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Luis Santamaría, experto en sectas: "El caso de las monjas de Belorado demuestra que cualquiera puede ser captado"

  • Santamaría asegura que la exabadesa Laura García "ha creado lo que parece ser una nueva secta"
  • El investigador explica la situación de las diez exmonjas tres meses después de su excomunión

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Entrevista a Luis Santamaría del Río, experto en sectas
Luis Santamaría del Río, experto en sectas y autor de 'A las afueras de la cruz. Las sectas de origen cristiano en España'. ARCHIVO PARTICULAR L.S.R.

Entre las personas que más han aparecido en los medios de comunicación a lo largo de estos tres meses para explicar el fenómeno de las monjas de Belorado está el zamorano Luis Santamaría del Río. Licenciado en Periodismo y Teología pero, sobre todo, investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES). El experto en sectas se vio inmerso en este caso porque las clarisas del monasterio burgalés se habían echado en brazos de la Pía Unión de San Pablo Apóstol.

Cuando los periodistas empezamos a indagar, el único análisis que existía sobre aquel desconocido grupo lo había publicado Santamaría en su libro A las afueras de la cruz. Las sectas de origen cristiano en España (BAC. Madrid, 2023).

En ningún momento pensó que una secta tan pequeña –una entre las más de un centenar analizadas en su obra tras una década de investigación– cobraría tanto protagonismo. Luis Santamaría bromea diciendo que “investigo las sectas, no a las monjas”, pero su palabra se ha convertido en una referencia imprescindible para entender un poco mejor este fenómeno tan atrayente como desconocido.

Pregunta: Han pasado tres meses desde la ruptura con la Iglesia católica. ¿Cuál es la situación actual de las monjas y ex monjas de Belorado?

Antes recibían a los visitantes con la expresión “Paz y bien”, ahora hay un cartel con “Prohibido el paso”

Respuesta: La situación actual la resume muy bien el cambio de lema del lugar. Me refiero a que donde antes se recibía a los visitantes con la expresión franciscana “Paz y bien”, ahora hay un cartel donde aparece escrito “Prohibido el paso”. El balance provisional es muy triste: la autoridad eclesiástica ha acabado constatando públicamente la decisión de irse tomada por diez monjas (eso es la excomunión) y ellas, lideradas por su antigua superiora, Laura García, han tomado un camino de enfrentamiento, acusaciones, engaños y desinformación. Eso, hacia fuera. Porque hacia dentro, la deriva es totalmente sectaria. García no sólo ha llamado a personajes excéntricos, clérigos falsos que han fundado sus propias sectas, sino que realmente ha creado ella misma lo que parece ser una nueva secta, aunque siga amparándose en palabras, títulos y hábitos que ya no les corresponden. La situación es surrealista y, para los creyentes, penosa.

P: ¿Por qué cree que se ha producido esta situación en Belorado?

R: Es difícil responder porque hay muchas mentiras y medias verdades en lo que hemos escuchado de boca de sus protagonistas. Supongo que el tiempo nos ayudará a tener una vista panorámica completa. Entre otros factores, yo destacaría la polarización –y consiguiente división– que se está dando en algunos sectores de la Iglesia católica, sobre todo en torno a la figura del papa Francisco. Esto unido a perfiles personales que buscan el protagonismo, la crisis religiosa que se observa en la sociedad, el repliegue cuantitativo de la propia Iglesia, las posturas nostálgicas que miran el pasado de “lo mucho que fuimos” como solución mágica de “lo poco que somos"... Ha resultado una mezcla explosiva.

Familiares mediáticos vs. familiares preocupados

P: ¿Has estado en contacto con algunas de las familias de las monjas excomulgadas? ¿Sabes cómo lo están viviendo?

Se han dirigido a mí personas muy cercanas a la comunidad religiosa que lo están viviendo con tristeza y desconcierto

R: No he tenido ocasión pero me consta que hay que diferenciar entre dos tipos de familiares. Por un lado están los que viven esta situación con preocupación, especialmente los parientes de las hermanas mayores que viven ajenas al cisma y al consiguiente espectáculo. Estos apenas han dado declaraciones. Hay que entender que están pasando por una situación difícil. Lo digo con conocimiento de causa, porque sí se han dirigido a mí algunas personas muy cercanas a la comunidad religiosa, incluidas amigas personales de las monjas, que lo están viviendo con tristeza y desconcierto. Y por otro lado están esos familiares que sí hemos visto en los medios de comunicación, que están en la órbita sectaria de la exabadesa y que apoyan de forma casi fanática el camino cismático.

Luis Santamaría, periodista, teólogo y experto en sectas.

Luis Santamaría, periodista, teólogo y experto en sectas. ARCHIVO PARTICULAR L.S.R.

P: Al ser el mes de agosto inhábil para la administración parece que el posible desahucio será tras el verano. ¿Cómo cree que actuará el comisario pontificio para hacer cumplir la ley y ser al mismo tiempo misericordioso con las exmonjas?

Mario Iceta está dando muestras de tener una actitud paciente, benevolente y misericordiosa

R: Yo creo que lo que ha pasado en estos tres largos meses está siendo una muestra de la actitud paciente, benevolente y misericordiosa de Mario Iceta. Porque sólo faltaría que permitiese a las exmonjas robar los inmuebles y reírse en la cara de los católicos y de toda la sociedad con total desvergüenza... Visto que se han agotado todas las posibilidades, no le queda otra que seguir los pasos que marca la ley para que haya justicia. De todas formas, es lo que se supone que están reclamando las cismáticas cada vez que hablan, ¿no?

El falso obispo brasileño

P: La ex abadesa ha tenido tres bufetes y otros tantos asesores espirituales. ¿Qué nos puede contar del último “obispo” brasileño que parece estar atendiendo sus necesidades religiosas?

Desde México, donde reside y engaña ahora, ha saltado raudo el Atlántico para “auxiliar” a las cismáticas de Belorado

R: Rodrigo da Silva se hace llamar “Dom”, como si fuera obispo. Es un brasileño nacido en 1991 que intenta destacar entre tantos otros personajes extraños en la selva del sedevacantismo latinoamericano. Nació católico y fue seminarista, pero después se hizo seguidor del exobispo lefebvrista Richard Williamson (excomulgado), que lo ordenó “sacerdote” en 2017.

En 2021, con 30 años, Da Silva fue consagrado “obispo” por Daniel Dolan, otro falso obispo que procede de la descendencia espiritual de las muchas ordenaciones “locas” del arzobispo vietnamita Ngo Dinh Thuc (el que ordenó a los del Palmar de Troya). Tiene su propia secta, la Sociedad de San José, que no llega al millar de miembros, y que asegura contar con seminario y monjas propias. Desde México, donde reside y engaña ahora, ha saltado raudo el Atlántico para “auxiliar” a las cismáticas de Belorado. Otro que, como hizo antes Pablo de Rojas, intenta aprovechar la ocasión.

P: ¿Tienen alguna posibilidad de volver a la Iglesia católica? ¿Cómo cree que se podría solucionar este cisma local de tintes berlanguianos?

La puerta siempre estará abierta, aunque hará falta arrepentimiento por un lado y perdón por el otro

R: Sí, siempre tienen la posibilidad de volver a la Iglesia. ¿Cómo podría solucionarse? La verdad es que cada vez parece más difícil por esa huida hacia delante de las exmonjas. Sus posturas se van haciendo más extremas y sus palabras más hirientes. Pero, como les digo siempre a las familias que me vienen a pedir ayuda cuando uno de sus miembros ha caído en una secta: es difícil, pero es posible. Se puede salir. Y si les digo que su familiar puede volver a casa, eso se puede decir igualmente en el caso de Belorado. Sólo tienen que recapacitar y darse cuenta. Y emprender el camino de vuelta. La puerta siempre estará abierta, aunque hará falta arrepentimiento por un lado y perdón por el otro. Y, sobre todo, sanar todo lo que se ha herido.

P: Parece que legalmente todo está bastante claro y que la Iglesia católica es la legítima propietaria de los tres monasterios que reclaman las excomulgadas. ¿Cree que hay alguna posibilidad de que un juez pueda dar la razón a estas diez mujeres?

R: Sin ser experto en leyes, considero que es de sentido común lo que me plantea: todo está bastante claro. No veo posibilidad alguna de que un juez les dé la razón. De hecho, preveo que hasta podría tocarles pagar las costas por haber intentado algo tan estrafalario. No, no se puede amparar jurídicamente un intento de robo como éste.

Las monjas no excomulgadas

P: ¿Quién está atendiendo espiritualmente a las cinco monjas católicas que viven en su casa-monasterio con estas diez exmonjas?

R: Lo desconozco. Y me preocupa de verdad. Se ha impuesto la voluntad egoísta de unas monjas sobre otras, y encima rompiendo con lo que es propio de ellas, de su identidad: estar unidas a toda la Iglesia mediante su oración, que traspasa cualquier reja y cualquier muro. Dicho esto: ¿esas cinco monjas pueden asistir a la misa y comulgar? ¿Pueden confesarse? Si en estos tres meses no ha entrado ningún cura de verdad toda supuesta misa y confesión que hayan tenido por parte de los falsos curas y falsos obispos han sido un engaño. Es terrible.

No recomendado para menores de 7 años Solo quedan las monjas excomulgadas de Belorado en el convento, según sus familiares
Transcripción completa

son el falso obispo y el sacerdote que hacía de portavoz.

Algunos familiares han entrado y salido,

nos han dicho que dentro sólo quedaba las religiosas,

sus familias.

Desde este sábado las monjas están excomulgados,

el arzobispado de Burgos Isabel cavando en el convento.

Han contratado a un bufete de abogados para negociar una solución,

buscar una nueva estrategia que puede responder su ausencia de los

obispos.

Ellas no quieren abandonar el convento.

Solo quedan las monjas excomulgadas de Belorado en el convento, según sus familiares

P: ¿Se puede demandar a las exmonjas por impedir la práctica religiosa libre de las cinco ancianas que siguen siendo católicas? ¿No es un atentado contra los Derechos Humanos?

Es un claro atentado contra los Derechos Humanos y contra uno de los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución Española

R: Sí, pueden ser demandadas. Yo no tendría dudas en hacerlo, porque se trata de algo muy grave desde el punto de vista religioso. Esas monjas no tienen problema inmobiliario ni financiero alguno. Entraron entre esas paredes hace muchísimos años por Dios y por la Iglesia. Y, si bien es cierto que nadie puede quitarles la cercanía de Dios, sí están siendo privadas de los medios que la Iglesia tiene para alimentar y cuidar la vida espiritual. Es un claro atentado contra los Derechos Humanos y, en nuestro caso, va contra uno de los derechos fundamentales reconocidos por la Constitución Española.

Teorías católicas de la conspiración

Portada del libro 'A las afueras de la cruz' sobre las sectas cristianas en España.

Portada del libro 'A las afueras de la cruz' sobre las sectas cristianas en España.

P: ¿Qué puede hacer la Iglesia católica para evitar otros “Belorados”?

R: Lo primero que quiero decir es que sí puede haber otros “Belorados”. De hecho, hay personas y grupos -pequeños, pero los hay- que viven “de facto” en esta situación. Quizás no han llegado a esa postura extrema de que el último pontífice legítimo fue Pío XII –que es la bandera a la que se abrazan las exclarisas–, pero sí están en la onda de que Benedicto XVI nunca dimitió realmente, y por eso ahora Francisco no es papa y la sede romana está vacante. Es la última teoría de la conspiración de moda entre algunos católicos. ¿Qué puede hacer la Iglesia? Con hacer bien lo que tiene que hacer, sería suficiente. Me refiero a ser fiel a su identidad, a sus principios normativos, a su misión, que remite al mismo Jesucristo. Haciendo esto, no haría falta nada más. ¿Algún acento particular? Cuidar la escucha, el acompañamiento, el diálogo.

P: ¿Qué podemos aprender de todo esto?

La realidad de las sectas está más cerca de lo que pensamos

R: Que la realidad de las sectas está más cerca de lo que pensamos. Que cualquiera puede ser captado, manipulado, enganchado. Que todos tenemos necesidades, anhelos, heridas… que algunos saben aprovechar muy bien para engañarnos. Y que lo hacen con propósitos que parecen grandes, y con una convicción que resulta convincente. Nuestra sociedad está necesitada de sentido, de identidad, de hermandad. Y eso hace que el fenómeno sectario esté permeando todos los ámbitos. Y, frente a lo que algunos católicos creen, también la propia Iglesia. Y cualquier otra confesión cristiana, y cualquier religión, puede sufrir episodios como éste. Porque la fe y la vivencia sana de la espiritualidad nos fortalecen y nos previenen, sí… pero no nos inmunizan de la acción y de los efectos de las sectas.