con ninguna torre de control para reportar problemas.

En la misma rueda de prensa, el director presidente de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), Thiago Pereira, ha reiterado que tanto la aeronave como los tripulantes estaban en condiciones regulares para operar y con todos los certificados exigidos actualizados.

Los bomberos han concluido este sábado el rescate de los cuerpos de las 62 víctimas. "El trabajo de rescate de los cuerpos, que era la parte más urgente, está concluido gracias a la integración de los esfuerzos de varias entidades que participaron en las tareas", ha dicho la portavoz del Cuerpo de Bomberos, teniente Olivia Perroni.

Según los bomberos, los cuerpos que estaban en la parte delantera podrán ser identificados mediante los exámenes de dactiloscopia, pero los de la parte trasera, que quedaron calcinados, necesitarán otro tipo de técnicas, incluyendo las de comparación genética. El capitán de los bomberos Michael Cristo ha dicho que los cuerpos han sido hallados sentados en las sillas que ocupaban en la aeronave, sin que ninguno hubiese sido lanzado fuera del aparato, lo que puede facilitar la identificación.

El accidente aéreo más grave ocurrido en Brasil desde 2007

Voepass ha aclarado que el total de víctimas asciende a 62 tras la confirmación del embarque de un hombre que no estaba en la lista inicial de pasajeros por un error en el check-in.

El avión accidentado, un bimotor de modelo ATR-72-500 y fabricación francesa, cubría el trayecto entre la ciudad de Cascavel y São Paulo con 58 pasajeros y 4 tripulantes a bordo y se accidentó cuando le quedaban unos 80 kilómetros para llegar a su destino.

Pese a caer en un área residencial, el aparato se estrelló en los patios traseros de un conjunto de residencias sin afectar ninguna edificación ni dejar ninguna víctima en tierra.

Este es el accidente aéreo más grave ocurrido en suelo brasileño desde 2007, cuando un vuelo de la aerolínea TAM se estrelló contra un almacén, al salirse de la pista en el aeropuerto de Congonhas de São Paulo, dejando 199 muertos.