La vicepresidenta de Ecuador denuncia al presidente Noboa y el Ejecutivo lo considera un intento de "golpe de Estado"
- El presidente se enfrenta a una acusación por violencia política de género
- De admitirse la causa, Noboa puede ser eventualmente destituido e inhabilitado de la política por cuatro años
Los ministros ecuatorianos han cerrado filas en torno al jefe de Estado, Daniel Noboa, tras lo que consideran un intento de golpe de Estado por parte de su vicepresidenta, Verónica Abad, por una denuncia interpuesta ante el tribunal electoral. Han advertido que no permitirán una desestabilización de la democracia.
La reacción se produce tras conocerse que Abad interpuso una denuncia por supuesta violencia política de género contra Noboa, la canciller Gabriela Sommerfeld, el viceministro Esteban Torres y la asesora Diana Jácome ante el Tribunal Contencioso Electoral. Dicho órgano debe analizar ahora si admite o no la causa.
La vicepresidenta sostiene que ha habido una violación a sus derechos de participación con violencia de género porque se le ha encargado como única función ser embajadora en el Estado de Israel. De ser así y de comprobarse, esta denuncia puede acarrear una eventual destitución y suspensión de los derechos políticos por cuatro años de Noboa, quien ha anunciado que se postulará para la reelección en los comicios de 2025.
La semana anterior, durante su comparecencia ante la comisión legislativa ocasional para la investigación de irregularidades en contra de la administración pública, Abad había advertido que tomaría esta medida. "Mi acción sobre este tema será muy clara en los próximos días, y espero que tenga el debido respaldo de un pueblo consciente", expresó.
La designación de Abad a finales de 2023 evidenció el distanciamiento entre Noboa y Abad, que se había percibido desde que inició la campaña para la segunda vuelta.
El Ejecutivo ratifica su apoyo a Noboa
El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, ha comentado que el Gobierno no solo libra una batalla contra las mafias de delincuentes sino "también contra la vieja política que, con sus argucias legales y denuncias de siempre, nuevamente pretenden hacer retroceder al país, buscando generar un intento más de desestabilización y debilitamiento al proceso que emprendimos y que no vamos a interrumpir".
En alusión a la denuncia de Abad, Loffredo ha rechazado "cualquier intento que pretenda sumir nuevamente en la inestabilidad a todo un país que lucha por surgir y tener días mejores" y ha pedido "a la clase política, responsable de estos hechos, que se abstengan de todo acto".
"Esto es un claro intento de golpe de Estado. ¿Solicitar la destitución de un presidente en medio de un conflicto armado interno? Hay que estar locos", ha escrito en X el ministro de Turismo, Niels Olsen.
Para la canciller, Gabriela Sommerfeld, quien también ha expresado sus simpatías a Noboa, ha reiterado que "se fragua de la manera más ruin un golpe de Estado disfrazado de sanción electoral que solo busca inestabilidad y atentar contra la voluntad del ciudadano".
La ministra de interior, Mónica Palencia, ha cuestionado además que después de nueve meses, Abad aduzca ser víctima de violencia de género. "Nosotros sabemos bien lo que ha pasado con los Estados que han permitido que crezca la desestabilización. El Ecuador está unido y firme en torno a la institucionalidad democrática", ha apuntado.
Presiones sobre Abad
El pasado jueves, Noboa dispuso el traslado de Abad a Turquía ante la escalada de las tensiones en Medio Oriente, que comprometen la seguridad de los residentes en Israel. Anteriormente, el sorpresivo envío como embajadora a Israel a finales de 2023 evidenció su distanciamiento con el presidente, una ruptura sobre la cual Abad comentó a EFE que no encuentra explicación.
"Es algo que todavía nosotros nos preguntamos. El señor presidente no ha sido capaz de decir, primeramente, por qué el odio hacia su vicepresidenta", ha sostenido Abad, quien dijo sentirse "desterrada" y ha denunciado un trato "hostil" por parte de Noboa para presuntamente presionarla a renunciar.
Por su parte, la vicepresidenta afronta ante el Tribunal Contencioso Electoral una denuncia interpuesta en su contra por el miembro del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, Juan Esteban Guarderas, por una presunta irregularidad en las elecciones locales de 2023, cuando Abad se presentaba como candidata a la alcaldía de su ciudad, Cuenca.
Abad está vinculada desde junio a un caso donde es investigado su hijo por un presunto delito de oferta de tráfico de influencias en la institución que dirige su madre. El fiscal al cargo, Carlos Alarcón, alegó dijo que “se determinó la presunta participación de Verónica Abad en esta causa” luego de obtenerse documentación e información telefónica cuyo contenido no reveló.
Abad ha aseverado que no renunciará al cargo y defiende su derecho a asumir temporalmente la Presidencia de Ecuador cuando Noboa deba solicitar licencia para hacer campaña con miras a su reelección en los comicios generales de 2025. Sin embargo, de ser encontrada culpable de esta acusación, perdería sus derechos políticos, entre ellos la capacidad de continuar en la vicepresidencia.
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