Una empresa en Navarra equipa a su plantilla con pulseras inteligentes que avisan de los golpes de calor
- El dispositivo mide la temperatura corporal y avisa al usuario de cualquier elevación anormal
- Los trabajadores podrán descansar en casetas con aire acondicionado, crema solar y agua
En verano, las elevadas temperaturas a las que se encuentran expuestos los trabajadores pueden ser la causa de accidentes laborales, algunos de ellos mortales. Durante el verano de 2023, cerca de 200 personas fallecieron debido al estrés térmico provocado por el calor. Este resulta especialmente peligroso en los trabajos al aire libre, como es el caso de la construcción.
"Es bastante duro", asegura un trabajador consultado por TVE. Los expertos recalcan que es importante saber cuándo se está dando un golpe de calor para poder remediarlo. Por ello, en Navarra, la empresa Jacar, especializada en rehabilitar fachadas, ha dado una pulsera a sus empleados para medir la temperatura corporal.
Esta compañía utiliza un dispositivo conocido como Canaria+, desarrollado por la empresa RG Mape, cuyo objetivo es evitar los golpes de calor.
"Queríamos un tipo de iniciativa que fuese más personalizada y permitiera discriminar entre las diferentes condiciones físicas", explica a TVE el responsable de prevención en la compañía, Oier Monreal.
¿Cómo funciona?
Con una duración de cinco meses, el dispositivo emite un ruido sonoro y lumínico cuando identifica un aumento anormal de la temperatura. Una vez que avisa al empleado, este deberá acudir a una caseta acondicionada en cada lugar de trabajo, donde podrá descansar y beber agua fresca hasta reducir su temperatura.
Estas casetas están dotadas de aire acondicionado, dispensadores de crema solar 50+ y de agua fría en bidones de 18 litros. También se proporcionan camisetas blancas de algodón y manga larga para proteger la piel del sol y mejorar la transpiración, así como gafas de protección ocular con filtro UV ahumadas.
"La propia pulsera también avisará de que ha disminuido la temperatura del cuerpo a niveles aceptables para volver al trabajo", añade Oier.
Una iniciativa bien recibida
La iniciativa ha sido bien recibida por los trabajadores de la empresa, que aseguran que da cierta tranquilidad y celebran que se ponga el foco en el cuidado del trabajador. Por medio de esta pulsera inteligente pueden planificar y prevenir cualquier riesgo, en este caso para los obreros.
Sin embargo, no se trata de la única medida llevada a cabo por la empresa, ya que el pasado verano formaron a su plantilla sobre las consecuencias del calor extremo y adelantaron los horarios de trabajo para evitar las horas de mayor insolación. Asimismo, organizaron un "comité de altas temperaturas" que semanalmente informa a la plantilla, vía WhatsApp, sobre los días en los que el Instituto Navarro de Salud Laboral (INSL) prevé riesgo por alta temperatura.
Bajo un sol de justicia Samir coloca uno a uno
los espetos en las brasas.
Ración doble de calor,
que trata de combatir como mejor puede.
"Mucho líquido, agua, cocacola, gazpacho".
Su trabajo, de sol a sol, como el de Christian,
en un kiosko en la playa, son más difíciles con calor extremo.
"Estoy acostumbrado pero al final es duro
estar todo el día sudando aqui hasta por la noche".
La ley obliga a facilitar a los trabajadores recursos
y equipos para que estén protegidos.
"Pues ahí tenemos unas neveritas con agua fresquita,
la crema para el sol".
"Tenemos cierto tiempo de descanso, tenemos las sombrillas
puestas en cada sitio, y cada x tiempo
paramos un poco, bebemos agua".
"Hay que adoptar medidas de tipo organizativo,
reducción de horario, joranda...
de lo que se trata es de estar el menos tiempo expuesto
si no se puede garantizar de ninguna manera,
se prohíben los trabajos a la intemperie".
En este pueblo de Granada,
el ayuntamiento reparte botellines de agua como medida preventiva.
"Madrugamos más y estamos desde por la mañana temprano,
hasta el mediodia y también tenemos jornada reducida".
Un calor del que tampoco se libran en las oficinas:
aquí también hay que garantizar unas condiciones óptimas.
"Una temperatura de confort está entre los 23 y 25 grados".
De esta forma se evitan los contrastes de temperatura
que pueden afectar a nivel físico.