El primer ministro japonés, Fumio Kishida, anuncia que dimitirá para promover "renovación" de su partido
- Por el momento no existen candidatos claros para sucederle al frente del Partido Liberal Democrático
- Kishida se vio sumido en una profunda crisis a finales del pasado año, cuando salió a la luz un escándalo de financiación irregular
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, ha anunciado este miércoles que dimitirá de su cargo al frente de su partido y del Ejecutivo con vistas a promover "un cambio" y "una renovación" en la formación gobernante.
Kishida ha afirmado en rueda de prensa que su formación, el Partido Liberal Democrático (PLD), "debe mostrar al público que ha cambiado y que se ha renovado" de cara a los comicios internos, previstos para el próximo mes, y ha asegurado que su renuncia es "la mejor forma" para ello.
El mandatario nipón ha explicado que con su dimisión pretende "asumir la responsabilidad" y "recuperar la confianza del público" tras el escándalo de financiación irregular que desencadenó una crisis dentro del partido a finales del año pasado y hundió los índices de popularidad del primer ministro.
Renunciará cuando sea elegido un nuevo presidente del PLD
Kishida, así, ha hecho pública su decisión de no presentarse a la reelección como presidente del partido conservador gobernante en las primarias que tendrán lugar hacia finales de septiembre, que había sido adelantada por los medios locales poco antes el mismo día.
Eso significa que el político presentará su renuncia como primer ministro una vez sea elegido el nuevo presidente del conservador PLD, que gobierna en amplia mayoría con el partido budista Komeito.
Aunque el mandato de Kishida como primer ministro expira el próximo año después de asumir el cargo en octubre de 2021, su continuidad en este puesto estaba vinculada a que siguiera ocupando la presidencia del PLD.
Kishida se ha mostrado "orgulloso" por su trabajo durante estos tres años al frente del Ejecutivo nipón, y en clave nacional destacó su estrategia para "introducir un nuevo capitalismo", combatir el cambio climático y frenar la caída de la natalidad.
En política exterior, ha destacado la cumbre del G7 celebrada en Hiroshima el año pasado, el refuerzo de la alianza de seguridad con Estados Unidos y la mejora de las relaciones con la vecina Corea del Sur y con los países del "Sur global", todo ello en el contexto de "división" creciente en la comunidad internacional.
Sin candidatos claros para sucederle
Kishida y su partido se vieron sumidos en una profunda crisis a finales del pasado año, cuando salió a la luz el escándalo de financiación irregular de varias de las facciones o subagrupaciones políticas que componen al partido gobernante.
El caso llevó al primer ministro a emprender una purga dentro de la formación, profundos cambios estructurales en la misma y una reforma de su Gabinete, y aunque llegó a manos de la justicia nipona, no ha tenido consecuencias legales para ninguno de sus pesos pesados.
Sin embargo, la eliminación de las tradicionales facciones del PLD, entre ellas una liderada por el propio Kishida y otra que encabezó en su día el histórico exmandatario Shinzo Abe -consideradas los bastiones del poder de este partido y controladas por sus barones-, dejaron en una débil posición al actual primer ministro dentro de la formación y no lograron lavar su imagen pública.
Kishida asumió el cargo de primer ministro a comienzos de octubre de 2021, tras imponerse en las primarias de su partido. A finales de ese mismo mes obtuvo también el respaldo de las urnas, cuando el PLD revalidó su amplia mayoría en unas elecciones generales.
Por el momento no existen candidatos claros para sucederle al frente del PLD, partido que gobierna Japón de forma casi ininterrumpida desde 1955.